“Una obra de épicas dimensiones que revolucionara el prog de este año”
Crítica escrita por Tony Barrios
Desde que descubrí esta banda de Malmoe, a finales del 2002, gracias a su estratosférico «Entering The Spectra», y para qué negarlo, gracias a la voz de uno de los cantantes que más me ha marcado, el gran Goran Edman, que junto al bajista Jonas Reingold comandan este proyecto. Con el paso del tiempo se ha unido otra de las bases de este proyecto, me refiero al teclista Lalle Larsson, que entró en el proyecto en el disco «Who’s The Boss In The Factory» del año 2008.
La propuesta y la inspiración del disco consta sobre Carl Sagan y sus estudios del espacio sobre lo pequeños e insignificantes que somos en el universo. Como bien explicaba Reingold en una entrevista reciente sobre este trabajo “es fascinante pensar que tan sólo somos un pequeño punto en todo el espacio y será lo único que seremos siempre. Eso nos da una perspectiva real de lo que somos y creo que adecuada para tomar buenas decisiones”. Por eso el título del disco DOT (punto).
El disco abre con la canción que da título al disco Dot con unos interesantes efectos producidos por el sintetizador de Larsson sobre sonidos cósmicos y que sirve de apertura para la obra magna God The Universe And Everything Else No One Really Cares About Part. 1, que es un tema de casi 24 minutos y contiene todo lo que una canción epica del estilo prog debe tener. Es como una banda sonora de una nave que investiga el cosmos, descubriendo peligros, misterios, belleza, caos y revelaciones. Las notas del piano y el bajo nos introducen lentamente en esta pieza arquitectónica para dar paso a la voz majestuosa de Edman. El tema maneja aspectos más pesados y hasta barrocos, al dar paso a sonidos con flautas, guitarras y varios instrumentos más. Las referencias a la via lactea, el polvo cósmico y cargado de mensaje sobre la humanidad, es parte de la referencia en esta canción La canción transita en partes mas jazzisticas con un teclado frenético que deja paso a un coro de voces comandadas por Alex y Norah Reingold, junto con Christine Lenk, que armonizan la canción hasta que el final instrumental pone el colofón a un tema de la marca Karmakanic.
Seguimos con Higher Ground es una preciosa pieza de Prog melódico, donde la voz brillante de Goran Edman copan el centro de atención Aunque cada músico es un virtuoso de gran calidad, no podemos ignorar la excepcional voz de Goran en este tema, que brilla por luz propia. En este tema no solo la voz brilla, sino que el contexto del grupo apoya la mención de cada frase o nota con un conjunto excelso, que hace brillar un tema excelente. Llegados a este punto pienso que Karmakanic, difícilmente seria lo que es sin su voz, pues ese punto de calidez le da un brillo especial a la banda, y puedo atestiguar, que una vez visto en directo, este grupo no serviría de mucho sin ninguna de las tres piezas fundamentales. El tema es muy trascendental pues plasma la situación de una vida mejor con la libertad que se merece el ser humano. Continuos cambios de ritmo y con argumentaciones musicales excelsas que apetece escuchar varias veces para saborear las exquisiteces que nos ofrecen estos magos de la música progresiva. Y como bien narra Edman antes de despedir la canción “Aquí estamos en tierra de nadie”.
La cuarta canción Steer BeThe Stars es uno de los puntos culminantes del disco. Un tema melódico prog-pop, rico en armonías y brillante instrumentación, basada en una premisa de no complicarse en exceso. Es tan perfecto, que la finalización acapella tan armónica, le da un contrapunto brillante y precioso.
Travelling Minds inicia con el bajo de Reingold inconfundible, y recoge muchas de las premisas que Carl Sagan promulga en sus libros y manifiestos, y la letra de esta canción posee claros y absolutos alegatos a ese aspecto. “Estamos soñadores, estamos solicitantes, estamos viajando … Estamos viajando rápido en el camino de la desolación. Pero tenemos una opción … Compartamos un poco de luz … rechacemos la noche”. Un movimiento grande, sinfónico e intensamente movido.
Y llegamos al último tema, con God The Universe And Everything Else No One Really Cares About Part. 2 que completa este asombroso viaje de introspección con una reflexiva sinfónica en el tema central del tema. Similar en ese espacio a los movimientos del teclado de la parte 1. Un tema intenso y emotivo que te sensibilizara en exceso, hasta ponerte la piel de gallina en muchas partes del tema. La canción es rica en melodía y grandiosa en composición, y es el punto final apropiado a un disco, que como casi todos los que han creado estos genios, no pasará desapercibido para los amantes al prog. Más cercano al sinfonismo actual.
Este disco lo posee todo. Lleno de complejidad, sifonía y melodía, descansos y mucha luz. Tiene todo y cada paso sorprende más y mas, jugando con los estados de ánimo, y cuando piensas que has captado el ritmo y el aspecto del disco, te vuelven a sorprender de nuevo para que no pierdas un ápice de atención en cada movimiento. Y como bien rezan en el disco, gracias a la sapiencia filosofal de Reingold y de la boca de Edman “Somos todo, apenas nada”.
Canciones:
- Dot (1:03)
- God The Universe And Everything Else No One Really Cares About Part. 1 (23:46)
- Higher Ground (10:11)
- Steer By The Stars (4:23)
- Traveling Minds (4:59)
- God The Universe And Everything Else No One Really Cares About Part. 2 (5:58)
LineUp:
Göran Edman / Voz
Jonas Reingold / Bajo
Morgan Ågren / Bateria
Nils Erikson / Teclados y voces
Lalle Larsson / Teclados
Krister Jonsson / Guitarras
Andy Tillison / Hammond órgano
Escrito por Toni Barrios