“Perros del Thrash Metal”

Reseña de Christian Dárchez

Les va a parecer una pelotudez lo que voy a decir pero tras la injusta expulsión del bajista Dave Ellefson por el (llamémoslo) “Pajagate” tenía mis reservas a la hora de acercarme a lo nuevo de Dave Mustaine y su criatura Megadeth. Digo “injusta” ya que Dave no hizo nada malo y hasta la chica misma (que luego se supo que fue ella junto con un amigo quien lo filtró) del tan comentado video al ver que la cosa estaba escalando alto y que se le fue de las manos, con varios medios especializados en su afán de ser políticamente correctos y desinformadores acusaban a Dave de pedófilo entre otras tantas cosas, salió a aclarar que no era menor de edad y que dicha charla fue consensuada por ella; pero aun siendo una victima, Mustaine le bajó el pulgar a Ellefson. Pero bueno, casi nadie salió a cuestionarla (Incluido Mustaine) por haber filtrado el video pero estoy mas que seguro si algún fan hombre filtra un video de Fernanda Lira o Alissa White-Glutz (O cualquier otra que se les ocurra) mostrando las tetas o el culo mas de uno y una estarían por poco mas deseándole un desollamiento en alguna plaza a dicho fan. En fin, la doble moral. Dicho todo esto y mas pensándolo en frio por estos días como cronista que creo ser mi deber es evaluar el disco que hoy nos ocupa por sus resultados artísticos independientemente de lo que piense en cuestiones extramusicales; pero hete aquí otro problema: ¡Es el mismo Mustaine quien sigue dando motivos! A días de la edición del flamante nuevo disco, el colorado mas mala onda del metal no solo declaró que “Ellefson era otra persona” sino que también lo acusó de robarle una canción…A ver ¿No bastaba con el nuevo video lyric o el anuncio de una gira mundial para promocionar tu nuevo disco, Mustaine? ¡Ya estas grande para estas boludeces! Ya está, mejor paso al disco en cuestión y no le doy mas vueltas al asunto, después de todo no soy periodista de chimentos metaleros!

“The sick, the dying…and the dead!”, decimosexto disco de los americanos Megadeth, nos encontramos con un buen disco de Thrash metal a lo Megadeth (Valga la redundancia) pero al menos yo lo encontré bastante inferior al anterior “Dystopia” (2016) primer disco con el guitarrista brasileño Kiko Loureiro. Hay potencia, virtuosismo,  buenas ideas (eso lo tengo que reconocer) gancho y aún sostengo que después de Marty Friedman el ex Angra fue el que mas entendió el sonido de Megadeth, pero esta vez Mustaine optó por incidir en esa tendencia que primó en los discos de la era de Glenn Drover y Chris Broderick: la de meter solos en cada hueco que haya en el tema. A ver, no es que pertenezca al “Ku Kux solos de guitarra” o algo por el estilo pero como siempre digo: menos es mas; concepto que Dave desconoció para esta ocasión y los incluyo en la gran mayoría de las canciones. Algo que podemos notar desde la entrada con la canción homónima de cabalgata media que abre el disco con tutti en la que pude contabilizar unos 10 solos de guitarra jejeje. Quédense tranquilos que no los voy a contar a todos como los minutos sobrantes de los últimos discos de Iron Maiden, al menos la velocísima y bestial Life in hell se da los pocos casos en donde el solo está casi al principio de una canción de Megadeth, lo cual me parece un buen aporte. Una escalada que se da en la frenética y potente Night stalker con Ice-T como voz invitada…bueno después de Cristina Scabbia ya no me sorprende para nada. El freno lo ponen canciones como el medio tiempo cadencioso  Dogs of chernobyl o la muy cambiante Sacrifice donde Mustaine pone toda la carne al asador en pos de la variedad, tal como ocurre con Killing time mas marcada por el metal clásico que por el Thrash en sus fraseos. La cosa creo que baja unos puntos en Soldier on! que no se la escucha muy inspirada y eso se sumamos la tendencia reinante. Se nota a leguas la ausencia de Ellefson en ese sentido ya que con el no había huecos que rellenar y en cambio Steve Di Giorgio quedó limitadísimo a dibujar líneas de bajo demasiado básicas (que son las que a fin de cuentas las que tocará James LoMenzo), se que no fue culpa de el sino como están construidas y adornadas las canciones en tal caso. También está ese lindo homenaje/robo a “Kill the king” de Rainbow en la veloz y potente  Celébutante en donde se escucha una voz femenina diciendo “Oh la la” (¡!) par el final llegan la marcha firme y el machaque de la muy hitera  Mission to mars donde se repite el chiste de las voces femeninas respondiendo con “Hello moon man!” cuando Mustaine las saluda jejeje y la velocísima y bestial We’ll be back cierra el disco a todo trapo.

La producción si bien tuvo la intención de buscar un enfoque mas rústico y brutal para esta ocasión, cosa que no veo mal; se quedó algo tosca en comparación con el anterior, y cuenta con una muy buena portada con el entrañable Vic Rattlehead enfundado en capote. Por lejos una de sus mejores portadas. Olvídense de lo extramusical (después de todo fue a modo de intro) y aunque “The sick…” a mi gusto esté unos escalones por debajo de “Dystopia”, creo que es un disco que tiene todo lo que el fan de Megadeth y del Thrash Metal en general busca y no los va a decepcionar. Y eso es lo que al fin al cabo es lo que cuenta.

Megadeth

Dave Mustaine: voz y guitarra

Kiko Loureiro: guitarra

James LoMenzo: bajo

Dirk Verbeuren: batería

Tracklist

1 The sick, the dying…and the dead!

2 Life in hell

3 Night stalker (Feat Ice-T)

4 Dogs of chernobyl

5 sacrifice

6 Junkie

7 Psychopathy

8 Killing time

9 Soldier on!

10 Celebutante

11 Mission to mars

12 We’ll be back

 

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