“Un artista de este nivel merece un lleno”
Por Tony Barrios
Después de su último paso por tierras asturianas, y hablo del año 1994 cuando sustituía a Blackmore en Deep Purple, el virtuoso guitarra neoyorquino nos dejaba un sello propio difícil de igualar por tierras astures. Está en gira de su nuevo trabajo, Shockwave Supernova, que junto con todos sus grandes éxitos desglosaba en el majestuoso auditorio de la ciudad cantábrica.
Junto al maestro de las seis cuerdas, le acompañan los que son su grupo desde hace 3 años. Mike Keneally a los teclados y guitarra, Marco Minnermann a la batería y el bajista Bryan Beller. Todos ellos músicos de gran prestigio en el mundo de la música.
Con un ligero retraso de diez minutos empezó la breve intro para dar paso al tema que abre su ultimo trabajo. Me refiero a “Shockwave Supernova”, que Joe nos ofrecía lujosamente con su nueva Ibáñez. El modelo es el JS2450MCB que brillaba a juego con las luces. Ya en la primera canción nos damos cuenta que el grupo se acopla con máxima precisión como un reloj suizo y no dejan nada al azar y está todo perfectamente planificado al milímetro Luego dio paso a dos clásicos de su carrera, como son “Flyng In A Blue Dream” y la preciosa ”Ice 9”, que por muchos años que pasen siguen sonando maravillosamente. Tras un breve paréntesis para presentar a la banda, hizo sonar los acordes de “Crystal Planet” del mismo disco del ’98.
En estos momentos el público estaba totalmente entregado al genial guitarra y su banda, pues como explicaré más adelante, hicieron deleitar al público con sus respectivos solos. Después de una mítica “Not Of This Earth” de su álbum de debut del año ’86, nos presentaba un tema de su ultimo disco. Me refiero a la bellísima y con aires arabescos “On Peregrim Wings”, un tema que desde la primera vez que lo escuchas se clava en tu cerebro para la eternidad.
Luego dio un viaje hasta el ’88 y a su disco The Extremist, para deleitarnos con “Friends” y hacernos volar de nuevo con “Time Machine” de su mismo disco del ’93. “If I Could Fly” fue la elegida del Is There Love In Space del 2004. En todas y cada una de las canciones, el maestro de las seis cuerdas nos deleitaba con numerosos tappings a una y dos manos, bends casi imposibles y muchas más técnicas que no me pondré a decir, por no aburrir más que nada.
Volvimos de nuevo al último trabajo para escuchar la enigmática “Butterfly And Zebra” y “Cataclysmic” del mismo álbum. Posteriormente ya hizo un acopio de sus mejores éxitos como “Summer Song”, una canción que siempre viene bien en esta época del año. La balada “Always With Me, Always With You” que deleitó al personal, como una de las canciones más bellas que se pueden interpretar en un escenario y la que cerró el primer tramo del concierto antes de los bises, que es la entrañable y añorada “Satch Boggie”, que aún mas acelerada que en el disco siempre gusta oír y ver las filigranas del mago en su apogeo musical.
Entre temas nuevos, el batería y el teclista sacaron su calidad por parte personal con dos solos muy distintos entre si. El de Minnermann con una soltura y manejo de cada extremidad que dejó boquiabierto a toda la sala y la de Kineally con un toque sutil de sus manos a los teclados, donde dejo bien claro que además de ser un buen guitarra, maneja las teclas de sobra dando un juego añadido a la música de Satriani.
Después del clásico descanso de dos minutos, salieron de nuevo al escenario para interpretar dos canciones más, las cueles fueron los clásicos “Big Bad Moon” donde siempre saco dos cosas contrarias. La primera. La nefasta voz que posee para cantar y sigue intentándolo. Y la segunda. Lo bueno que es con las manos y la armónica, pues ese toque blusero que acomete en este tema, lo hace especial. Lastima de su voz. Y el otro tema es el ya mítico y ultra-conocido “Surfing With The Alien” el cual sigue sonando idéntico al primer día, y sobre todo, que lo sigue ejecutando de una manera exquisita, haciendo enloquecer a un auditorio entregado a todo trapo.
Además quiero añadir que tanto la iluminación como las imágenes que saca en cada canción están muy cuidadas y tanto los vídeos y las luces juegan un papel crucial en su directo. Para un auditorio en ¾ partes de capacidad, me parece que un artista de este nivel cuando va a una zona castigada de conciertos se merece un lleno, pues hasta que el alienígena vuelva a pasar, pueden pasar varios años más. Y luego nos arrepentimos de que no vengan más artistas de este calibre o similar. Apoyad los directos para que los artistas vuelvan a pasar y tengan en cuenta vuestro cariño musical.