Whisky Caravan – Lo que nunca encontraré (2016)

«Más que un susurro»

Escrito por Christian Darchez

Será mi poca pericia en el denominado Rock estatal y, puesto que lo que se hace en Argentina bajo el original mote de ¨Rock nacional¨ me importa lo mismo que los últimos films de Quentin Tarantino, con esa insistencia de llamarle rock a cualquier cosa… pero este segundo disco de los madrileños Whisky Caravan me enganchó de principio a fin. Pero a no engañarse, este ¨Lo que nunca encontrar¨, sucesor de ¨Donde ella duerme¨ del año pasado, se sustenta por peso propio como disco en sí como un muy buen segundo trabajo.

¨Lo que nunca encontraré¨ es un disco de composiciones variadas, armoniosas y melódicas, pero que no descuidan para nada el aspecto rockero y, sobretodo, el gancho que creo que caracteriza al estilo; todo eso ensamblado por el guitarrista y cantante Danny Caravan (un raro cruce entre Eddie Vedder de Pearl Jam y Enrique Bunbury), y el guitarrista Manuel Camargo; las bases rítmicas del bajista Jorge ¨Lucky¨ Sidera y el batería Marcos Martinez funcionan como una autentica caravana musical, donde nada suena sobre el otro sino que todo fluye con total naturalidad.

Tenemos muy bonitas y entretenidas canciones de sabor rockero como la inicial A Salvo en el Dolor, la marcha melódica de No Estás Muerta, el gancho tremendo de Genie, los arpegios con muy buen gusto de la genial Más de Ocho Vidas, que me recordaron a aquellos arpegios de ¨Eye to eye¨ de Fates Warning, pese a la diferencia estilística.

Avanzando en este trabajo redondo hacia los últimos cortes, encontramos temas como Fugitivos y sus ritmos inquietos, al igual que Solo Un Susurro, que te sorprenden con sus cambios de ánimo y ritmos; hacia el final nos encontramos con Quiero, la más extensa del álbum, con su marcha melódica y teclados ornamentales, cuyos 8 minutos me conmovieron más que los casi 45 minutos que dura ¨Delirium¨, el ultimo bodrio de Lacuna Coil.

Con una muy buena producción y arte de portada, los Whisky Caravan logran un segundo paso muy bien balanceado, entretenido y ganchero, que rebosa de madurez y que ningún fan del rock estatal debería perderse. Ojalá el Rock nacional de mi país (Argentina) fuera asi!