“Un diamante loco que sigue brillando”
Reseña de Christian Dárchez
Al fin se me dio! Siendo un gran fan de los genios londinenses Pink Floyd tengo ahora la oportunidad de reseñar el nuevo trabajo de su eje principal: David Gilmour, cosa que se me pasó por alto en 2015 “Rattle That Lock”, cuarto disco del genio de las 6 cuerdas. Una faceta solista que empezó justamente cuando las cosas en el fluido rosa se estaba comenzando a desmadrar, con un Roger Waters cada vez mas intratable en su tarea de lider de la banda sino con su status de artista consagrado y Gilmour de alguna forma descargó su insatisfacción hacia el poco margen compositivo que tuvo en “Animals” (1977) y un año mas tarde se saldó con la edición de su debut homónimo mucho mas orientado a la canción y la guitarra. Su siguiente disco “About a face” (1984) fue toda una respuesta al flojo “The Final Cut” de Pink Floyd del año anterior cuyo ego inflado de Waters afectó enormemente al disco. Una situación que estalló por completo en 1985cuando Waters no solo abandonó la banda sino que inició acciones legales para que sus ahora excompañeros dejaran el nombre de Pink Floyd en paz. El resultado de dicho litigio desagradable ya lo saben: Gilmour y sus compañeros fueron los ganadores y ahora él pasaba a ser el líder de Pink Floyd a tiempo completo, algo que demandaba el 100% de su atención tanto en los discos siguientes como en la maratónicas giras por todo el mundo (aunque en mi Argentina natal extrañamente jamás se presentaron) y no fue hasta 2006 que editó su tercer disco solista, el mas reposado “On A Island” y el ya citado “Rattle That Lock” cuando puso fin a Pink Floyd con la edición de “The endless river” (2014). Casi 10 años de su ultima aventura el veterano guitarrista y cantante nos trae este “Luck and Strange” y aunque no llegó a gustarme tanto como esperaba la pasé muy bien con él.
“Luck and Strange”, quinto disco solista del cantante y guitarrista británico David Gilmour, se podría decir que es un disco mas rítmico que sus anteriores 2 trabajos donde el foco estaba puesto en temas lentos y apesadumbrados. Con esto no quiero decir que nos vamos a encontrar con las locuras y la algarabía de su debut de 1978 o de “About A Face” pero si es un disco bastante movido donde Gilmour a sus ya 78 años sigue emocionando con esos yeites que le son tan característicos junto con su voz melódica aún en muy buenas aptitudes como lo demuestra con la clave en Blues en la canción homónima del disco cuyo valor agregado es que posee teclas grabadas por Richard Wright en 2007 y The Piper’s Call amenaza con convertirse en una balada folk la cosa se encamina hacia un sendero mas rockero con un solo bien eléctrico de Mr Gilmour. A Single Spark y sus bases programadas tal vez no le va muy en zaga hasta que aparece la batería real para Gilmour haga su magia con sus cuerdas, después viene una de las mejores canciones: la belleza melancólica de Between Two Points cantada por su hija Romany Gilmour que no lo hace nada mal además de tocar el arpa en varias de las canciones y Dark And Velvet Night un bluesazo de aquellos como este genio es capaz de hacer y con pasajes apesadumbrados propios de sus tiempos con el fluido rosa y como no podía ser de otra forma se desmarca con un gran solo. Para final llega la calma apesadumbrada de la tranquilita Sings que luego muta en un medio tiempo dulce donde las guitarras limpias son acompañadas por teclas muy sanguíneas y la muy Pink Floyd Scattered que tranquilamente podría estar en “Meddle” (1971) o “Obscured by the clouds” (1972) pero que porta un solo muy de la época de “A Momentary Lapse Of Reason” (1987) le da un muy buen cierre al disco.
La producción a cargo del mismo Gilmour y Charlie Andrews enriquecieron cada instrumento (sobre todo la fina y siempre conmovedora guitarra de Gilmour), voces y arreglos pertinentes donde conviven de manera coral y armónica. Y también cuenta con una buena portada que en alguna manera me recordó a la de “Strange in all us” (1995) ultimo disco de Rainbow. Gilmour (con ayuda de su familia como sus hijos y su esposa la escritora Polly Samson que escribió la gran mayoría de las letras y alguno de sus amigos) logra así un muy buen disco que tal vez le falta un poco la variedad de sus primeros álbumes pero que a fin de cuentas prefiero un disco hecho y derecho de él a aguantar nuevamente como Roger Waters arruina el legado de Pink Floyd como el desastre que hizo con “Dark side of the moon” el año pasado.
El legado y el sonido del fluido rosa con Gilmour está mas que a salvo.
David Gilmour – guitarra, piano, voz, órgano, ukelele, coros, teclados, bajo
Romany Gilmour – voz y arpa
Gabriel Gilmour – coros
Rob Gentry – sintetizador y piano
Roger Eno – piano
Richard Wright – piano eléctrico y órgano Hammond
Tom Herbert – bajo
Guy Pratt – bajo
Steve DiStanislao – batería
Steve Gadd – batería y percusión
Adam Betts – percusión, yembé y batería
Canciones
Black Cat
Luck and Strange
The Piper’s Call
A Single Spark
Vita Brevis
Between Two Points
Dark and Velvet Nights
Sings
Scattered