“Metallica camino hacia su autodestrucción” (Rob Jalford)

“Cableados, pero sin tanta autodestrucción” (Christian Darchez)

Ocho años han pasado desde el decente “Death Magnetic” de 2008 y la verdad es que con tanto tiempo para poder componer algo poderoso y excitante este nuevo “Hardwired… To Self-Destruct” deja bastante que desear. El 18 de este mes lo tendremos a la venta pero ya os traigo la reseña, intentando ser lo más objetivo posible, como siempre.

Metallica es una banda mundialmente famosa, su arranque fulgurante en el thrash metal de primeros de los ochenta les catapultó a la fama, gracias a discazos como “Kill’ em all”, “Ride the lightning” o “Master of puppets” que cautivaron a la parroquia metalera, furia, garra, temas matadores y elaborados con riffs contundentes y llenos de energía. Son discazos imprescindibles que siguen sonando de puta madre y de tanto en tanto me pincho en vena.

Después llegaría un técnico y más progresivo “And justice for all” en 1988, con algunos temas realmente extensos y un comercial pero atractivo “Black Album” en 1991, disco que fue polémico dado el cambio de estilo y una suavización en la propuesta, con producción de lujo a cargo de Bob Rock.

A partir de aquí empezó la cosa a joderse, con experimentos raros y discos para mi gusto menos thrashers, “Load”, “Reload”, “St. Anger”, bajaban el listón, podías rescatar algunas pistas, pero en conjunto no reflejaban lo escuchado y visto hasta esa fecha, parecía como si se hubieran acomodado (el éxito tiene eso) y las ideas ya no fluyeran con la calidad de antaño.

Es normal que la fama, la pasta y el alcanzar un estatus te relaje y ya no tengas esa ambición de pegar el pelotazo que tienes de adolescente. Y ahí radica el problema, acomodarse no es bueno y en el caso de Metallica creo que se ve con mucha claridad. Para mí es como que han ido perdiendo crédito, como un partido de fútbol que vas ganando 4 a cero y te remontan en 2 minutos, vas perdiendo la ventaja, el prestigio que habías logrado en décadas de esfuerzo y buen hacer. En basket, como ir ganando de 30 y perder en los últimos 5 minutos… creo que os lo dejo claro.

La portada me recuerda a la de Queen de “The Miracle”, mezclando los rostros de todos los componentes del grupo, pero con las caras en esta ocasión enfurecidas, plenas de la ira que falta en el disco, que ironía…jeje..

De entrada, el disco está dividido en dos partes con seis temas en cada una. El problema principal es la falta de velocidad en la mayoría de ellas y la larga duración ya que nueve pasan de seis minutos, sin aportar algo realmente excitante que lo justifique. Faltan ideas, faltan cambios de ritmo realmente buenos y punteos que marquen la diferencia, Hammett se repite más que el ajo y ya estamos de wah wah hasta las narices, James no es que cante demasiado bien, le falta mala leche, ya no es un chaval enfadado que grita para comerse el mundo, Trujillo es un mero comparsa y Lars se ha visto superado en este mundo del thrash por baterías mucho mejores como Lombardo, Bostaph o Hoglan por poner algunos ejemplos.

No todo es una calamidad, amigos de Dioses, el arranque es aceptable con Hardwired, tema de tres minutos cañero de fácil consumo, también hay velocidad en el cierre titulado Spit out the bone, aunque se hace larga ya que se mete en más de siete minutos.

Hay destellos de calidad y sabor And justice en la guitarra de Atlas… rise!, el problema es el estribillo que no termina de convencer, al igual que en el melódico de Moth into flame, la canción va más o menos bien, pero joder, llega esa parte y claro, te pega un bajón del trece.

Directamente aburridas o prescindibles en este CD 1 son Now that we’re dead y Dream no More. En la semi balada Halo on fire casi nos dormimos hasta que llega el minuto seis y encontramos un atisbo de lo que fueron, con una bonita melodía en las guitarras, todo un oasis en el desierto.

El CD 2 no mejora demasiado el asunto, puedes salvar alguna parte de Confusion o de la última, pero tema convincente a 100% para mí no hay ninguno y me da pena escribir esto, porque como os digo Metallica para mi fueron muy grandes. Hoy día son superados por muchos grupos del rollo como Testament, Megadeth, Exodus, Kreator, Overkill, etc..etc… es que realmente creo que esto no es thrash metal, salvo alguna pincelada, es más bien heavy progresivo, lento, falto de pegada y convicción.

Habrá seguidores a los que le guste, estoy seguro, pero a mí me ha dejado frío, decepcionado, fijaos lo que os digo, “Death Magnetic” es un discazo comparado con esto, una verdadera pérdida de talento, un disco en general soporífero y soso, con un metraje excesivo.

Metallica sin duda, se dirigen hacia su propia destrucción y no los salva ni Crom.

NOTA: 4 Jalfords

Escrito por Rob Jalford

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Un nuevo disco de los 4 jinetes de San Francisco siempre es un acontecimiento musical para posar toda nuestra atención, para bien o para mal ellos siempre salen ganando en esa cuestión. Y digo esto porque hasta en su regreso al Thrash metal en el anterior ¨Death magnetic¨ (2008) después de tanto boludeo (pero que fueron bastante audibles en algunos casos, hay que decirlo), como lo fueron ¨Load¨ (1996) y ¨Reload¨ (1997), esa espantosa obra que fue ¨St. Anger¨ (2003) y ni hablemos mejor de esa mala idea de la colaboración con Lou Reed en ¨Lulú¨ (2011), posiblemente uno de los peores discos de la historia; siempre tenemos algo tanto para agradecerles y felicitarles como para objetarles y condenarles. ¿Cómo es posible tales reacciones ante la banda que en el pasado editó joyas del Thrash metal como ¨Kill ‘em all¨ (1983), ¨Ride the lightning¨ (1984), ¨Master of Puppets¨ (1986) y ¨…And justice for all¨ (1988)? Bueno, desde la edición del celebérrimo ¨Black album¨ (1991), que a pesar de prever el estancamiento del Thrash y buscar otras vías de expresión, muchos no compartieron la misma visión del grupo y tras la salida de ¨Load¨ comenzó esa relación ¨amor/odio¨ cada vez que editan material nuevo. Y temo decir que con este ¨Hardwired…¨ no va a cambiar ni un ápice esa situación.

¨Hardwired…¨ décimo disco de estudio (sin contar a ¨Garage Inc.¨ de 1998 al no ser material propio) es un disco decente y esperable a estas alturas de Metallica, más teniendo en cuenta que Lars Ulrich técnicamente viene de capa caída, algo que se nota horrores en las presentaciones en vivo, donde a veces se pierde en los ritmos de batería. Se trata de un disco doble donde la banda dentro de todo suena potente pero que también debió buscar otras vías, dadas las nuevas limitaciones de su baterista y fundador. El gran inconveniente es que volvieron a cometer el mismo error que en ¨Death magnetic¨ (y que el año pasado cometió Iron Maiden en ¨The book of souls¨) LE SOBRAN VARIOS MINUTOS A LAS CANCIONES, tanto a las buenas como a las intrascendentes; algo que termina haciendo ruido en el resultado final del mismo.

En el primer CD nos encontramos con quizás lo más interesante del lote, aunque remarcar que los minutos que sobran (ya lo dije con Iron Maiden el año pasado), se vuelve algo bastante molesto. Tenemos la velocidad trepidante de la ya conocida Hardwiredque es la más corta de todo el disco! los cambios de ritmo de Atlas rise! con interesantes arreglos de guitarras gemelas (le sobra 2 minutos). La media marcha pesada y constante de Now that we’re dead (le sobra 3 minutos). Los machaques cabalgados y los cambios de velocidades en Moth into flame es quizás la más redondita. El riff casi Stoner de la marcha potente de Dream no more es la que más trae el recuerdo de aquella versión de 1991 en la forma de cantar de James Hetfield (le sobra 2 minutos) y, finalmente, Halo on fire es donde además de la potencia consabida exploran más sus posibilidades melódicas con arpegios, y aunque le sobre 4 minutos cierra bastante bien el primer CD.

En la segunda parte las cosas se complican bastante, ya que a la excesiva duración de las canciones se le suma la intrascendencia compositiva, haciendo que suenen más a interminables jams que a canciones propiamente dichas, donde lo único destacable es que al menos suenan pesadas. Anótense al semi instrumental Confusion, la displicencia de ManUnkind, Am I Savage? pudo haber sido una buena canción pero la falta de gancho no la ayuda para nada. Al menos Spit out the bone es donde parecen haber dejado de zapar, pero lástima que se olvidaron de otorgarle gancho y cierra un olvidable segundo CD.

A nivel producción creo que está un poco más trabajada que en ¨Death magnetic¨, pero aunque así sea, suena con potencia. Como venía diciendo, el resultado general es dentro de todo decente, y con un primer CD que se deja escuchar mucho más que el segundo; igual para ser francos si el disco lo hubiera editado ¨X banda¨ a esta hora ni siquiera me habría molestado en reseñarlo, pero como es Metallica (sí, me hago cargo) debía dar mi opinión.

Queda a criterio de ustedes, como siempre.

Metallica

Escrito por Christian Darchez

TRACKLIST

CD 1

  1. Hardwired 3:08
  2. Atlas, Rise! 6:28
  3. Now That We’re Dead 6:59
  4. Moth into Flame 5:50
  5. Dream No More 6:29
  6. Halo on Fire 8:15

CD 2

  1. Confusion 6:41
  2. Man UNkind 6:55
  3. Here Comes Revenge 7:17
  4. Am I Savage? 6:29
  5. Murder One 5:45
  6. Spit Out the Bone 7:09

MIEMBROS

James Hetfield – voz, guitarra rítmica

Lars Ulrich – batería, percusión

Kirk Hammett – guitarra líder, coros

Robert Trujillo – bajo eléctrico, coros

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