“Si no es metalcore melódico, ¿por qué demonios no dicen qué es esto?”
Me enfrentaba con ganas al último y séptimo disco de los americanos All That Remains, el cual se titula “The Order Of Things”, curioso título viendo que la etiqueta que le han puesto no tiene ningún orden lógico. El grupo que se convirtió en uno de las nuevas promesas del metalcore melódico norteamericano comenzó su andadura en 2002 con un decente “Behind Silence And Solitude”. Dos años después le siguió “This Darkened Heart”, que continuó la propuesta pero añadiendo nuevas alternativas, lo cual tuvo buenas críticas. En 2006 tocaron techo en lo que la prensa denominó “su primer éxito”, pero por ahora el único, y por lo que parece seguirá así desgraciadamente. Me refiero al gran “The Fall Of Ideals”, con el cual los seguidores no les comparaban con grupos de su nivel como Shadows Fall, sino con bandas de las grandes, véase Nevermore, Soilwork o Bullet For My Valentine. Más tarde salió de Suecia el grupo Scar Symmetry, que llegó al punto de “rivalizar” con éstos por ver quién era mejor en el estilo. Ahora ya tengo claro quién gana…
Después de ese discazo el nivel bajó pero se mantuvo en los similares “Overcome” (2008) y “For We Are Many” (2010), no llegaron a ser grandes pero eran buenos. Pero la catástrofe llegó como era costumbre en 2012, “A War You Cannot Win” daba por sentado que habían perdido esa guerra con cualquiera a quien se enfrentaran. El disco era soso, perdiendo la esencia y lo que es peor, aburría a las ovejas. Todo el mundo pensó que esto era un bache que cualquiera puede pisar, pero al escuchar lo nuevo de este 2015, las peores pesadillas auguran que el grupo está acabado respecto a ideas. En tres palabras: deprimente, bochornoso e incomparable.
Sí, es cierto, incomparable porque no se parece a nada en concreto dentro de lo que se llama “metalcore melódico”. El problema es que si me presentan un disco que hace ese estilo, lo normal es que ni lo termine de escuchar, ahora, ¿por qué no cambian la etiqueta?
El disco aburre al más pintado, todas las canciones son idénticamente iguales en música, letra y producción y para más inri lo advierten en su primer corte. Se acabaron las voces forzadas y guturales, no solo eso, sino que ahora también aparece voz femenina. Bueno, hay dos espejismos y da qué pensar sobre su ubicación… la segunda y la penúltima, vamos, para que la crítica que no haga mucho caso al disco diga que es cañero de principio a fin, ¿pero a quién quieren engañar? Así es, “No Knock” y “TRU-KVLT-METAL” rozan muy de lejos lo alcanzado en “The Fall Of Ideals”. El resto, por mencionar alguna, “Divide”, “Victory Lap” o “Bite My Tongue” escapan por muy lejos de la realidad, es que se desvían hasta en los títulos.
Oro tema es la elección del videoclip, por supuesto eligen “TRU-KVLT-METAL”, una de las dos menos malas para el pringado que solo escuche eso diga: “vaya crítica más mala…”.
No sé qué más decir, estoy realmente muy decepcionado y aquí pierden un seguidor, no aguanto más. Ahora mismo grupos como Scar Symmetry o Soilwork hacen gala de la etiqueta y de la mejor forma posible, por no decir que les dan la patada en el culo a estos All That Remains.
Nota: 3,8 sobre diez.
Canciones
1. This Probably Won’t End Well
2. No Knock
3. Divide
4. The Greatest Generation
5. For You
6. A Reason For Me To Fight
7. Victory Lap
8. Pernicious
9. Bite My Tongue
10. Flat empire
11. TRU-KVLT-METAL
12. Criticism Ans Self-Realization
All That Remains
Philip Labonte – Voz
Oli Herbert – Guitarra
Mike Martin – Guitarra
Jeanne Sagan – Bajo
Jason Costa – Batería