“La justa cantidad de Doom para convencer a los Dioses de que puede ser una filosofía de vida.”
Crítica escrita por Luishard
Amigos de Dioses del Metal, Apolo, el mensajero de los seres inmortales, me ha dejado en mi oscurecida cueva el segundo trabajo de los griegos Sorrows Path, con el nombre de Doom Philosophie. Su primer álbum, The Rough Path of Nihilism vio la luz en 2010 y tenéis razón, que difícil se hace sacar discos para algunos.
Fundada en 1993 por Takis Drakopoulos (bajo) y Kostas Salomidis (guitarra), atesoran años de historia en donde no falta el infortunio. En el otoño de 1995 Takis muere trágicamente de una grave enfermedad cerebral. Por si eso fuera poco, en el cambio de milenio el cofundador Kostas estaba prácticamente paralizado por un problema cervical. No fue hasta cinco años después cuando se pudo recuperar lo suficiente para seguir guerreando, finalizando ese año con cambio en la batería al incorporarse Fotis Mountouris. Musicalmente el año 2009 significó la deriva hacia un sonido más pesado y sólido, gracias a la incorporación del guitarrista Giannis Tziligkakis, llegando a su definitiva expresión en este Doom Philosophy.
El lanzamiento, bajo el sello Iron Shield records, fue el pasado 12 de Septiembre y dado lo escuchado, seguro que gustará a sus seguidores. Con una producción muy buena, son once temas con un minutaje total de casi cincuenta y siete, la mayoría entre cinco y seis minutos. Sinceramente, ninguno se me ha hecho excesivamente plomizo, también es cierto que tampoco me he sentido especialmente identificado con alguno. Es decir, no hay temas regulares pero tampoco espectaculares.
El estilo es continuista con respecto a su primer larga duración, desarrollándose una atmósfera profunda pero sin llegar al Hades y pesada pero de baja densidad. Las melodías son en la penumbra, solo alumbradas de vez en cuando por la batería y los potentes riffs destacan por sus afinaciones graves. Si a todo lo anterior le añadimos toques sutiles de Power Metal, el goce espiritual está asegurado. Además, para aumentar el caché, hay importantes colaboraciones como Snowy Shaw (King Diamond, Dream Evil) y el genial guitarrista Edgar Rivera. Y en cuanto a la voz, destacar la limpieza de Angelo y su dolorido timbre de desesperación.
La portada es obra del artista austriaco Lisa Heschl, que ya colaboró para Exodus o Soilwork. Tonos grisáceos y oscuramente luminosa, con el logo chorreante de la banda, un búho que parece estar en el bosque de Hansel y Gretel empieza a notar las primeras notas de la Intro First Beam of Darkness into Light, corto tema de poco más de un minuto y quince segundos, que sirve tan solo para que aumentemos la incertidumbre en espera de Tragedy, que entra pesada como pocas, con la voz de Angelo limpia y clara y en donde Edgar se luce a la guitarra.
A dance With the Dead muestra un Doom más tradicional, con incluso algo de gótico y donde los riffs son recargados con iridio. Los acordes solitarios de guitarra y las voces mesiánicas te harán sonreír. Brother of Life sigue en el más tradicional estilo, con un estribillo poderoso, seis cuerdas talentosas y con un cambio en el 3´29” tan potente como el golpe de un cíclope. Con Everything Can Change la atmósfera se oscurece aún más gracias a esa voz de Snowy Shaw, más sentida y siniestra.
Continuamos avanzando con The King With a Crown of Thorns, que llega con acordes de guitarra acústicos y agradable melodía épica, en una especie de balada que va ganando intensidad a partir del minuto 1´30” y con un solo de seis cuerdas de los que derriban árboles. The Venus and the Moon llega con un torbellino, pero ritmo y melodía se me empiezan a ser repetitivos, aún así sigo prestando atención. Comienza misteriosa Epoasis y volvemos la cabeza hacia otros grandes de los años ’70, que influyeron notablemente en este género. Con melodía cortante y riffs que casi crujen damos paso a Clouds Inside Me, un tema que te engancha por su trabajado estribillo, considero que es uno de los mejores del disco.
Va llegando la noche con Darkness, la más cargante de las once con más de seis minutos, los riffs te recorren al principio sin cesar pero las voces por el minuto cuatro no me convencen y la espera para que termine se me antoja desesperante. Llegamos al final con Damned (O) Fish/LSD, instrumental compleja rayando a veces lo progresivo, con majestuosos y complejos solos de guitarra que dejan un agradable estado de ánimo.
Estos ritmos sin duda me fatigan, pero reconozco que hay talento y el trabajo es bueno, por lo que creo que un 7,25 sobre diez puntos les servirá para que despunten en este difícil género del Metal.
Tracklist:
- Intro. First Beam of Darkness into Light
- Tragedy
- A dance With the Dead
- Brother of Life
- Everything Can Change
- The King with a crown of Thorns
- The venus and the Moon
- Epoasis
- Clouds Inside Me
- Darkness
- Damned (O) Fish/LSD
Componentes:
- Angelo Ioannidis. Vocalista
- Kostas Salomidis. Guitarra
- Giannis Tziligkakis. Guitarra
- Stavros Giannakos. Bajo
- Fotis Mountouris. Batería