«Desesperación y muerte… Paz y tranquilidad»

Crítica escrita por Hallvardr

Doom/Depressive Black Metal – Australia

Andrew Derksen es el único integrante de esta one-man band que acaba de lanzar su primer proyecto, totalmente autoproducido. Thy Suffering es un disco que mezcla las velocidades (o lentitudes mejor dicho) del Doom Metal y las letras depresivas del Depressive Black Metal, llegando incluso al Funeral Doom.

Como buen fan que me considero del Depressive Black Metal, y sobre todo del Depressive Suicidal Black Metal, no he podido evitar pensar en grupos como Happy Days, Shining, Thy Light, Hanging Garden, o incluso Dreariness, pues todos ellos son muy similares, exceptuando a Dreariness, que tiran más hacia el Depressive Suicidal Blackgaze. No obstante, Andrew ha sabido desmarcarse de todos estos grupos gracias el elemento Doom del disco, canciones muy largas, a un tempo muy lento, y compuestas de apenas cuatro frases. Todo ello suma un gran disco, que ya es de por si un gran trabajo, y que además está grabado y masterizado por el propio Andrew, un chaval de apenas 17 años.

El disco como tal, se podría escuchar sin cortes entre canciones  y no nos enteraríamos, es todo una marcha funeraria de casi 50 minutos, donde abundan los versos tristes y los guturales agónicos, contrastados a veces con la inclusión de violines, piano y órgano.

El disco abre con “Thy Suffering”. Podríamos dividir la canción dos mitades, estando la primera  compuesta por unos coros, 3 notas agudas de guitarra repitiéndose cada varios segundos y una batería muy básica. Hacia la mitad del tema (dura 8 minutos), hace un corte con un punteo muy grave y vuelve a la ecuación inicial. Un buen tema para empezar. Lento, pesado y con aires melancólicas gracias a esos cambios de altura en las escalas.

El segundo tema es “Funeral”. Un tema que empieza como muchos otros del Doom Metal, pero que a mitad rompe con un dúo de piano haciendo acordes y un violín tocando una melodía bastante triste, para luego volver al riff inicial hasta el final, donde solo toca el piano.

“Man of Solitude” de tan solo 4 minutos se antoja como el tema más corto, comenzando con un órgano, unas notas muy largas y espaciadas de guitarra con un fondo de acordes  unos guturales muy lejanos, todo ello muy conexo con la letra:

“I’m Just A Man of Solitude

Bleak Memories

Take Me Away

To A Pit Of Despair

Lost And Stranded

Solivagant”

La cuarta canción del disco es “Let Them Crows Sing”, y creo que la mayor sorpresa de este tema es el “exceso” de letra en contraste con el resto del disco, letra la cual cobra protagonismo al tratarse casi de un llanto y de un clamor a la muerte más que de una canción en sí y dejando a los instrumentos como una mera reminiscencia que nos hace acordarnos de que se trata de una canción.

“Suicidal Desire” es el tema más largo, llegando a los 9 minutos, y a pesar de su escasa letra, quizás sea de los temas que más me ha transmitido. En este punto del disco los guturales evolucionan y se vuelven más difíciles de entender, haciéndome dudar de si son simples gritos o si realmente está diciendo algo, como si fuera el viento aullándome a la cara. El órgano está presente durante casi todo el tema, el cual es también el más marcado de todos, si bien sigue siendo igual de lento y adornado con melodías tristes de guitarra a mitad y final del tema, el cual acaba con un irónico “Goodbye”. Este tipo de detalles me encantan.

“Insidious” es la sexta canción del disco. Una sorpresa instrumental, pero no por ello carente de la esencia depresiva que transmite el disco en conjunto. Un tema realmente precioso, que a los más jugones nos recordara a Alice Madness Returns. Clara predominancia del piano y el violín que toman las riendas de la canción con una batería de base no siempre presente y una guitarra que aparece en momentos muy puntuales. Un tema sin duda digno de una banda sonora.

Acabamos con “These Angels Carry Me Home”. La canción sin duda más hermosa del disco, pues toda la introducción es un llevada a un ritmo clásico de Doom, adornado con llantos guturales de angustia, pero a mitad, todo se vuelve un dúo de piano y voz, y es donde Andrew empieza a cantar y se atreve con el limpio, narrando en la distancia toda la letra del tema, transmitiendo esa calma tan necesaria, acabando con la voz de Andrew desvaneciéndose en la lejanía. Nuevamente la atmósfera totalmente funeraria al principio del tema, donde, como bien dice el título, los ángeles le llevan a su nuevo hogar… Podemos concebir este tema desde una vista omnisciente, donde la melodía acompaña a los que lloran la desaparición del ser querido, pero este les tranquiliza haciéndoles saber que ahora se siente en casa.

La portada es simple, quizás no tan “depresiva” como en muchas otras cosas que he visto. Se trata de  una foto en blanco y negro, envejecida, con una estatua de un ángel sosteniendo su propia cabeza cortada sobre sus hombros, con las letras tanto del grupo como del disco en caligrafía elegante y clásica.

El disco es maravilloso en líneas generales, con un Doom muy bien definido, y donde las letras transmiten mucho pesar. No es un disco para todos los públicos, pues su lentitud puede hacerlo pesado y difícil de escuchar, pero si eres capaz de oír más allá y percibir los sentimientos que pretende transmitir, te prometo que no te vas a sentir indiferente y debo decir que para tratarse del primer trabajo de un chaval de 17 años y hecho totalmente por él, el disco desborda excelencia.

While The light Remains es:

Andrew Derksen

Canciones:

1 – ‘Thy Suffering’

2 – ‘Funereal’

3 – ‘Man of Solitude’

4 – ‘Let Them Crows Sing’

5 – ‘Suicidal Desire’

6 – ‘Insidious’

7 – ‘These Angels Carry Me Home’

 

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