Pallbearer - Mind Burns Alive (2024)

“Una mente que necesita más combustible para poder arder”

Crítica realizada por ElyAngelOfDeath

Doom Metal – Estados Unidos

Los norteamericanos, Pallbearer, están de vuelta este año con nuevo material debajo del brazo. Se trata de su nuevo álbum de larga duración, que lleva por nombre “Mind Burns Alive” y se convierte ya en el quinto de su carrera musical. El plástico, fue lanzado el 17 de Mayo, a través del sello discográfico Nuclear Blast Records.

Este trabajo comienza de manera bastante curiosa con la canción Where The Light Fades, ya que se trata de una composición muy edulcorada en todos los sentidos. Nos encontramos con un tema no solo de carácter melódico en su totalidad, sino que además, no se aprecia apenas nada de la influencia del Doom Metal a lo largo de toda la composición, salvo por esos tintes algo más melancólicos en algunos instantes. La verdad, es que no es una buena forma de engancharte y que incite al oyente a seguir escuchando el resto del álbum. Ya el segundo lugar lo ocupa el corte homónimo, Mind Burns Alive, donde empezamos a vislumbrar una sonoridad más potente y pesada a partes iguales. El influjo del Doom, empieza a hacer su aparición por fin; donde nos encontramos una atmósfera de lo más densa que envuelve al conjunto estadounidense desde el principio hasta el final de la pista. Las cuerdas, están rebosantes de brío y vigor en todo momento, mientras se les une una batería de lo más fornida. La guinda al pastel la pone el frontman, que sigue deleitándonos con unas cuerdas vocales muy melodiosas y hasta “apagadas”, que aportan misterio y lobreguez a la pista. A lo largo de toda la canción, la formación, nos llevará por diferentes paisajes sonoros, en los que muestran sus grandes habilidades a la hora de componer. Éste por ejemplo, si es un tema que a pesar de que Pallbearer se lo lleva hacia su propio terreno sobretodo en las partes más aplacadas, sí que despierta interés y nos quita un poco ese sabor tan amargo del principio.

Continuamos con Signals, donde se mueven nuevamente por esos sonidos tan aplacados y sosegados. Aunque, a medida que avanza el corte, los ritmos se aceleran y esa sonoridad se vuelve más combativa, dando paso así, a la naturaleza propia del Doom Metal. Lo cierto, es que es una pista dinámica a su manera, en la que a pesar de apreciar los elementos sonoros propios de este género musical, la agrupación norteamericana también deja entrever una faceta algo más esperanzadora como llamativa. Endless Place, se convierte en la canción más larga de este nuevo larga duración con sus 10:39 minutos de duración. En ella, Pallbearer, no tienen miedo de sumergirse de pleno en las corrientes más puras del Doom Metal, donde de nuevo, transportan al espectador por un sinfín de paisajes sonoros, en los que predominan la fuerza y la brutalidad de dicho género. E incluso, las cuerdas vocales del frontman toman unos tintes más oscuro y en algunas partes hasta desprende una garra de lo más acertada. La melancolía y el pesar tampoco se quedan en el olvido en este corte. Seguimos de la mano de Daybreak, donde la calma vuelve a asentarse una vez más en este disco. De nuevo, a mitad de la composición, la banda vuelve a darnos algunas muestras de potencia y vigor, aunque sin excederse demasiado para mantener todo ese “sentimentalismo” que ya habían mostrado al inicio de la pista. Echan el cierre a través de With Disease, que destaca también por su duración tan larga. Esta vez, Pallbearer, no deleitan con unas guitarras de lo más hábiles, que se llevan todo el protagonismo desde el primer segundo. También, nos ofrecen un constante cambio en los ritmos, lo que da lugar a fragmentos que mantienen ese dinamismo tan llamativo que le hemos escuchado en temas anteriores. Todos los elementos sonoros propios del Doom, están presentes a lo largo de todo el corte, aunque los llevan hacia su propio terreno, otorgándoles así parte de su esencia.

Lo cierto, es que es un disco que te deja muy frío. La mayoría de las pistas son demasiado flojas en el sentido de que son muy edulcoradas y pierden parte (por no decir que casi toda) la esencia auténtica del Doom Metal. Solo hay dos canciones buenas y que despiertan interés a lo largo de todo el álbum.