Dethrone - Incinerate All (2016)

“Rabioso y crudo Thrash Death Metal”

Crítica escrita por Luishard

Amigos de Dioses del Metal, tengo en mis manos el segundo trabajo de los suecos Dethrone, Thrash Death Metal en vena sin pomposidades, directo y crudo. Ya la portada de Joachim Westlund, siniestra y recargada aunque borrosa en líneas generales, no deja lugar a dudas de lo que nos propones, incinerarnos con su música, veremos si lo consiguen.

Fundados en el verano de 2011 en Värnamo, en marzo de 2013 sacaron el más thrashero Humanity, su álbum debut y bien recibido por la crítica, nos llega ahora con el sello de Massacre Records y disponible desde el 22 de enero este Incinerate All, grabado, mezclado y masterizado por Dennis Ahman en Shimmer Studios (Ljungby, Suecia).

Lógicamente y viendo de donde proceden, la parte Death está notablemente influenciada por el Death Metal sueco noventero. El amasijo Thrash sustenta la velocidad en un torbellino de blast beats, por lo que destaco la encomiable labor del batería Simon Lundh, lleva una sincronización impecable. La voz de Mattias Vestlund es más que correcta aportando atmósfera, con algunos gruñidos incluidos, no se le puede pedir más o mejor. Sin embargo, yo sí que hubiera explorado más el marasmo Thrash, este estilo es amplio de recursos y se dejan muchos por el camino.

Es cierto que la producción de esos 39 minutos es profesional, que el planteamiento sonoro es el adecuado con una conjunción de decibelios bastante clara para lo que es el género y que es un disco con un plantel de canciones duras, pero lo noto falto de chispa, falto de sorpresas y frescura, todo va demasiado ordenado y previsible, sin momentos álgidos o deslumbrantes, de esos que hacen exclamar ¡qué bueno!.

Si me preguntan que canción destacaría diría que ninguna o todas, según me pille el momento. Lo mejor es la sensación plomiza y pesada, las guitarras que son alimañas, el manto de riffs que se despliega cual maraña de alambrada de espino, la alternancia de partes más lentas con las veloces disfrutándose de las consiguientes aceleraciones y algún que otro punteo muy caldeado. Estad atentos a las letras, que nos hablan de violencia y oscuridad.

La llamada a las armas del comienzo de Reborn In Fire y su posterior salida con ese trémolo de guitarra y baquetas tribales en un ritmo de meteoro, ya nos muestran desde el principio de que van estos. Y así, la furibunda The Plague Carrier es todo un ataque de Metal extremo sueco, con unos riffs acerados de ultratumba y atmósferas oscuras. Cuando encuentran un buen riff saben explotarlo hasta la saciedad, sin complejos, como en Rat King, que tiene un pasaje de cortes de ritmos, rompiendo el tema, muy interesante.

Morbid Existence es una inyección de adrenalina thrashera directa al cerebro, me gustan más cuando rebuscan en este estilo que cuando se sumergen en el Death propiamente dicho porque recrean ambientes más conseguidos. Spiritual Deception nos sigue incinerando la escucha con acordes dinñamicos y ritmos vigorosos, la pega es que repiten lo mostrado hasta ahora y no escucho nada más. Y así van pasando la intensa Where Darkness Dwells, la velocísima I Am God, con sus pasajes cortantes, Failure y sus riffs core o el huracán que se desarrolla en Dawn Of Demise. Finalizamos con el estruendo inicio de The Inevitable End, baquetas del diablo y grito desde el Hades dan paso a otro corte desbordante de fuerza, tanto que ya estoy derrotado por ellos.

Resumiendo, si te gusta el Thrash y el Death Metal, déjate incinerar por Incinerate All, una interesante mezcla para momentos en los que haya que apretar puños, así que la media de mis variables a valorar en este estilo sale de 7,5 puntos sobre diez. Un saludo metálico a todos.