Tres bandazas con futuro para una pobre asistencia, como viene siendo habitual.
Crónica de Rockberto
Increíble la noche que nos depararon estos tres grupos en la sala We Rock el 29 de enero. Antes de nada, decir que la cantidad (que no calidad) de la audiencia no estuvo al nivel de los grupos.
La sala tuvo una entrada muy pobre, en lo que ya viene siendo habitual en los escenarios madrileños cuando de grupos underground hablamos. Una lástima, la gente no arriesga 10 euros para ver a 3 bandas con un nivel excelente, pero sí se pueden gastar 80 pavos en ver por quinta o sexta vez a AC/DC. Nada tengo en contra de los australianos, muy al contrario, les he visto un par de veces y me han noqueado, pero eso no quita para que apoyemos un poco la música de nuestro país, ya que, según mi modesta opinión, se está produciendo una revolución en la misma que se puede ir al traste por la escasa asistencia.
Una vez dicho esto que me salía del alma, vamos con el show que es lo que nos ocupa.
Con un retraso considerable sobre el horario previsto, durante el cual me fui a cenar con lo Jokers, comenzó el concierto con Chico Diablo. La verdad es que no conocía a este grupo y me llevé una sorpresa muy agradable. Con una propuesta muy setentera y un planetamiento de power trio con cantante guitarrista, desgranaron el que es su disco debut grabado en Olmostudio, «Bailad, diablos, bailad» con una contundencia en escena digna de elogio. El peso del grupo lo lleva Javi Chewbacca, cantante y guitarrista, pero la sección rítmica compuesta por Fredi a la batería y Javier Arellano al bajo, no se queda atrás, dando consistencia a la propuesta. Un grupo muy a tener en cuenta en un futuro con temas que son auténticos trallazos como «Noche espirituosa» y «Get right».
Los siguientes en saltar al escenario después de un controvertido cambio de planes en el cartel del festival fueron The Diesel Dogs, grupo desconocido para mí, con una propuesta mucho más ecléctica que los otros dos grupos de la noche. El grupo está presentando lo que es su nuevo álbum «Everything», y la verdad es que en directo lo hacen realmente bien, con una actitud y una presencia envidiable, con su imponente cantante guitarrista (que se daba un aire a Mike Ness), todo actitud y con una elegancia escénica impresionante. Evidentemente no conocía su discografía, por lo que poco puedo contaros de los temas que tocaron en cuanto a títulos, aunque sí que puedo adelantar que hay algunos con verdadera vocación de himnos como el que da título al disco, «Everything». Al final del concierto rindieron un sentido homenaje con una versión muy lograda del «Sufragette city». Recomendables.
Para el final quedaba el grupo por el que había ido a este concierto, los valencianos Jolly Joker, uno de los secretos mejor guardados aquí en España (aunque, igual ya no son tanto secreto). Se lo dije en la cena y lo vuelvo a decir aquí para que quede por escrito, los discos de Jolly Joker son muy, muy buenos, pero el elemento supremo de esta banda es el directo, ahí es donde tienen su fuerte. Y esta noche lo demostraron también. Da igual que tengan 300 personas delante o apenas 40 ó 50 como había esa noche. Ellos hacen lo que han venido a hacer, machacar al público con un show increíble. Una banda perfectamente engrasada, y eso que les faltaba uno de sus guitarristas, en la que todos son importantes. Una máquina Lazy Lane desgañitándose en escena con todos los temas, dándolo todo como si fuera su último concierto, tremendo también Yannick como único guitarrista, cosa de la que no se resintió el grupo en toda la noche y una base rítmica atómica formada por Luke y Kickstarts. Uno tras otro desgranaron temas de sus dos Lp´s entre los que destacaron por la entusiasta reacción del público «Fuck it all» (todo un himno ya) y «Rockin´ in stereo», single de su último disco. ¡Qué queréis que os diga! yo, ahora mismo, disfruto más un concierto de estos tipos que cualquier concierto grande de dinosaurios de los 80. Una maravilla.