Explorando el laberinto del dramatismo

Crítica escrita por Luishard

Amigos de Dioses del Metal, la frase del título pretende resumir todas las sensaciones recibidas tras finalizar la primera escucha del disco, de entrada aprecias que no es un trabajo sencillo e insustancial. Con la segunda pasada tu cerebro recuerda dos palabras: complejo y denso. Así, según vas dándole al reproductor, llegan otras como intimismo, tristeza o penumbra. Es decir, no se te ocurra ponértelo cuando has perdido la paga semanal jugando al póker o has descubierto que tu pareja prefiere la heladería a tu compañía, caerás fulminado. Aquí debes tener concentración, ganas de probar algo distinto, ser un explorador de matices, un descubridor de sentimientos, un psicoanalista musical, porque los Quiebra no lo han puesto fácil, su sendero es especial y distintivo.

Excelente diría que es la ambientación que desarrolla Al límite de la tragedia a lo largo de esas nueve canciones. Una atmósfera chorreante de dramatismo, pero sin llegar al exceso de melancolía del Doom Metal, estilo que influye en el conjunto y que junto al Rock y letras en español, le dan ese toque tan especial y propio. Ellos lo llaman Rock Dramático y creo que aciertan en el término. Pensemos en bandas como Black Sabbath o Alice in Chains y visualicemos un rio de alquitrán caliente con una ribera de sauces llorones, estaremos cerca de ellos.

Me sorprende que estos jerezanos tardaran tanto en sacar un disco, pues aunque nacen en 1996 su primer trabajo de estudio no llega hasta el 2002 con el nombre de Venus. Luego sacarán Venecia perdida, (2006), Diez años de Drama, (2007) y Laberinto espiral (2010).

Este álbum, su primer larga duración, ha sido grabado, mezclado y masterizado a principios de 2015 por David Navarro en Wk Studios, producido por Quiebra para Broken Sun Music y toda la música y arreglos está compuesta por ellos. El conjunto está correctamente conseguido, buen empaste de esa flauta, con predominio de la voz y de la guitarra, esta última con generosa distorsión. Me gustó Tzaraath, aporta con sus giros y entonaciones esos aromas densos y oscuros tan característicos en la evolución musical de esta banda. Como lo es esa portada, cielo plomizo, estatua griega sin pudor en un páramo, gesto de desesperanza, letras góticas, todo un alegato a la propuesta musical, no esconden nada, todo al desnudo, nunca mejor dicho.

Curiosa ha sido la puesta en escena, pues en junio se lanzó la primera parte del álbum, Acto I, a través de su página de bandcamp, editando las otros dos a lo largo del siguiente mes, como si nos dijeran que esto no se puede saborear en una sola toma.

Los detalles de las canciones no son lo importante porque este trabajo hay que concebirlo como un todo, no obstante ahí van algunos. El disco abre con Junto a este río, la más corta, rozando los cuatro minutos, pero no por ello interesante, con apertura envolvente de guitarra y ritmo cansino. Un punto más de velocidad en Tu fracaso, con riffeo que roza el poderío aderezado con flauta, buen efecto y buenos contrastes de voz, siendo notoria la alternancia de ritmos. El arpegio inicial de Mil lágrimas rotas es enternecedor abriéndose paso en canal esa guitarra que gana en fuerza. Otro tema que te hará pensar.

A estas alturas, con De Nuevo medianoche te estarás preguntando sobre la mezcla que oyes, Doom, Hard Rock, Alternativo, Stoner, Progresivo, Occult, …..corte lento y de alta densidad, para recorrer la ciudad de noche sintiendo ese punteo. El retrato coge algo más de luz, se agradece, más directa y fluida. Carta al Dios sin nombre te garantiza pensamientos existencialista, ¿de donde venimos y a donde vamos?, conseguida y con otro punteo a resaltar.

La tristona Cuando no salga el sol sigue insistiendo en apuestas Doom jugueteando con el resto de estilos. Y aun más pesadumbre hay en Frío invierno gris, densa, con cambios de voz poderosos, flauta protagonista y melodías y tempos dispares. Finalizamos este trabajo con Amigos míos que ya nos puede recordar a alguna anterior, más que nada porque el conjunto peca si acaso de homogéneo.

Disco muy recomendable para seguidores de estos estilos complejos e indirectos, densos y profundos. No es un trabajo más, hay mucho ahí dentro, por lo que la media de mis variables a valorar sale de 7,75 puntos sobre diez. Un saludo metálico a todos.

Canciones

  1. Junto a este rio
  2. Tu fracaso
  3. Mil lágrimas rotas
  4. De Nuevo medianoche
  5. El retrato
  6. Carta al Dios sin nombre
  7. Cuando no salga el sol
  8. Frío invierno gris
  9. Amigos míos

Formación

  • Tzaraath: voz y guitarra.
  • Emilio: flauta.
  • Javier: bajo.
  • Matoto: batería.

Oficial

http://rockdramatico.bandcamp.com/

https://www.facebook.com/rockdramatico/timeline

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