¨Oceanos de belleza y fronteras del Edén revisitadas¨

Por Christian Darchez

Celebrando sus 32 años de vida (aunque interrumpidos) el majestuoso e incategorizable dúo no se ha contentado con grabar recientemente el hermoso Eleusis, canción que le dedicaron a la ciudad griega del mismo nombre y ayudaron a que dicha ciudad fuera nombrada como ¨patrimonio cultural europeo¨; solo ellos podrían lograr tal tarea!, sino que también han decidido relanzar en vinilo sus primeros trabajos ( ya comenté la reedición del EP Garden of the arcane delight hace poco) y esta vez le toca el turno a su debut homónimo de 1984.

Cuenta la leyenda que Brenda Parry y Lisa Gerrard se conocieron en Melbourne, Australia, allá por 1981 y a pesar de la muy buena química y onda musical que pegaron nunca podían trabajar juntos dados los compromisos que tenían en sus respectivas bandas que antes integraban. Finalmente tras a la separación de The Marching Girls, Brendan Parry  contactó con Lisa Gerrard que no lo dudó 2 veces y se marchó de Microfilm para unir fuerzas de una vez por todas con Parry. Tras grabar una Demo de 2 canciones en cassette y que solo podía conseguirse con la compra de la revista Fast Forward, en 1983 el grupo se trasladó a Inglaterra (país natal de Brendan Parry) para grabar las canciones que ya tenían listas y fue ahí que el sello independiente 4AD se interesoó en el dúo tras escuchar la Demo les ofreció un contrato para sumarlos a esa escudería. Lo demás es historia…Y CON TODAS LAS LETRAS!.

Dead Can Dance, el debut homónimo del dúo vio la luz el 27 de febrero de 1984 y tomó por sorpresa a la escena inglesa de la época. Totalmente enrolado en la movida de Rock Gótico y Post Punk que ya tenia a The Cure, The Cult, Cocteau Twins, Bauhaus, The Sisters Of Mercy y Souxsie And The Banshees como grandes referentes; aunque el agregado y elemento distintivo de su propuesta no solo era el intercalado de rol vocal entre Brendan Parry y Lisa Gerrard, sino que añadían sonidos tribales y etéreos a su música sumado a un ligero Rock Gótico.

Desde la entrada instrumental de bases semi programadas de “The fatal impact”, adobadas con arpegios oscuros de guitarras propias de rock gótico le daba pie a la estupenda “The trial” de guitarrazos y punteos góticos y bases rítmicas atípicas del estilo sumado a la oscura y triste voz de Brendan Parry. Los ritmos tribales a tambores y panderetas de “Frontier” eran complementados con la entrada triunfal de la hermosa voz de la señorita Lisa Gerrard capaz de transportarse a distintos lugares y estados de ánimo con sus voces de carácter gregoriano y helénico. Los arpegios oscuros y climáticos de la muy rítmica “Fortune” con Parry haciendo de las suyas. Si de arpegios oscuros y climáticos no podemos dejar pasar a la hermosa “Ocean” con las hermosas y luminosas voces de lisa cantando en griego.

El Post Punk se entrelaza con el Rock Gótico de la estupenda “East of eden” con muy buenas intervenciones vocales de Parry. Hasta llegar uno de los mejores track del disco (y también mi gran favorito) la maravillosa “Threshold” de grandes trabajos rítmicos y suaves guitarras con punteos góticos con Lisa vocalizando en gregoriano (acá caemos en la cuenta del por que Ridley Scott la eligió para interpretar ¨Now we are free¨ en el soundtrack de Gladiador) para soltar unas pocas frases en ingles hacia el final.  Más genérica resulta “A pasaje in time con su pulso Post Punk de guitarras limpias y punteadas pero no por deja de ser un buen track! Tal vez el disco decae un poco en las ultimas dos canciones, que sin ser malas, son las menos destacadas como la balada oscura de “Wild in the Woods” (cantada por Parry) y el cierre enigmático y raro de “Musical eternal”, en el solo me quedo con las entonaciones de Lisa cerraban un muy buen debut de apenas 36 minutos pero llenos de emociones y hermosos pasajes en el tiempo.

Dead Can Dance al momento de su edición fue una autentica sorpresa en la escena inglesa que vendió bastante bien y que tuvo críticas muy diversas: algunos aseguraban que se trataba de un disco muy diverso y axiomático pese a estar enrolado dentro del Rock Gótico y alabaron las influencias tribales y etéreas que la banda proponía para diferenciarse del resto mientras que algunos trasnochados calificaron al disco como aburrido y sumamente pretencioso y que con tales mezclas no iban a llegar a ningún lado. Con ese criterio dan la pauta de que en esos tiempos no entendieron nada. Claro que como había dicho anteriormente, al dúo no le gusto demasiado quedar encasillado en la corriente gótica de la época ya que pensaban expandir sus miras musicales hacia terrenos mucho mas experimentales que le darían resultados superlativos tras la salida de Aion (1990). Aunque antes dejarían el EP Garden of arcane delight como despedida del estilo que los vio nacer.

La reedición de Dead Can Dance, pese a no tener mejoras en el sonido y carecer de bonus track, es una obra muy interesante de analizar, ya que en este periodo muy corto perteneció a una parte del rock pero que en sus futuros lanzamientos serviría de inspiración al Rock y Metal más ecléctico y experimental, cosechando elogios y admiración. Hasta en la portada los holandeses The Gathering parecieron rendirles tributo en el sorprendente y ya clásico Mandylion (1995), por algo será. GRACIAS DEAD CAN DANCE!.

 

Formación

Lisa Gerrard: voz, teclados y guitarra

Brendan Parry: voz, bajo, teclados y percusión

Track List

01 The Fatal Impact

02 The Trial

03 Frontier

04 Fortune

05 Ocean

06 East Of Eden

07 Threshold

08 A Passage In Time

09 Wild In The Woods

10 Musica Eternal

Escrito por christian darchez

 

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