“Blackie sigue siendo la Ley, vuelve el Ídolo”
Crónica y fotos by Crom
Llegué a la sala poco antes de las 21h, al enterarme, algo triste porque tenía ganas de verlos, de que el concierto comenzaría más tarde porque Beast in Black, la banda del guitar hero y ex-Battle Beast Anton Kabanen, no tocaría porque su furgoneta les dejó tirados. Una lástima porque su disco debut “Berserker” salía al día siguiente, pero yo ya lo había escuchado y sonaba genial… otra vez será. Pero eso no mermó los ánimos del abundante y expectante público congregado a esas horas, que creo no exagero si digo que alcanzó las mil personas. Todo un éxito esta apuesta de Madness Live! por traer a W.A.S.P. a tierras murcianas, y yo me alegro mucho de ver la sala así de llena.
Re-Idolized: The 25th Anniversary of The Crimson Idoles el nombre de la exitosa gira de WASP en el aniversario del mítico disco conceptual que grabó en el ‘92, centrado en la historia de Jonathan Aaron Steele, y que va reeditar este mismo año, remezclado e incluyendo la película que originalmente debería haber acompañado el lanzamiento, y que 25 años después por fin va a ver la luz como siempre quiso Blackie Lawless.
El escenario contaba con dos pantallas laterales y una más grande al fondo, destinadas a reproducir la película completa durante la actuación. La expectación era grande y el público se activaba cada vez que algún pipa aparecía sobre el escenario, para comprobar el sonido de alguno de los instrumentos o ver que todo estaba en su sitio, cada detalle cuidado.
Cuando por fin la banda apareció sobre el escenario la euforia de sus fans se desató, los acordes de The Titanic Overture ya resonaban en la sala, las pantallas sincronizadas mostrando las imágenes y voz en off de la película, en perfecta sincronía con la música que se desarrollaba sobre el escenario. Jackie muy concentrado, tenía mis dudas sobre su voz pero estuvo simplemente fantástico. El vocalista no estuvo especialmente comunicativo durante la escenificación de “The Crimson Idol”, volviéndose hacia el batería o alguna de las pantallas cuando no tenía que cantar, en gran parte por estar centrado y no perder esa sintonía con la proyección, todo estaba medido.
El concierto seguía desarrollándose, el público (yo mismo) encantado, cuando llega para mí la mejor canción del álbum, y a juzgar por la reacción del público, de muchos: Arena of Pleasure, bestial! que supone el fin del tiempo para estar en el foso haciendo fotos. Hay fotógrafos que esta limitación de tiempo les molesta, yo lo entiendo perfectamente porque he sido (soy) público muchos años, la música es para ellos, pagan sus entradas y quieren ver a sus ídolos e interactuar con ellos, y a veces nuestra presencia en primera fila les priva de visión.
¿Qué puedo decir cuando escucho el sonido de motosierras y esos riffs tan conocidos de Chainsaw Charlie (Murders in the New Morgue)? que estoy disfrutando de lo lindo. Si Blackie no interactúa demasiado con el público a Doug Blair, el guitarra solista, le encanta ejercer de protagonista y, además de deleitarnos con unos grandes solos a las seis cuerdas, no deja de gesticular y mostrar su talento al público. A estas alturas el público está entregado, The Crimson Idol, como buen álbum conceptual que es, está compuesto de algunos cortes extensos en el tiempo (aunque para nada se hacen monótonos), pero también contiene temas más directos y dinámicos como Doctor Rockter, otra de mis preferidas del disco, o I Am One.
Llega uno de los momentos especiales de la noche, porque es una canción lenta pero emotiva, en la que Blackie transmite con esa voz desgarrada, que pone el vello de punta, me encanta. El final llega con la extensa The Great Misconceptions of Me, con multitud de registros y cambios de ritmo, y Blackie nos deja más que satisfechos… aunque no del todo, todos sabemos que el concierto no termina aquí.
Una descanso, como el comensal gourmet que toma un sorbete de limón entre comidas para degustar mejor los platos, para poner fin a esta velada con tres temas de la dilatada carrera de W.A.S.P. Los elegidos son L.O.V.E. Machine, un clásico; una menos esperada Golgotha, teniendo en cuenta que hay muchas otras canciones imperdibles en su discografía; para concluir con I Wanna Be Somebody, que vuelve locos, literalmente, al público, como no podía ser de otra manera. En este “alargue” vemos a un Blackie que interactúa más con el público, que busca nuestra participación, sin las restricciones del “guión” al que debía ceñirse en el resto del concierto. Grande Lawless, desde luego eres alguien para todos nosotros.
The Crimson Idol
The Titanic Overture
The Invisible Boy
Arena of Pleasure
Chainsaw Charlie (Murders in the New Morgue)
The Gypsy Meets the Boy
Doctor Rockter
I Am One
The Idol
Hold on to My Heart
The Great Misconceptions of Me
Encore:
L.O.V.E. Machine
Golgotha
I Wanna Be Somebody