¨¡A tiempo para el Metal!¨

Crítica escrita por Christian Darchez

En apenas 6 años había pasado de todo en el campamento de la doncella de hierro: El alejamiento de Paul Di Anno tras dos discos seminales de la NWOBHM como lo fueron Iron Maiden (1980) y Killers (1981), el comienzo de la era de oro con giras multitudinarias, certificaciones de oro y platino con la llegada de Bruce Dickinson al micro con discazos como The number of the beast (1982), Piece of mind (1983) y Powerlave (1984) y finalmente el celebérrimo Live alter death (1985), primer testimonio de Iron Maiden en vivo. También es menester recordar al guitarrista Dennis Stratton y al fallecido baterista Clive Burr, cuyas salidas hicieron posible las entradas de Adrian Smith y Nicko Mc Brain, grandes baluartes del grupo inglés.

Para 1986, pasada la mitad de aquella época, nuevamente decidió dar un paso más allá para no quedar obsoletos y seguir creciendo tanto musicalmente como en popularidad. Y así, el 29 de septiembre de 1986 llegaría Somewhere in time (el dato inútil: ese mismo día cumplí 3 años de vida! jajaja), que no se apartaba demasiado de lo que venían haciendo, solo que esta vez se incluían teclados y sintetizadores en algunas canciones, además de un sonido bastante digitalizado acordes a los tiempos que corrían. Otra cosa que llamó la atención de los fans y de la prensa fue que la portada, de carácter futurista bien comiquera, no solo le rendía tributo al film de ciencia ficción Blade Runner del gran Ridley Scott sino por la cantidad de referencias a la historia de Maiden que había en la misma, desde discos anteriores, canciones, aspectos de la vida real de los integrantes y sus fuentes de inspiración. Contando también la apariencia robótica de Eddie, la mascota del grupo e icono total del Heavy Metal en general. Gran trabajo del dibujante Derek Riggs, y viendo lo que es la decepcionante portada de último disco The book of souls, que parece más un boceto que un trabajo terminado, me hace extrañar más a Derek y su arte de comic.

Yendo a las canciones acá viene lo mejor: las guitarras de Dave Murray y Adrian Smith se vieron potenciadas con el sonido de la mezcla, cada riff, machaque cabalgado y solos suenan increíbles, las bases rítmicas del bajista Steve Harris y el baterista Nicko Mc Brain se hacen notar enormemente formando una pared sonora amurallada poderosa y por último, tenemos a ese titán del micro que es Bruce Dickinson y su gran voz de carácter operístico para darle vida a canciones como la inicial y poderosa Caught somewhere in time y su ritmo trepidante y sus típicas cabalgatas marcas registradas de la casa, hasta llegar a otro gran clásico del disco, Wasted years y su punteo inicial terminando en una firme marcha media, en Sea of madness es donde se puede apreciar los ligeros colchones de teclados y sintetizadores dándole mucha melodía a la canción.

La cosa se acelera más con la veloz Heaven can wait y en el comienzo de aspecto climático de la inquieta The loneliness of the long distance runner, cuya letra está basada en un film homónimo de 1962 (y a su vez este se basa en un cuento de Allan Sillitoy). El comienzo asesino de bajo y el acompañamiento de teclados en la pesada Strange in a strange land para hablar de una fallida expedición al polo norte, casi en la misma línea que ¨the loneliness of the long distance runner¨ tenemos a Deja vu con Dickinson tomando matices graves en algunas partes y finalmente llega la tremenda Alexander the great con la frase que el rey de Macedonia, Filipo II, supuestamente le dijo a su hijo Alejandro Magno de tan solo 13 años, ¨Hijo mío, búscate otro reino por que el que te dejo es muy pequeño para ti¨ luego que pudiera montar al fiero bucéfalo, el caballo que nadie había podido doblegar. Es la canción más extensa del álbum aunque no llega a la duración de ¨The rime of the ancient mariner¨ la ultima canción de Powerslave (1984), es mucho más variada en pasajes, melodías apoyadas en las guitarras y los teclados en plan colchón le da álbum un excelente cierre.

Nuevamente la producción de Martin Birch da cátedra, aportándole novedad al sonido con las nuevas tecnologías de la época; muy buena decisión de la banda en no darle mas protagonismo al teclado y los sintetizadores, ya que no los necesitaban para hacer canciones tremendas; solo había que darle variedad al sonido para no quedarse estancados. Lamentablemente, es en este disco donde se abrieron las primeras grietas en las relaciones personales, ya que tanto Adrian Smith como Bruce Dickinson comenzaron a amenazar con abandonar la banda pues sintieron que su labor en el grupo era de simples ejecutores de las ideas de Steve Harris. Algo que luego quedó compensado en Seventh son of a seventh son (1988), donde tanto Dickinson como Adrian Smith tuvieron mayor peso compositivo. Aun con todo eso, la génesis de Somewhere in time no fue tan caótica como la de No prayer for the dying (1990), cuyos inconvenientes se vieron reflejados en el disco.

Y así, Iron Maiden llegaba ¨A tiempo en algún lugar¨ de los corazones de millones de fans de la banda y del Metal en general con uno de los mejores álbumes de su historia.

Up the irons!!!!!.

Formación

  • Bruce Dickinson: voz
  • Dave Murray: guitarra
  • Adrian Smith: guitarra
  • Steve Harris: bajo
  • Nicko Mc Brain: batería

 Track List

01 Caught Somewhere in Time

02 Wasted Years

03 Sea of Madness

04 Heaven Can Wait

05 The Loneliness of the Long Distance Runner

06 Stranger in a Strange Land

07 Deja-Vu

08 Alexander the Great

Oficial

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