Purtenance - To spread the Flame of the Ancients (2015)

“La vuelta de unos clásicos del Death Metal”

Crítica escrita por Hombre Rancio

La vuelta al ruedo de los míticos Purtenance…. no es que sean una de las bandas del viejo Death más decisivas de la historia, pero tienen su cierta importancia. El boom de Death Metal en Europa se vivió en Suecia, pero también salpicó a los otros países nórdicos, una de las muchas bandas surgidas en Finlandia fueron estos… aunque de las mejores en mi humilde opinión. Se crearon en 1991, editaron un único álbum en el 92 y se separaron, la oleada del Grunge afectó hasta las bandas del Extremo. Volvieron en el 2012, tras varios cambios de formación y desde hace 3 años,no paran en ningún momento.

Tras veinte años de silencio, los Purtenance no quieren vivir del pasado y se dedican a regalarnos nuevos temas, es de agradecer su valentía. De la banda original solo quedan dos miembros, pero siguen sonando a los viejos Purtenance, no han perdido ni un ápice de lo que siempre les caracterizo, y es mezclar el Death con fragmentos de Doom a lo Autopsy y el sonido tan podrido y sucio que siempre tuvieron.

La producción es excelente, la voz de Ville suena tan agresiva como siempre, atonal, grave y de ultratumba cómo tiene que ser en este estilo. Tenemos un álbum que nos introduce con un primer tema, quizás el mejor de todo el trabajo, con unos ritmos doom y unos riffs con una atmósfera muy oscura.

En cambio en el segundo corte, aparecen los primeros blast beats y son acompañados por un estribillo machacón que tiene cierto feeling, quizás echo de menos cierta técnica. Vuelven al Doom en el tercer tema del álbum, sin lugar a dudas es cómo más a gusto se sienten.

Respecto al 92, los Purtenance en cierta manera, me recordaban un poco a los Desultory, era un Death Metal que tenía algún toque melódico que otro, esa melodía se evapora por completo en este trabajo. Salvo el segundo tema, el resto no tienen feeling ninguno.

Pero después de veinte años no le vamos a pedir peras al olmo, ¿verdad?, solo faltaría que después de esos años alejados de los focos les pidiéramos que superasen su debut.

Yo me quito el sombrero ante pistas Destroyed human Mind, dónde nos ofrecen los mejores riffs de todo el trabajo. La banda dónde más brilla siempre es al medio tiempo y con ramalazos de Doom cómo es este el caso, dónde descubrimos el único pasaje de guitarras dobladas con cierta melodía y mucha épica.

Quizás me sobran un par de canciones, pero de todas maneras no desmerecen nada. Brillan más en los tiempos lentos que en los rápidos, pero aún así nos mantienen una línea bastante regular. Lo malo de este trabajo es que las ideas se repiten demasiado.

Un álbum con ciertas dosis de atmósfera y mucho pasaje lento dónde destaca por encima de todo, la oscuridad, la lentitud y lo arcaico de su sonido. Echo de menos algo más de potencia en la base rítmica, pero destaco los cambios de ritmo, cómo por ejemplo en Blood Oath, que suena que atruena. Nota: 6,75/10.