“La llave del éxito: Dokken y su álbum más accesible”

Hard/Heavy Metal – EE.UU.

Escrita por Crom

El tercer álbum de Dokken, publicado el 22 de noviembre de 1985 a través del sello Elektra Records, marca un punto de inflexión en su trayectoria. La formación clásica —Don Dokken en voz, George Lynch a la guitarra, Jeff Pilson al bajo y Mick Brown a la batería— se mantiene intacta, con producción a cargo de Neil Kernon y Michael Wagener, grabado en estudios de California (Amigo Studios, Total Access Recording entre otros). Con este disco, la banda ya no es novata: viene de un “Tooth and Nail” de 1984 que les puso en el mapa, pero aquí buscan afinar la fórmula para ganar no solo respeto en el metal sino también presencia comercial.

La apertura con Unchain the Night es un buen ejemplo de lo que pretende esta obra: comienza con atmósfera, ganando terreno hasta un estribillo que engancha, y la guitarra de George Lynch tiene espacio para lucirse pero sin sacrificar el gancho melódico. Hay solidez en la base rítmica, Pilson y Brown cumplen el rol de puente entre potencia y melodía. Con The Hunter, el single, la banda apuesta por un ritmo más directo, coros pegajosos y una guitarra que hace “lo suyo”, ese contraste entre hard rock y metal estilizado que caracteriza al álbum. Y qué decir de In My Dreams, quizá la canción que muchos recordarán: coro memorable, armonías vocales, esa combinación de accesibilidad y técnica que pocos discos de metal lograban sin perder identidad.

Luego está Slippin’ Away, una balada que provoca división: por un lado muestra versatilidad, por otro algunos fans la encuentran demasiado suave para lo que esperaban. Cuando llega Lightnin’ Strikes Again, se recupera algo de agresividad: riffs más afilados, ritmo elevado, y un gusto por lo directo que remite a sus raíces más “metal puro”. En It’s Not Love, la canción cede algo de velocidad para centrarse en groove, melodía y una declinación hacia lo melódico-radio-amable sin que se “suavice” del todo. En Jaded Heart encontramos un corte que sobresale por su contraste: empieza con un riff algo más suave, acompañando una voz de Don Dokken que se muestra más contenido, para después abrirse en un estribillo más potente. Algunas críticas apuntan a que el riff tiene un aire “jazzy” que funciona sorprendentemente bien, mientras que la parte media-verso hacia solo le aporta contundencia.

La canción Don’t Lie to Me da un giro hacia el rock-más accesible. Con un ritmo medio, estructuralmente claro, invita a corear. Algunas reseñas señalan que recuerda estilísticamente a ciertos clásicos europeos del heavy rock, lo cual no es casual. En este sentido, la base rítmica y los coros resultan plásticos y directos, quizá con menos aristas que otros cortes del álbum, pero con la intención evidente de conectar con el público que buscaba himnos de estadio. Will the Sun Rise se presenta como una canción que afloja la mordida para apostar por melodía y atmósfera. Los comentaristas han destacado que su coro funciona, que la voz se alza con más sentimiento y que el solo de guitarra de George Lynch crea texturas más que exhibiciones técnicas brutales. El cierre con Til the Livin’ End es apropiado: energía, guitarras al frente, y un epílogo que reafirma que el disco no es solo para consumo rápido, sino que se construyó pensando en aguantar escuchas.

Como valoración general: Under Lock and Key representa a Dokken en un momento de madurez interesante: siguen siendo “los de siempre” en cuanto a formación y espíritu, pero afinan su estilo para abrirse un poco más, quizá sacrificando algo de crudeza para ganar pegada. La producción es más limpia, los ganchos más evidentes. Esto puede jugar en su favor o en su contra, dependiendo de lo que busques como oyente de rock/metal. Críticos lo ven como su disco más “completo” hasta la fecha. En comparación con “Tooth and Nail”, este álbum quizá pierde parte del “metal más puro” que los primeros seguidores adoraron, pero lo gana en consistencia y accesibilidad. Para los fans que habían escuchado los anteriores discos de Dokken, este lanzamiento seguramente supuso la confirmación de que la banda podía aspirar a algo más que sobrevivir en la escena: podía destacar.

Tracklist

  1. Unchain the Night

  2. The Hunter

  3. In My Dreams

  4. Slippin’ Away

  5. Lightnin’ Strikes Again

  6. It’s Not Love

  7. Jaded Heart

  8. Don’t Lie to Me

  9. Will the Sun Rise

  10. ’Til the Livin’ End

Formación que grabó el disco

  • Don Dokken – voz principal, guitarra rítmica 

  • George Lynch – guitarra principal 

  • Jeff Pilson – bajo, coros 

  • Mick Brown – batería, coros 

  • Mención adicional: Chris Currell – programación de Synclavier (mención auxiliar) 

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