¨Un monstruo muy inquieto¨
Crítica escrita por Christian Dardez
Esto es lo lindo de conocer a las bandas desde el principio. Los alemanes Gloomball vuelven a la carga tras su auspicioso debut de 2013 The distance, recuerdo que en aquella reseña (una de las primeras que hice como miembro oficial del staff) dije que la banda tenia mucho potencial pese a que ya practicaban un estilo bastante transitado: el Metal alternativo, a tal punto que me referí a ellos como ¨una versión heavy de Nickelback¨. En cuanto a The distance en si arranca con mucha potencia y algarabía, pero a medida que avanza la inconsistencia se vuelve evidente; es un muy buen álbum pero bastante discontinuo. No obstante a eso dije que les tenía fe. ¡Y la verdad no me equivoqué!
Te quiet monsters, segundo disco de los alemanes Gloomball viene con cambios muy significativos que no solo sorprenden, sino que también en algún punto desconciertan. La influencia de Nickelback fue suprimida para darles paso a otras mas pesadas como Godsmack, lo ultimo de Alice In Chains, El Metalcore de Bullet For My Valentine, y creo que aquí Black Label Society, cobró mayor protagonismo como punta de lanza aunque sin incluir tanto armónico (el chiflido de guitarra que logra con el uso de la palanca) a lo Zakk Wylde como ocurrió en su debut; por lo que el sonido esta vez se tornó mucho mas oscuro y pesado. Además la voz de Alen Ljubic ya no es la misma, alejándose de la imitación de Chad Kroeger (Nickelback), ya que acá tomó matices más agresivas y oscuras a favor de nuevo enfoque musical, que dicho sea de paso, también han incluido teclados acompañando las canciones dándole ambientes tristes.
Ya desde el primer ataque riffero del medio tiempo pesado con poderosos machaques de Monster, las melodías bien Metalcore de la marcha firme y animada de Straight to hell, el primer freno al disco lo pone All beauty dies y su brío de sabor oscuro conjugados con riffs y machaques y un arreglo fino de teclados triste. La cosa se pone más ágil con el riff filoso de la veloz y poderosa Sirens (die alone), el Nickelback más prototipito llega de la mano de la Power ballad One More Day, otra interesante canción viene de la mano de Unbreakable y sus interesantes arpegios de bajo y riffs fuertes. Para el final nos encontramos con los machaques casi cabalgados y los riffs inquietos de la asesina y genial Blood red world y el cierre llega la conmovedora balada Blue is turning into Black con extrañas programaciones entretejidas con suaves y tristes arreglos de teclados y guitarras semi eléctricas, dándole un muy buen final a un disco que ronda los 50 minutos.
La producción otra vez le jugó a favor al enfoque elegido para el disco, y si salió así de la nada entonces hay que felicitar al grupo por el trabajo realizado. Como única objeción podría decir que los temas, al ser mas oscuros y pesados, son un poco menos gancheros y accesibles, que necesitan sí o sí ser asimilados con paciencia pero les aseguro que vale la pena intentarlo. Gloomball dio un muy buen y jugado segundo paso, osado y valiente que merece ser explorado y disfrutado. Recomendado para los amantes del Metal alternativo y de las bandas citadas.
Otro a mi lista de favoritos del año, gracias Gloomball!!!!
Formación
- Alen Ljubic: voz
- Bjork Daigger: guitarra
- Jossi Lenk: guitarra
- Basti Moser: bajo
- Danny Joe Hoffman: batería
Track List
1 The quiet
2 Monster
3 Straight to hell
4 All beauty dies
5 Towards the sun
6 Sirens (die alone)
7 One more day
8 Sullen eyes
9 (Don’t surrender)
10 Unbreakable
11 Blood red world
12 Blue is turning into gray
Oficial
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