Nunca he sido mitómano, sé que dentro de todo artista, de cualquier disciplina y por mucho talento que atesore, al final solo hay una persona como tú y como yo, ni mejor ni peor. Eso siempre hace mi trabajo/ocio más fácil, porque nunca me pongo nervioso al dirigirme a una «Estrella del Rock», da igual que se llame Yosi, Alberto Rionda, Angus Young o Bruce Dickinson… Exceptuando el idioma, claro, jaja.
Pero las veces que he coincidido con Vicente Feijóo, líder de Zarpa y músico al que tengo un especial cariño, sí os puedo decir que siento un gran respeto; pero es más por saber que estoy ante un guerrero de leyenda que ha luchado en mil y una batallas, que ha recibido muchos golpes, algunos hasta lo han hecho caer, pero nunca lo han derrotado; es la clase de respeto que se tiene a alguien que lo ha dado todo por una causa en la que cree y sigue creyendo, y esa causa, esa bandera, es la del Heavy Metal. Una persona, una banda, que tiene su lugar en el Olimpo de los Dioses del Metal, aunque no haya obtenido el reconocimiento que sin duda merece.
Quizás si fuera más afin y lisonjero con los grandes medios, quizás si hubiera dado palmaditas en algunas de las espaldas más influyentes del mundillo y metido algo de pasta en los bolsillos adecuados, podría tener una posición de privilegio… Pero entonces no seria Vicente, no seria Zarpa, esa banda maldita. Los homenajes y las presentaciones pomposas para otros, lo de ellos es tocar ante su gente.
Ver sobre el escenario a un músico que después de casi 40 años sigue cuidando cada detalle, de forma minuciosa: ensayos, puesta en escena, sonido, setlist… Dando lo mejor de sí mismo con el mismo entusiasmo y mimo de los inicios, es digno de admiración.
Después de esta larga introducción, que no tiene que ver con el concierto en si, pero que si no digo reviento, nos metemos en harina.
Voy a hacer como Oscar Sancho (Lujuria) y no hablar más de la cantidad de público que acude a los conciertos, que es poca, en esta ocasión podemos achacarla a malas fechas, porque era la semana grande en Murcia, las Fiestas de Primavera, y hay gente está en otras cosas; tampoco hubo una buena publicidad del evento, y ya os digo que no fue culpa de Juanjo, el promotor de esta gira Bestias del Poder. También hubo retrasos en las pruebas de sonido, ajenos a la banda, en la apertura de puertas y en el inicio del concierto, con un tiempo limitado, ya condicionado por la presencia de tres bandas, y que obligó a acortar los setlist de las bandas… Pero bueno, pasemos a relatar lo que de verdad nos importa, que es la música.
Rotten Hearts 23:30h/00:00h
Me sorprendió de forma muy grata esta banda cartagenera a la que solo conocía de nombre, con respecto a la música yo no sé mentir y en la mayoría de las ocasiones suelo hacer un respetuoso y breve comentario sobre la banda que da inicio al show y poco más, sé bien la ilusión con la que suben los chicos a tocar y lo difícil que es abrir un concierto cuando la gente espera el plato fuerte. Pero en esta ocasión puedo ser sincero y decir que Rotten Hearts practica un Heavy Metal de calidad, con un Fran (Leyend) a la voz que posee unas cuerdas vocales prodigiosas, buenas guitarras (Oslayer y Matt).
y base rítmica (F. Carbó: Bajo, Juanjo Madrid: Batería) y un montón de canciones propias, algunas grabadas en su primer EP «Jugando con fuego», que Nuria ha reseñado y podéis leer aquí, y otras procedentes de una anterior demo ya agotada. Cuando tocaron el segundo tema, que fue una genial versión de El principio del fin de Ángeles del infierno, ya me habían ganado.
Media hora da para muy poco pero pudimos disfrutar de Su buen hacer en temas como su nombre de guerra Rottenhearts, me recuerdan bastante a los primeros Beethoven R, musicalmente y por los registros de Fran, o a Skid Row (con ese guiño/tributo incluido en su EP «Mueve tus Caderas», que aquí no tocaron), en tan corta actuación aún hubo torno para presentar un nuevo tema como Viuda negra (no seré uno más… ), con un buen solo de guitarra, o Jugando con fuego, el tema que da título a su trabajo y que me gusta mucho.
Se despiden con otra versión (pocas bandas se atreverían) del To hell with The Devil de Stryper, muy bien ejecutada con esos buenos agudos que posee el vocalista.
Espero grandes cosas de esta banda, que conoceréis algo mejor a través de una entrevista que les ha hecho Nuria y publicaremos en breve. Recomendables, de verdad, y yo no soy sospechoso de corporativista ni de barrer para casa…
Total Death 00:30h/01:05
El segundo plato de la noche, compuesto esencialmente de carne (risas), lo ocupaba la veterana banda valenciana liderada por el carismático César Soriano a la voz, y que practican un Thrash/Death poderoso y de calidad. Llevan desde 1988 funcionando de forma ininterrumpida, eso son nada menos que 27 años! Debo reconocer que no conocía a la banda, eso me ha llevado a escribir una crónica reducida y con algunos errores… Nos hemos puesto en contacto y es algo que pensamos solventar, haremos una reseña de su último trabajo, que es «Ciudad Matadero», disco que predsentaban esa noche y del que tocaron dos de los cuatro temas que tenían previsto. Decir que la banda tambiñén ha sacado una edición de vinilo en inglés, que lleva por título «Slaughter City», que por por una equivocación se publicó en algún portal con la información al revés (www.metal-archives.com), y llevó al que os escribe a escribir datos erróneos en esta crónica y que ahora trato de corregir, pidiendo disculpas a la banda.
Tienen una puesta en escena brutal, con el vocalista ataviado con un delantal manchado de sangre, al igual que su cara y la del bajista, Jorge Vila, además de blandir una maza de madera, de esas para ablandar la carne, que luego depositó sobre el escenario «para que lo coja el que quiera» dijo. A las guitarras tenemos a Gabo Escribano y Boro Metal, muy activos todo el show, y a la batería un contundente Jose Manuel González «Metallico».
Esta banda acompaña a Zarpa en una serie de conciertos de la gira y se muestra de una forma muy atractiva en el cartel promocional, con las caras de ambos vocalistas enfrentadas a modo de reto antes del combate.
Riffs poderosos y salvajes, rápidos punteos. El sonido lo identificaba con otra banda nacional que no me venía a la mente hasta que Nuria me lo dijo: SA, tiene algo de ese estilo, aunque si a esta banda va sobrada de algo es de personalidad.
Entre el setlist de canciones de la banda, que debo confesar no conocía, además de los temas de su último trabajo dieron un breve repaso (no había tiempo para más) a su extensa discografía, además de incluir una más que correcta versión de Motorhead de su Ace Spades.
Un concierto que también se ven obligados a acortar por los retrasos y que al final el vocalista y frontman de la banda aprovecha para presentar a sus compañeros y a si mismo se refiere como «el carnicero» y que concluyen con Corrupción, con unos conocidos riffs de Metallica hacia el final como fin de fiesta, dejando buenas sensaciones.
Zarpa 01:27/03:20h
El plato fuerte de la noche se hace esperar, cada cosa tiene que estar en su sitio y cada instrumento tiene que sonar como debe en una rutina que no por muy repetida a lo largo de los años deja de ser metódica y profesional.
Abren con un tema que define tan bien esa esencia de banda maldita pero eternamente luchadora como Ángeles negros, Demonios Blancos, para continuar con una de mis preferidas de su repertorio, Rescátame, de su anterior disco. Vicente se dirige al público lamentando que no seamos más y diciendo que lleva a Murcia en el corazón. Para Pecado mortal pide la colaboración de la gente y dice, no sin razón, que siempre tenemos que andar luchando con cierta mala imagen que va asociada a los metaleros.
Por supuesto, no podía faltar un clásico como La Zarpa y el Sable, o momentos instrumentales tan buenos como J. S. Bach, que da paso a un himno como Las Chicas del Metal, que Vicente dedica a las chicas de la sala y aprovecha para felicitar el cumpleaños a David, «su Murciano preferido con respeto a los demás», dice Vicente.
No me Dejes Caer lo presenta como «un medio tiempo un poco atípico para el estilo pero que viene bien». Siguen impartiendo buenas dosis de Heavy Metal, con un
Rafa Játiva concentrado e inspirado como siempre, un Bienvenido Godoy al bajo entregado y aguerrido, apoyando en las tareas vocales como viene siendo habitual, un Vicente Romero golpeando los parches sin descanso y, por supuesto, con Vicente al frente dándolo todo y haciendo que el engranaje bien engrasado que es Zarpa funcione a la perfección.
Llega el Castigador es del ’82, pero Vicente tiene toda la razón cuando afirma que el mensaje sigue vigente hoy día.
Tampoco falta en su repertorio Metal Bats, que escribió para la asociación metalera valenciana del mismo nombre. Algunos ajustes de guitarra de Rafa y comienzan los acordes de, para mi, uno de los temas más emocionantes de su discografía, momento especial de la noche que llega de la mano de Viena,
en su versión instrumental, que es como fue concebida, como me comentó Feijóo en nuestra primera entrevista. Esto es Heavy Metal es toda una declaración de principios y el vocalista explica que está sorprendido por la cantidad de visitas que ha tenido el video en YouTube.
Paréntesis musical para un modesto y más que merecido homenaje a Zarpa con la entrega de nuestro Premio Barbarian, en su primera edición, que puedes leer y ver aquí y donde Vicente parece visiblemente emocionado y tras cuya entrega le digo, en broma, que espero ser al menos su tercer murciano favorito.
El tiempo apremia y hay temas que quedan fuera, pero no pueden faltar clásicos como Luchadores de La Paz o Fantasía, pero es Herederos de un Imperio el que cierra un gran concierto, Zarpa nunca defraudan; Vicente dice que espera volver más a Murcia porque somos un público muy cálido y nos lleva a todos en el corazón, nosotros también amigo, hasta la próxima.