Ópera Rock Orwelliana o parábola de la muerte y resurrección de la conciencia, con imbricada musicalidad en la que quedarás atrapado como en una tela de araña.

By Valkiriana

The Fish Factory nos presenta uno de sus aciertos en este año: el segundo álbum de los gaditanos “Guadaña”.  Un trabajo consolidado, propio de veteranos, aunque esta obra se haya hecho de rogar desde aquel primer “El Grito Del Silencio” en 2012. Sin duda calidad se antepone a fiebre prolífica en las creaciones, para esta banda fundada en 2010. Y a la vista del resultado, les funciona esta meticulosidad en su modus operandi, dado que han fabricado (sin temor a exagerar) uno de los mejores discos del Heavy/Rock español en este 2014.

Espero poder dar una mínima respuesta a la minuciosidad y trabajo volcado en este disco, aunque como siempre que recomendamos alguna escucha, lo mejor es (respetando gustos personales) comprobarlo personalmente.

Solamente la portada daría pie a una reseña entera, y es que nos encanta el trabajo de Fernando Nanderas, quien nunca defrauda: todo un artista en sus diseños, que dan para una exposición. Nanderas sitúa a la protagonista en una ciudad a medio camino entre el futurismo, y las dictaduras militares; con esa referencia, en las banderas, que nos familiariza con símbolos de regímenes fascistas pasados, pero en la advertencia de que la historia se puede repetir. Sin duda ha captado a la perfección el mensaje que ilustra.

Y es que la obra recrea una profecía orwelliana de un futuro nada improbable, marcado por la corruptela, la falsa democracia, la podredumbre política, la vigilancia policial y la restricción de las libertades y el individualismo. Recordando inevitablemente a la novela “1984”, el Gran Hermano que todo lo ve se ha adueñado de las vidas de las personas, poniéndolas al servicio de la Dictadura del Capital. En ese contexto se ubica la protagonista, Thays, quien en busca de un sueño de libertad partirá hacia esa ciudad idealizada -Deryaz- encontrándose con la cruda realidad de un entorno hostil y decadente. La historia narra, en tres partes, la puesta en marcha (Deryaz I), el descenso a los infiernos (Deryaz II), y el renacer, vuelta a la calma y regreso al origen (Deryaz III).

Musicalmente, huye de los trillados esquemas del Power Metal y el Heavy Metal clásico y apuesta por la innovación y la experimentación, adentrándose en terrenos del Heavy Metal instrumental, épico o incluso Industrial: a ratos a la virtuosidad de Symphony X, o a la oscuridad y efectos de Paradise Lost, pasando por estilos más extremos como Angelus Apatrida, son algunos de los grupos a que nos podría recordar; aunque desde mi punto de vista, resultan inclasificables. Sonido denso, compacto, complejo y vertebrado a la perfección en sus numerosos elementos, con esa elaboración musical que me encanta, se empasta de tal forma que suena armonioso y no aturullado al oído. Puede que haya a quien le resulte demasiado pesado o añore un Heavy Metal más clásico o ligero: para gustos colores.

La guitarra de Jacob impone su autoridad con virtuosismo y brillantez técnica y artística, combinando método y destreza con sentimiento y poesía, desplegando riffs potentes y afilados y desarrollando las melodías con maestría. No obstante, se valen en la grabación de músicos colaboradores, para enriquecer el sonido y darle al álbum ese efecto de ópera rock, que presumo perseguían. Ello rubricado por la limpia e impecable producción, así como la solvencia y calidad de las composiciones, dota al conjunto de una excelencia a todos los niveles, que lo convierten (y esto no pasa de una opinión personal) en el mejor disco que he escuchado de Rock español en este 2014.

Mención aparte merece Gloria y Salva, que representan a la protagonista y al narrador y/o maligno respectivamente, capitaneando el barco con destreza y vistiendo las notas con los trajes más bellos del Rock. Sin embargo a nivel personal (todo el que me conoce sabe de mi debilidad por las voces femeninas), no me resisto a destacar la desgarrada voz de Gloria, por la que he sentido especial querencia, y que recuerda a divas como la añorada Azucena, Doro o Bonnie Tyler, entre otras.

Partimos pues hacia Deryaz (“Deryaz I: Partida”) acompañando a Thays en su sueño de realización personal, en su búsqueda desgarrada de la libertad. Deryaz se presenta como la tierra prometida, el paraíso en el que poder escapar de un entorno asfixiante y ser feliz. Tema potente, con rasgos de Rock experimental, en que destaca la intervención de los samples y los cambios de registro en la guitarra.

“La Suerte” narra el desgarro de la protagonista, con este tema duro en su fondo musical y agónico en su tono, Heavy clásico pero con efectos industriales, y marcado espíritu gótico. Thays ve girar la ruleta de su suerte, y debe cambiar de rumbo.

Seguimos con “Rencor”, subiendo en el escalafón de la dureza. Heavy Metal en toda regla pero con riffs originales, innovadores, no reconocibles al oído. A destacar su solo y las filigranas de Jacob con la guitarra. Thays se siente atrapada en el laberinto de un entorno podrido, que la margina por ser íntegra y tener personalidad propia en un contexto viciado de corrupción, como flor en el asfalto. Es así como va desarrollando su “Rencor” interior, que la lleva a no tener otra salida que desear escapar.

Yo Soy La Ley”, recuerda por música y letra, al Heavy español de los 80 (como Barón Rojo, Banzai, Ángeles del Infierno,…) y relata ese Gran Hermano que todo lo vigila, que controla las vidas de las personas. Las libertades han desaparecido, y la dictadura se ha impuesto de forma velada, encubierta de falsa democracia -la más peligrosa dictadura posible-. La individualidad se ha visto anulada y se ha impuesto el imperio de la corrupción. ¿Ficción? En absoluto. Tema que llama a la revolución y la rebeldía.

Promesas Incumplidas” viene marcado por esa alianza de infarto entre doble bombo y guitarra, que eleva tus pulsaciones a la máxima potencia, y va dedicado con todo el cariño del mundo a la falsedad de nuestros queridos políticos.

“Deryaz II: Adrenalina”, abre la segunda parte de o nudo de la historia. Thays se ve lejos de su hogar y, perdida en la falsedad de un sistema donde no encuentra un rasgo de verdad, donde definitivamente no encaja, encuentra vías alternativas de “evasión o escapismo” que no son, a la postre, sino una cárcel peor que la anterior. Las notas de psicodelia que salpican el tema nos dan una pista de por dónde van los tiros. Comienza el descenso a los infiernos para Thays, la espiral de la autodestrucción.

Irrumpe como una descarga de artillería “Más Allá”, de nuevo al unísono batería y guitarra escupiendo Speed Metal, para hablar esta vez del “amigo” hipócrita, traicionero y venenoso.

Llegamos a la soberbia balada “Algo Por Lo Que Luchar”, complejo fondo musical pautado por la preciosa voz de Gloria, saliendo de la soledad hacia la esperanza, hacia la lucha. Todo un renacer y declaración de intenciones.

“Largo Camino”, hacia el final, Thays está viviendo la catarsis, en la que como Aleph se conjuran todos sus demonios y fantasmas dentro de su laberinto interior, del que (aunque no lo sabe y se piensa en lo más hondo del pozo) pronto encontrará la salida. Añorando la inocencia perdida, debe emprender el camino hacia sí misma.

Vamos acabando con “Como Hermanos” con inspiración de Rock & Roll y Rockabilly e inquietante final. Thays ha subido de los infiernos y conoce la fuerza que sólo se tiene cuando, como Ave Fénix, has caído en el barro y has resurgido de las cenizas. Es una Thays más madura y dueña de sí misma, que vuelve a sus orígenes, pero esta vez avanza con paso firme.

Cierra la prodigiosa “Deryaz III: El Regreso”. Con el retorno al punto de partida, llega el desenlace de la historia, deviene el renacer, la sanación, el aprendizaje y el crecimiento; la Paz. A fin de cuentas no es sino una parábola de lo que implica la esencia misma de la vida.

En definitiva Heavy Metal poderoso y contundente, clásico pero con vocación claramente innovadora, y el dibujo de un paisaje que hemos visto en varias novelas y películas de ciencia ficción, los cuáles no eran sino proféticos de una realidad que ya tenemos encima. Poco o nada me resta por decir, sólo que ¡cuánto arte hay en Cádiz! 

 

Tracklist

 I. Deryaz I: Partida

II. La Suerte

III. Rencor

IV. Yo Soy La Ley

V. Promesas Incumplidas

VI. Deryaz II: Adrenalina

VII. Más Allá

VIII. Algo Por Lo Que Luchar

IX. Largo Camino

X. Como Hermanos

XI. Deryaz III: Regreso

 

Componentes

Gloria Romero: Voz y coros

Salva Sánchez: Voz y coros

Jacob García: Guitarras

Ramón Gaviño: Bajo

Pablo Casas: Batería y percusión

Cristina Catalá: Dirección artística

 

Colaboraciones

Santi Suárez: “La suerte”

Raúl Rueda: “Algo por lo que luchar”

Javier Rondán: Acústicas, Samples, en “Deryaz pt1: Partida”

Concepto, letra y música: Guadaña.

Créditos: Producido por Guadaña y Javier Rondán

Grabado, editado, mezclado y masterizado por Javier Rondán en Audiorama Studio Fotografía: Cristina Catalá Portada y diseño: Fernando Navarro (Nanderas NHM).

 

Internet:

http://www.guadana.net/

https://www.facebook.com/grupoguadana

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