JT Ripper – Depraved Echoes And Terrifying Horrors (2016)

“Violencia mugrienta”

Crítica escrita por Luishard

Amigos de Dioses del Metal, aquellos que solo se mueven en el submundo under, llamados “Los auténticos”, pueden que ya hayan escuchado este álbum porque fue lanzado en formato casette en octubre del año pasado por el sello Into Dungeons con una tirada limitada a 200 copias. Iron Shield Records es el responsable ahora de sacarlo en formato CD, concretamente el pasado 22 de julio, catalogando el estilo como Thrash Black Metal.

Tras escucharlo un par de veces pienso que este trio debe haber abusado de los cereales transgénicos en sus biberones porque decantarse por un estilo extremo e interpretarlo de una manera tan retro no lo hace cualquiera, yo creía que el disco era de 1980. No solo por la inspiración compositiva sino que también la sucia producción ahonda en ese sentido.

JT Ripper es una banda alemana (Chemnitz, Saxony) que nació en 2010 y hasta este disco solo tenían la demo Death Is Among Us (2012). Sin complejos por los que les preceden nos invitan a cubrirnos de mugre con esas 9 pistas y 37 minutos de Thrash/Speed/Black Metal, pero del que te diluye el cerebro como una licuadora, con cero concesiones a florituras elegantes. Aquí solo hay decibelios dañinos a mentes fláccidas o complacientes, generosamente envueltos en una manifiesta agresividad, veloces y furibundos, sucios y cochambrosos, Thrash de la vieja escuela alemana ochentera tan influida por el Punk de los suburbios. Hasta la portada destila dichas sensaciones.

Estamos ante un trabajo situado en el ojo del huracán de Slayer, Venom, Necronomicon, Sodom, Kreator y Destrucción, pero en plan primitivo, es decir, que aún hay camino por recorrer y es que el exceso de aire retro y tanto “más de lo mismo” le hacen ser en conjunto demasiado monótono. Puede que hasta alguna vez se piensa eso de “¿no la he escuchado ya?”, porque no todo lo supera la actitud, el esfuerzo por ser agresivos, la ambientación punkarra o la rasgada voz de Steffen.

Le damos a la primera, Black Death, que tras unos segundos de banda sonora de película de terror serie B nos lanza a la cara un escupitajo de lo que nos vamos a encontrar en todo el trabajo. Como en Seven Comandments, de igual rítmica y cuyo riff base es hermano gemelo del anterior tema. ¿Y del resto?, todo clónico en velocidad y en ambientación sónica, salvo la instrumental Darkest Minds, cuyos desvaríos de seis cuerdas pueden llegar a enloquecer al más cuerdo.

JT Ripper ha sacado de las profundidades del averno el álbum Depraved Echoes And Terrifying Horrors, un pelotazo primitivo que seguro será una catapulta para esta banda. No hay temas “reguleros” pero ninguno destaca, así que la media de mis variables a valorar en este estilo sale de 7 puntos sobre diez. Un saludo metálico a todos.