El pasado domingo nos dábamos cita en la sala Garaje Beat Club de Murcia para ver el oscuro y arrollador espectáculo de Septicflesh junto a Krisiun, Diabolical y Xaon. Organizado por Chroma Nation.
La gente haciendo cola desde antes de la apertura de puerta, se agolpaba delante de la sala para entrar a disfrutar. Hordas de metaleros iban entrando y seguían legando aún cuando ya daba comienzo el concierto. Más puntuales que los relojes suizos que hasta se adelantaron unos breves minutos a la hora señalada, empezábamos una noche llena de brutalidad sin igual. La gente lo estuvo dando todo con todas las bandas desde el inicio hasta el final, agolpándose en el escenario, primerísima fila para los fans más acérrimos de los cabezas de cartel, el mejor sitio es estar al pie de tus ídolos.
Xaon fueron los que empezaron la noche rompiendo el escenario y calentando los motores. Con la sala casi llena a primera hora, cosa inusual, nos deleitaron con su death metal progresivo. Al frente de la formación y destacando por llevar una camisa blanca frente al resto que iban de un negro impoluto, el vocalista, Rob, fue muy carismático y estuvo muy cercano a los fans que coreaban sus canciones. Técnicos pero sin olvidarse de darnos tralla, los aunque el sonido estuvo algo regular. Mobius, Eros, Monolith y finalizando con un gran tema, Zarathustra, fueron algunos de los temas de un setlist que a muchos se nos quedó corto en tan solo 40 minutos de actuación.
Tras un descansito para volver a poner en marcha los motores una vez ya calentados, nos avisaban de que la misa negra iba a comenzar, ofrecida por los suecos Diabolical. Ataviados completamente de negro junto al detalle añadido de las túnicas con grandes capuchas, la banda ofreció una actuación sobria, con un sonido más nítido que el anterior grupo aunque éstos tuvieron un pequeño problema técnico con el micrófono del guitarrista Carl Stjärnlöv, que tuvo que cambiase el sitio con el vocalista en dos de las canciones para poder realizar su parte. Otros 40 minutos que también se hicieron demasiado cortos, algunos de sus temas fueron Betrayal, Failure, Requiem, Metamorphosis y We Are Diabolical, con la cual finalizaban el concierto. Aquí la sala ya estaba a reventar y los pogos comenzaron, por lo que se agradeció el siguiente descanso.
Para los que aún no se habían atrevido a soltarse, la solución llegó rápidamente en forma de tralla pura y dura tras una breve puesta a punto de los músicos mientras terminaban de afinar. Krisiun vino desde Brasil para que no parasemos quietos ni una sola canción. Y lo consiguieron con creces. Los pogos eran casi continuos, hasta hubo un wall of death que sentimos fuertemente en las primeras filas. Los golpes se sucedían pero el disfrute era tan real y tan brutal, que aguantamos con gusto. Esto sí que fueron unos 45 minutos que podrían haberse alargado más, la gente estaba en éxtasis de violencia desenfrenada y cerveza. El vocalista agradecía canción tras canción a los fans porque sin nosotros, ellos no estarían ahí, además de que bebiésemos mucha cerveza y fumásemos mucha marihuana; hablando en un casi perfecto castellano todo el rato y muy cercanos al público. Junto a su maravillosa y cañera versión del icónico clásico del heavy metal Ace of Spades de Motorhead (un bonito homenaje), Combustion Inferno, Descending Abomination y Vengance Revelation entre otros temas.
Ahora no sólo nos merecíamos el descanso, sino que físicamente lo necesitábamos, pero ya íbamos a ir acabando la noche con las grandes estrellas de la velada. Desde los confines más profundos y siniestros de la antigüa y lejana Grecia, con una puesta en escena muy teatral, intro y humo y por fin aparecían. Ataviados con sus característicos trajes al más puro estilo Vlad el Empalador, Septicflesh hicieron acto de presencia para cerra un show redondo. Al principio tuvieron algunos problemas técnicos de
sonido con las guitarras, ya que el sonido era demasiado acoplado, pero se solucionó en seguida y empezamos con la presentación de su último disco, Codex Omega. Algunos de los grandes temas que pudimos disfrutar aquella noche fueron por supuesto, Anubis, Martyr, Communion, Prometheus y The Vampire from Nazareth. Durante el concierto, Seth, el vocalista, estuvo presentando todos los temas y animando (más aún si cabe) al entregado público que tan bien los acogieron aquella noche en una sala llena hasta los topes. Los guitarristas no paraban de hacer headbang entre el humo y los contraluces. Francamente, toda la noche se nos hizo demasiado corta, todas las actuaciones te dejaban con un ansia brutal por querer más. Los griegos apenas llegaron a la hora y cuarto de espectáculo.
Finalmente y a pesar de la estrecheza de horarios, pudimos disfrutar de cuatro bandazas, con grandes nombres y algunos que legarán a serlo sin duda alguna. Todos los asistentes se lo pasaron en grande, la violencia y la brutalidad entre asistentes y músicos formaba una alianza perfecta aquella noche primaveral donde hacía calor tanto dentro como fuera de la sala, pero aquello no nos detuvo. Además de músicos agradecidos y que correspondían a los fans que querían fotos y firmas a la salida en los puestos de merchandising, incluso junto al acabar de bajarse del escenario y esas cosas, no las hacen todos los músicos…¿Qué mejor forma de acabar una semana y que de comienzo la primavera?