“Nuevo disco, nuevas ideas y nuevo sonido y todo de buena calidad”
Nueva entrega de los chicos de Maryland, después de varios retrasos y cambios que sin duda no han hecho más que impacientar a sus seguidores para hacerse con lo nuevo. Todo comenzó a finales de 2013 cuando anunciaron su próximo lanzamiento, “Juggernaut”, el cual vería la luz a finales de 2014. Sería un disco totalmente conceptual con varios personajes y que traería la novedad de un nuevo sonido, estilo y producción.
En verano de 2014 anuncian que tienen más material que el esperado para publicar el disco, por lo que deciden dividirlo en dos partes. La primera vería la luz en noviembre y la segunda a comienzos de 2015. Entrados en noviembre, los problemas con la post producción son muy evidentes, con lo que finalmente deciden publicar las dos partes unidas en un disco doble que vería la luz en enero de 2015.
Así, hoy día ya tenemos en nuestras manos la tercera obra de Periphery, compuesta por un total de 17 temas divididos en dos partes: “Alpha” (con 10 canciones) y “Omega” (con las 7 restantes) y 80 minutos de duración total.
Entrando en materia, que no es poca, de primeras podemos intuir lo que va a sonar. Me refiero a las portadas, “Alpha” se muestra, cómo decirlo, más abierta y alegre, mientras que “Omega” es más oscura y lúgubre. Como si dijéramos, “son como la noche y el día”. Pues efectivamente, al escucharlos me ha dado también esa sensación.
“Alpha” comienza y termina de una forma lenta, no como nos han venido acostumbrando en los dos discos anteriores, aquí me resultan más parecidos a lo nuevo de Skyharbor. Una música más calmada olvidándose de la furia del djent, sin embargo la agresividad no se pierde, como se puede notar en la parte vocal. “A Black Minute” y “MK Ultra” son temas completamente progresivos, así como los dos últimos, la instrumental y corta “Four Lights” y “Psychosphere”. En este caso las composiciones se notan cambiadas, como ya nos advirtieron en “Clear” del pasado año, pero también el sonido de la nueva producción con el que van desde Dream Theater hasta Messhuggah pasando por Textures.
Claros abiertos para rememorar sus comienzos en la música se abren para ofrecernos temas más agresivos pero a la vez suaves en la composición, como en “Alpha”, “22 Faces” y “Rainbow Gravity” aunque sin llegar a reventar los altavoces, creo que les falta un poco más para lograr ser temazos. Aun así, estas tres, que además están seguidas las considero las mejores. Aunque tampoco hay que desmerecer a “Heavy Heart”, muchos pueden pensar que es alusión a los germanos Accept y su “Metal Heart”, pues no tiene nada que ver. Esta canción me ha gustado mucho, en la que predominan las guitarras sin distorsión y voz limpia sinceramente inmejorable.
“The Scourge” es totalmente parecida a “This Time Is Personal” de 2012 pero que la hace de ese disco por la historia y la producción, debió ser de las primeras que compusieron.
Nos adentramos en la oscuridad de la noche con “Omega” nada más escuchar “Reprise”, tema lento y lúgubre que recuerda a Opeth de los primeros años o a segmentos de Evergrey en la parte vocal. Sin embargo tan solo estamos a punto de descubrir que el metal progresivo todavía tiene cuerda. “The Bad Thing” y “Graveless” son temas muy activos en todo momento, más oscuros y con voces guturales y agresivas más abundantes que en el anterior, los ritmos de batería y bajo son muy buenos. Aquí se nota el claro parecido con su banda amiga Born Of Osiris, sobre todo en los ritmos de las guitarras.
También hay tiempo para el descanso, como “Priestess” y “Hell Below”, mucho más experimentales que el resto. Sinceramente creo que en estas dos se nota totalmente la razón por la que sacaron a la calle su anterior mini álbum “Clear” (en el que cada miembro del grupo componía una canción). Se pueden notar muchas ideas conjuntadas en los dos temas, que aparentemente son incompatibles pero terminan haciendo agradables las canciones. Ésta última termina con piano, es la primera y única vez que se puede escuchar este instrumento como elemento principal en sus canciones.
Solo quedan dos canciones para acabar y da la casualidad que son las dos más largas. Muchas veces se dice que las canciones largas son las mejores, pues no estoy de acuerdo, en este caso se cumple al cincuenta por ciento. La primera es un verdadero bombazo, la cual de título al disco, “Omega”, lo tiene todo, partes rápidas, lentas, solos, ritmos alocados para dejarse las cervicales… pero para terminar deciden dejarle el testigo a “Stranger Things”, que no logra el objetivo de la anterior. Puede ser porque indica el final de la historia y, por tanto, de la segunda parte del disco, pero, sin llegar a ser un mal corte, no logra llevarse al público al bolsillo.
En definitiva, “Juggernaut” es un buen disco, pero que le falta un toque más de personalidad para ser perfecto. Si tengo que elegir una canción de cada disco elijo “Heavy Heart” y “Graveless”, creo que son las que mejor definen lo descrito en la crítica.
Nota: 7,6 sobre diez.
Canciones
Alpha 1. A Black Minute 2. MK Ultra 3. Heavy Heart 4. The Event 5. The Scourge 6. Alpha 7. 22 Faces 8. Rainbow Gravity 9. Four Lights 10. Psychosphere |
Omega 1. Reprise 2. The Bad Thing 3. Priestess 4. Graveless 5. Hell Below 6. Omega 7. Stranger Thing |
Periphery
Misha Mansoor – Guitarra solista, programación y sintetizadores
Adam Getgood – Bajo
Jake Bowen – Guitarra rítmica y coros
Mark Holcomb – Guitarra rítmica
Matt Halpern – Batería y percusión
Spencer Sotelo – Voz