“Sin miedo a continuar”

Reseña de Christian Dárchez

Hacía tiempo que tenía olvidada esta sección y como se darán cuenta me volví a cebar con la misma, y mas este año que muchos discos claves o bien algunos cumplieron 40 y otros 30 años como en el caso que hoy nos ocupa, y que para bien o para mal fue clave para entender como se desenvolvería el metal en la década de los 90’ que al principio fue auspiciosa y que luego en su segunda mitad fue una autentica pesadilla para muchas bandas de Rock y Metal. Para esto tenemos que hacer un poco de historia: La doncella del metal no estaba pasando por su mejor momento artístico y de hecho su entrada en los 90’ no podía haber sido mas accidentada con la edición del bastante pobre “No prayer for the dying” (1990) disco en el cual la ausencia de Adrian Smith se notó horrores a nivel compositivo y para colmo de males Martin Birch no le encontró la vuelta al sonido para situarlos en la nueva década y el resultado, mas allá de puestos altos en el Chart ingles, fue una decepción para la gran mayoría de los fans y tampoco contó con el respaldo de la prensa especializada. Las papas se le estaban quemando a su líder el bajista Steve Harris que no solo estaba falto de ideas creativas sino que también tenía que afrontar tensiones internas con el cantante Bruce Dickinson que nuevamente no estaba contento en ser un mero ejecutor de ideas ajenas (Y mas después de debutar como solista con “Tatooed Millionaire” 2 años antes). Para calmar un poco el ambiente, durante el proceso compositivo del disco que hoy nos ocupa, Dickinson tuvo participación activa aunque ya sabemos que esto no fue suficiente, pero como dice el youtuber Magnus Mefisto, “Pero no nos adelantemos”. Este año el disco que hoy nos ocupa también llego a las 3 décadas y es una buena opotunidad para revistarlo.

“Fear of the dark”, noveno disco de Iron Maiden editado el 11 de Mayo de 1992, se caracteriza por tener un enfoque creativo bastante diverso y hasta no muy bien definido que va desde los ataques metálicos a los que los tenían acostumbrados como algunas piezas tirando a un Heavy Rock mas directo y no tan épicos como otrora, aunque si se trata de un disco mucho mejor producido y situado en la época que lo que había sido “No prayer for the dying” 2 años antes. Si bien es cierto que las opiniones para con este disco están bastante divididas con gente que lo considera un discazo y otros que solamente porta 2 temas que son una fija en sus shows, en lo personal es un disco que me agrada bastante pese a que hay instancias que ofician de relleno. Un aspecto que muchos críticos al parecer no notaron es la ausencia de sus cabalgatas guitarreras de otrora como en sus discos clásicos (llámese ese mismo que patentaron en discos como “The number of the beast”, “Piece of mind”, etc.) a favor de un enfoque mas directo en ese sentido y que al menos no veo mal. Eran otros tiempos y había que aggiornarse. Ya desde la entrada con la agresiva y veloz Be quick or be dead con Dickinson nuevamente cantando bien arriba a tope de sus posibilidades (en el anterior disco estuvo mas comedido) con la dupla guitarrera Dave Murray y Janick Gers dándolo todo en los riffs y machaques, la base rítmica hiperkinetica y de reloj del bajista Steve Harris y el baterista Nicko McBrain no dejan huecos por rellenar; otro dato de color es que por esta vez en las liricas dejaron de lado las pelis o los libros de ciencia ficción para hondar en temas mas comprometidos con la realidad, pasando por la bastante rockera From here to eternity con un coro mas propio de AC/DC en el estribillo que aún así funciona en la misma y que a nivel lírico tiene a la ramera Charlotte como protagonista. Luego de eso llega el primer punto de inflexión: la onda climática y lenta de Afraid to shoot strangers con una lírica anti bélica (recordemos: USA ya hacía estragos en el medio oriente, y hoy nos quieren hacer creer que Rusia es una nación a temer) y que luego muta a partes de armonías guitarreras hasta la clásica levantada de velocidades marca de la doncella. Muy buen tema. Fear is the key es un medio tiempo de carácter oscuro y machaque firme que aunque no me llama demasiado su solo es impagable, mas me agrada la muy rítmica Childhood’s end de sonido mas clásico y para su sonido aceleran nuevamente a la hora de darle aire a la canción.

Luego llega la balada por antonomasia del disco: la delicada Wasting love ya que tiene la distorsión justa para no arruinar el clima emotivo de la misma. Bonita, y que seguro algún que otro heavy habrá puesto al momento de estar con alguna chica jejeje. Con The fugitive creo que empieza la seguidilla de rellenos del disco y aunque la intención de hacer un link con el pasado glorioso de la doncella con respecto al riffeo y la velocidad con el uso de teclados de la era de “Seventh son of a seventh son” (1988) con el presente de aquel entonces no le fue en zaga, algo parecido le pasa a Chains of misery que en algunos fraseos se presenta como la prima lejana de “Where eagles dare” pero su estribillo y en sus coros no parece cuajar con dicha referencia. Me animaría a decir que The apparition es la pieza rara del disco: una marcha media con Dickinson cantando sin parar y que tampoco tiene estribillo, el riffeo es casi inexistente puesto que se apuesta a un fraseo pesado, una levantada de velocidad que no pega ni con cola y su solo es de lo mas raro también como también un rulo de guitarra que recuerda a “Ides of march”. Vaya a saber en que pensaban Harris y Gers a la hora de escribirla. Son instancias que aunque distan de ser buenas al menos no dan vergüenza ajena como en “No prayer for the dying” Por suerte la movida Judas my guide encamina al disco hacia la creatividad con una canción sencilla pero muy efectiva. Para el final no puedo decir lo mismo de la muy despreocupada Weekend Warrior que a diferencia de “From here to eternity” está algo falta de gancho y solvencia y para el final tenemos uno de los clásicos de la doncella: Fear of the dark donde prima la velocidad y el riff veloz y con un Dickinson altísimo con su garganta, una de sus fijas en sus shows y que sinceramente me rompe soberanamente las pelotas el “oh oh oh oh oh oaaaaahh” del público en vivo, ya se que a nadie le importa pero lo digo porque se me canta hacerlo jejeje, le da un muy buen cierre al álbum.

“Fear of the dark” al momento de su edición aunque recibió criticas mixtas tanto de la prensa como de los fans que algunos lo adoraron y otros lo despreciaron, a nivel ventas no anduvo para nada mal; de hecho superó en ese campo al disco anterior y logro su tercer “Puesto numero 1” en el Chart ingles en su historia. El ultimo dato de color es que la portada no fue diseñada por Derek Riggs sino por Melvin Grant, vaya a saber el por qué del cambio pero lo cierto es que hoy Derek no quiere que se le pregunte nada con respecto a la banda. Vaya a saber que pasó entre ellos. Después ya sabemos lo que vino: una gira monstruosa por todo el globo y que los trajo por primera vez a mis pagos argentinos en el estadio de Ferro y aunque externamente todo parecía volver a funcionar como otrora, las tensiones entre Harris y Dickinson, que ya a estas alturas quería hacer otras cosas alejadas de los cánones del metal clásico, se acrecentaron en la gira y llegaron a su punto máximo cuando Dickinson anunció su salida de la banda en 1993. Tras esto iniciaba uno de los capítulos mas negros en la historia de la doncella. Como dije anteriormente, en lo personal “Fear of the dark” es un disco que pese a a la presencia de rellenos es un disco que me agrada bastante y es mucho mas acorde a la época que el anterior además de tener canciones muy destacadas en su haber. El resto ya lo saben: UP THE IRONS!

Iron Maiden 1992

Bruce Dickinson: voz

Dave Murray: guitarra

Janick gers: guitarra

Steve Harris: bajo

Nicko McBrain: batería

Tracklist

Be Quick Or Be Dead

From Here To Eternity

Afraid To Shoot Strangers

Fear Is The Key

Childhood’s End

Wasting Love

The Fugitive

Chains Of Misery

The Apparition

Judas Be My Guide

Weekend Warrior

Fear Of The Dark

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