«Un bofetón de furioso metal, hip hop y protesta»
Crítica escrita por Butch
Estados Unidos – Rapcore/Post-hardcore
Qué ganas tenía de echarle el oído a una banda que me pusiera en pie, que me hiciera querer gritar contra el sistema, que me diera ganas de patear el culo de un banquero o alguna chorrada de esas. Esa rabia, propia del heavy metal de los 80s, se diluyó hace ya mucho en nuestro querido ruido, habiendo derivado hacia el hip hop, el rap, u otras perversiones que no nos interesan, por suerte para nuestra salud mental. Y esto nos lleva a THE FEVER 333.
El combo de Inglewood, California, formado apenas en 2017, cuenta con tres componentes, y no parece, a tenor de los clips y el ruido atroz, necesitar mucho más. Y en su manifiesto de inicio de andadura, ya publicaron esto… “A los cansados, a los frustrados, a los valientes, uníos a nosotros”. Mola cómo suena, aunque quizá no diga mucho, ¿no?. Pues esto nos trae el sello Roadrunner Records.
Para situar al lector, estos tres piraos montan lo que podría ser lo más cercano musicalmente a los primeros RAGE AGAINST THE MACHINE, cuando el venerado Zach de la Rocha zurraba almas, con una ligera mezcla de LINKIN PARK por momentos. Todo un homenaje al nü con momentazos cercanos al hip hop (no en vano hicieron el clip de su “Made In America” con el rapero Vic Mensa). Aunque se codean con mierdas como Blink 182 o Bring Me The Horizon y zarrapastrosos de esos, no te dejes llevar por la desesperación. Esta gente tiene el gen de la rabia que ya disfrutamos a lo bestia con, por ejemplo, Body Count.
No digo nada más que esto; Escúchate el clip adjunto de “Burn It”, y saborea la atmósfera, y luego recuerda que en su cortísima carrera ya llevan en la saca un Grammy, por “Made In America”.
Hay vida después de la muerte de Chester, Kurt, Paul Gray, y la desaparición de Zach. Y es tan ruidosa que te dejas parte de ti en la taza del váter. Del cuello ni hablo.
Ah, por cierto, si no se cancela el festival, los verás en el Download Madrid.
Y estos señores son;
Jason Butler a la voz
Stephen Harrison a la guitarra
Aric Improta a las baquetas