La semana pasada, los neoyorkinos The Casualties, los más descarados y rebeldes llegaban a Murcia en plena gira por la península ibérica para revolucionarla de arriba a abajo en un concierto espectacular en la sala Garaje Beat, de la mano de HFMN Crew.

Una velada familiar, con poca gente, debido a la fecha de entre semana y con finales de clases y demás en pleno apogeo, en la sala Garaje Beat había una cita muy importante y única que nosotros no podíamos perdernos. Empezando con los canarios ASCO Streetpunk, que abrían una noche corta pero intensa del mejor punk.

Con un público más bien escaso para ellos y difícil de mover, que ellos sabían que esperaban a los estadounidenses, defendieron igualmente su posición de teloneros, y encima de todo, los únicos teloneros de la banda en la ciudad y nos dieron toda su potencia y sus energías en un concierto. Con un setlist compuesto de 15 temazos, de su denominado »Tour Asqueroso 2018» entre los que se encontraban los siguientes: Lucha de clases para abrir, La Voz del Pueblo, A.C.A.B, Colegas, Presos (R.I.P) entre otros y Me Voy Pal Bar para cerrar. 

Y por fin, llegaban los esperadísimos reyes del punk más salvaje al otro lado del charco, The Casualties. Un huracán de ferocidad y potencia desde el escenario, arrasándolo todo y contagiándolo a los asistentes como un virus letal. Además de todo ello, tuvieron un público igual o incluso más entregado que la propia banda, que fue de las que bien confraternizan, por así decirlo, con la gente que va a verles y son cosas que se agradecen enormemente. Incluso celebramos en directo el cumpleaños del guitarrista con unos cuantos chupitos de Jaggermesiter por parte e la casa (la sala) y cantándole a la manera »punk» el »happy birthday». Con un setlist completito y extenso que se nos hizo a poco (y que en este caso no pudimos recopilar pero seguro que te puedes imaginar cada canción); cargado de exitazos y clásicos del grupo y con David dándolo todo como nuevo vocalista de la formación, demostrando su gran potencial como cantante y dentro de la banda. 

Un espectáculo bestial que hay que vivir en directo al menos una vez en la vida. 

  

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