Gathering Darkness - The Heat Of a Dying Sun (2017)

“Death Metal “Brutal”, correoso, alquitranado y plúmbeo”

Crítica escrita por Luishard

Amigos de Dioses del Metal, tras 12 años “descansando” a base de Ep y Split como son Desolation (2009) y The Light Won’t Save You (2014) respectivamente, nos llegará el próximo 22 de mayo bajo el sello Necromance Records, por fin, el brutal segundo LP de los cántabros Gathering Darkness, The Heat Of a Dying, Sun, tras aquel Beholders of the Pain Planet en 2005. Un trabajo correoso, alquitranado y plúmbeo que no te deja indiferente, como tampoco lo hace el libreto y la cadavérica portada, obra de Mutta Estudio, que ya nos da pistas de que podemos escuchar por ahí dentro.

Grabado en Drive Division Estudios y mezclado y masterizado en los Moontower Studios, el sonido tiene lo justo de producción para no sobre actuar. El Death Metal “Brutal” se va deslizando lentamente por el pabellón auditivo, a veces con revoluciones algo bajas, arrasándolo todo. Voz tenebrosa e instrumental se hermanan sin que apenas prevalezca una sobre otra, lo cual se agradece y no es fácil de conseguir en el estilo. Muchos riffs, demoledores, solos fluidos y cortantes que aparecen con precisión y parches que suenan de verdad junto al grueso tono de Lavín, hacen de los decibelios auténticos caballos de batalla.

Ya desde “Infernus Terra Est” nos ofrecen lo mejor que saben hacer, y es que aprender es una virtud, un corte que nos retuerce en un intenso dinamismo con unas guitarras protagonistas. Y esa sensación aplasta cráneos no desaparece nunca, pues “A World Within Us (Post Human World)” y “The Light Won´t Save You” no se anda con remilgos, riffs y blast a punta pala nos masajean con lija de acero.

Entre los matices podemos destacar el dinamismo fugaz de algunos cortes, como a ráfagas, un pisotón de pronto que desaparece pasado algunos segundos como en “I´m The Weapon (…But You´re The Killer)” o “The Fall of All Your Gods”, pero lo normal es que la sensación sea la de tener entre las manos una plancha de plomo remacha una y mil veces a medio tiempo. El disco finaliza de notable con “The Darkness That Dwells Inside Me” y su rítmica quiebra cuellos

The Heat Of a Dying Sun es un disco trabajado, lo demuestra el minutaje de cada canción, hecho con ganas, intenso y de dinámica controlada, así que la media de mis variables a valorar en este estilo sale de 7,5 puntos sobre diez. Un saludo metálico a todos.