«Cierre con broche de oro a un festival increíble»

Crónica de PolMetalhead

Fotos de Floopy

Después de tres días de festival espectacular llegaba el cierre con el día menos metalero, pero que igualmente contaba con grandes nombres como The Offspring, Queens of the Stone Age o Corey Taylor como acompañantes de los cabeza de cártel Foo Fighters. 

Simple Plan:

Los canadienses aparecían a las 2 de la tarde para despertar al público con su pop-punk característico encendiendo al público. Ya desde primera hora se presentaban en francés volviendo loco al público galo.

El arranque con I’d Do Anything encendió los ánimos y, sin dar respiro, lanzaron “Shut Up!” y “Jump”, tres temas que hicieron corear al público y hasta saltar a los más cansados. Era evidente que el espíritu de los de Quebec se contagiaba y los seguidores respondían con entusiasmo a cada tema.

Con “Jet Lag” y la archiconocida Welcome to My Life, Simple Plan jugó con la nostalgia de sus fans sacando a colación un tema con el que muchos nos criamos. La energía seguía en aumento cuando llegó Summer Paradise otro de esos temas nostálgicos que tenían al público loco.

Uno de los momentos más destacados fue el “medley de covers” de canciones emblemáticas como All Star de Smash Mouth, Sk8er Boi de Avril Lavigne, y Mr. Brightside de The Killers, un guiño a los años dorados del pop-punk y el rock alternativo. La banda le imprimió su estilo a cada tema, logrando que el público cantara cada palabra.

La sorpresa continuó con “What’s New Scooby Doo?”, el famoso tema de la serie que la banda hizo popular. El momento fue especialmente memorable cuando unas personas disfrazadas de Scooby-Doo subieron al escenario, provocando risas y aplausos. 

Hacia el final, Simple Plan no perdió el ritmo con “Where I Belong” en la que nos decían que este festival era el sitio donde ellos pertenecían y su gran hit “I’m Just a Kid”, el tema con el que todo el público se volvió loco.

Cerraron el concierto de manera espectacular con “Perfect” su balada más famosa y con el público entregado cantando acabaron soltando al público una sorpresa final: pelotas de plástico con el logo de la banda que comenzaron a volar por el recinto.

La banda canadiense, con su característico estilo pop-punk y actitud desenfadada, logró poner de pie a todos los asistentes, quienes a esas horas de la mañana y después de una maratón de música durante días necesitaban ese impulso extra. Con un setlist lleno de sus éxitos más reconocibles, Simple Plan demostró que sabía exactamente cómo abrir un día de festival de manera brillante.

 

Blues Pills:

El concierto de Blues Pills en el Hellfest, aunque prometía gracias a la potente presencia de Elin Larsson como vocalista y su estilo característico de rock y blues, terminó siendo una pequeña decepción. 

Desde el inicio con “Proud Woman”, el ambiente parecía un tanto apagado, y el set, que contaba con algunos de sus temas más populares, no logró animar al público ni alcanzar ese punto de energía que esperábamos en un Hellfest.

El show continuó con “Low Road” y “Birthday”, canciones que, a pesar de la voz intensa de Elin, no lograron conectar con los asistentes, quienes permanecían más bien estáticos. “Don’t You Love It” y “Top of the Sky” tampoco lograron levantar la energía, y la falta de dinamismo en el escenario hizo que el público comenzara a dispersarse, buscando otros puntos de interés en el festival.

Con “High Class Woman” y “Black Smoke”, la banda intentó recuperar algo de la atención, pero el tono de la actuación ya se sentía monótono. Larsson, con su característica voz poderosa, dio todo en cada tema, pero la banda en conjunto parecía un tanto desconectada. Para cuando sonó Astralplane, la sensación de languidez era palpable, y solo algunos fans fieles al estilo de la banda permanecían atentos.

La recta final del concierto con temas como “Bye Bye Birdie” y “Little Sun” no ofreció el repunte que el público parecía esperar, y la despedida con Devil Man, aunque mejor recibida, se sintió más como un alivio que como un cierre explosivo.

Blues Pills es una banda con talento y con temas que destacan en el estudio, pero en esta ocasión su presentación en Hellfest careció de la intensidad y el dinamismo que el público esperaba. Un set sólido en ejecución, pero que dejó la sensación de que faltó esa energía en vivo que suele hacer vibrar al Hellfest.

 

Frank Carter and the Rattlesnakes:

Frank Carter and the Rattlesnakes sacudieron el Hellfest desde el primer instante, convirtiendo su actuación en una experiencia inolvidable. La banda del nuevo cantante de los Sex Pistols fue un verdadero vendaval.  

Sin perder un segundo, Frank Carter se lanzó al público durante la primera canción, Can I Take You Home, creando de inmediato una conexión brutal con los asistentes. Este gesto marcó el tono del concierto, haciendo saber a todos que Carter y su banda no iban a ofrecer una actuación cualquiera, sino un show lleno de energía y locura.

La energía continuó en alto con “Self Love” y Wild Flowers, canciones en las que Carter se dirigió al público de forma directa, invitando a todas las mujeres a formar un pogo exclusivo para ellas, un acto que arrancó vítores y dejó claro el carácter positivo y de diversión de su show. 

Con temas como “Kitty Sucker” y “Devil Inside Me”, Carter y su banda encendieron al público aún más, mientras las guitarras rugían y la batería resonaba con fuerza. Los himnos cargados de rebeldía como The Drugs y Brambles no solo destacaron por su potencia musical, sino también por la entrega de un público ya enloquecido.

Uno de los puntos más álgidos llegó con “My Town”, cuando Carter propuso un circle pit inigualable, y él mismo se situó en el centro, desatando una auténtica locura entre los asistentes. Era un espectáculo de pura energía, donde cada persona, sin importar la intensidad de los días previos, se dejó llevar por la marea de movimiento y adrenalina.

El tramo final del concierto fue una explosión con temas como Crowbary Man of the Hour, donde la intensidad subió aún más, y Carter se mostró completamente entregado, interactuando con el público y avivando la conexión entre la banda y la audiencia. El cierre llegó con la brutal I Hate You, un grito de rabia que el público coreó con una mezcla de furia y liberación, acompañando a Carter en una despedida intensa y llena de pasión.

Frank Carter and the Rattlesnakes dejaron una huella imborrable en este Hellfest, demostrando que su energía y su entrega en directo son incomparables. Con saltos al público, pogos y canciones explosivas, la banda hizo vibrar cada rincón del festival, dejando a los asistentes con la adrenalina a tope y un recuerdo imborrable.

 

Royal Blood:

Royal Blood ofreció una actuación explosiva en el Hellfest, que dejó claro por qué este dúo británico es capaz de llenar escenarios tan grandes con solo dos músicos. Desde el primer momento, con Out of the Black, el poder de su bajo y batería lograron cautivar al público.

La intensidad continuó con “Boilermaker” y “Come on Over”, donde el bajista y vocalista Mike Kerr no solo mostró su destreza con su característico sonido. Ben Thatcher, por su parte, dominó la batería con una fuerza y precisión que impulsaron el ritmo de cada tema.

Con Mountains at Midnight y “Lights Out”, la banda alcanzó un clímax de potencia, la energía era palpable y el público estaba completamente entregado. Trouble’s Coming, sin bajar el nivel de energía ni un solo momento. La intensidad del dúo y su interacción directa con el público, hacían vibrar cada rincón del recinto.

One Trick Pony y Loose Change mantuvieron el ambiente al máximo, con riffs llenos de distorsión y ritmos contagiosos. Royal Blood ya tenía al público en la palma de la mano cuando llegó Little Monster, uno de sus temas más queridos y coreados por la multitud, mientras la energía se elevaba con cada verso.

Cerraron con Figure It Out, un broche de oro para un concierto que fue creciendo en intensidad hasta el último segundo. La reacción del público fue ensordecedora, despidiendo al dúo con ovaciones y gritos que dejaban claro que Royal Blood había cumplido y superado las expectativas. 

En un festival donde la competencia de grandes bandas es feroz, Royal Blood brilló con su propio estilo, dejando una actuación memorable que se sintió tan completa como si hubiera sido una banda de cinco músicos en lugar de dos.

 

Corey Taylor:

Llegaba el momento del vocalista de la archiconocida banda Slipknot. En este concierto el cantante americano exploraba toda su discografía con temas en solitario, con Slipknot y con Stone Sour. 

Arrancaba con Post Traumatic Blues, de su más reciente álbum en solitario CMF2, en el que puso a prueba su capacidad vocal y conectó de inmediato con el público que esperaba ansiosa su salida al escenario.

Desde ahí, Taylor no dio tregua y saltó al repertorio de Stone Sour con Made of Scars, que fue muy bien recibida por el respetable. Seguía con otro tema de su andadura en solitario conBlack Eyes Blue y We Are the Rest. Tras esto volvíamos a Stone Sour con uno de los grandes himnos de la banda Song #3 se entregó a los fans de su banda secundaria, quienes corearon cada palabra. 

Siguió con “Beyond” también de su último trabajo y que es, probablemente, mi favorita del álbum. Seguían con gran el clásico de Slipknot Before I Forget, desatando la euforia en el público. El Hellfest estaba que se caía con este temazo. 

Un momento que siempre nos da Corey en sus shows en solitario es cuando interpreta la introducción de Bob Esponja, generando risas y vítores en el público. Corey, siempre fiel a su sentido del humor, mostró así su lado más relajado y cercano.

La recta final fue un repaso emocional y cargado de nostalgia con “Snuff” que es una de mis canciones favoritas y con la que me emocioné mucho en vivo y no fui el único. Seguía con From Can to Can’t, una colaboración con, entre otros, Dave Grohl de Foo Fighters y que yo esperaba que apareciera, pero no fue así.

“Home”, interpretada de manera íntima, permitió ver a Taylor en un registro más vulnerable dedicando la canción a su esposa, presente en el concierto a la que le agradeció por apoyarle tanto. Tras esto llegaba Through Glass, otro de los himnos de Stone Sour, que fue coreado a pleno pulmón por toda la audiencia.

El cierre del concierto fue el punto álgido de la tarde. “Duality”, otro de los himnos de Slipknot. Y si el público estaba ya entregado para este momento la locura se apoderó de todo Clisson, impresionante.

Concierto histórico de uno de los grandes del metal de siglo XXI que demostró que está en un estado de forma espectacular. Este 2025 podremos verle en España en el Rock Fest y el Resurrection Fest con Slipknot. 

 

Queens of The Stone Age:

Queens of the Stone Age ofrecieron un concierto espectacular en el Hellfest, reafirmando su estatus como una de las bandas más influyentes del rock alternativo. Con un setlist equilibrado entre clásicos y temas recientes.

El arranque fue contundente con Regular John, que transportó a los seguidores más veteranos a los orígenes de la banda. Siguió The Lost Art of Keeping a Secret coreada al unísono, y Little Sister, con la que el público ya perdía la cabeza del todo. Con Paper Machete, traían a colación su nuevo material demostrando que no levantan el pie del acelerador.

La intensidad aumentó con Burn the Witch y My God Is the Sun, canciones que levantaban una vez más a un público entregadísimos. “Carnavoyeur”, de su último álbum, calmó un poco al público antes de la tormenta que sería You Think I Ain’t Worth a Dollar, but I Feel Like a Millionaire, que llevó al público al éxtasis.

El tramo final fue un desfile de grandes momentos. Go With the Flow y I Sat by the Ocean himnos de la banda que el público celebró como locos. Make It Wit Chu ofreció un respiro, justo antes de un cierre arrollador. Con No One Knows y el broche de oro, A Song for the Dead, que fue interpretada con una intensidad brutal, dejando al público completamente rendido.

Queens of the Stone Age dieron un concierto que me sorprendió mucho, para bien, y que me ha hecho escuchar mucho más a una banda espectacular. Chapeau por Josh Homme y compañía.

 

The Offspring:

The Offspring ofrecieron un concierto histórico en el Hellfest, consolidando su estatus como una de las bandas favoritas del festival. Con su característico punk rock californiano y una energía inagotable, los estadounidenses lograron uno de los momentos más memorables del festival.

La apertura con Come Out and Play fue toda una declaración de intenciones, encendiendo al público desde el primer segundo con un clasicazo. Sin pausa, la banda continuó con la frenética All I Want y la pegadiza Want You Bad, que mantenían al público metidísimo en el show.

Staring at the Sun y Make It All Right mantuvieron el ritmo para seguir con una de las sorpresas de la noche llegó con la versión de Blitzkrieg Bop de los Ramones. El show tomó un giro más intenso con “Hammerhead” y Bad Habit con el público volcado haciendo pogos. 

Después, la banda relajó un poco el ambiente con Gotta Get Away, que sirvió como antesala para el impresionante solo de batería, donde Pete Parada brilló y demostró por qué fue de los mejores baterías del festival.

La recta final del concierto fue un desfile de éxitos inconfundibles. Why Don’t You Get a Job? y Pretty Fly (for a White Guy) fueron coreadas a pleno pulmón. Seguían con The Kids Aren’t Alright con el público cantando cada palabra.

El clímax llegó con You’re Gonna Go Far, Kid, que llevó al público al éxtasis, y el broche de oro lo puso Self Esteem, un himno generacional que cerró una noche inolvidable. 

The Offspring demostraron que, aunque son asiduos al Hellfest, cada visita suya se convierte en una experiencia única. Su capacidad para conectar con el público y la calidad de su directo los mantienen como una referencia del punk rock.

 

Foo Fighters:

Para cerrar el festival llegaban la gran banda formada por una leyenda de rock como es el gran Dave Grohl que eran el gran atractivo de este domingo. 

La noche comenzó con la explosiva All My Life, que puso a vibrar a un público ya entregado. Sin dar tregua, siguieron con la contundente No Son of Mine y la arrolladora The Pretender, donde Grohl hizo gala de su carisma, animando a los asistentes con su energía inagotable.

“Walk” y Times Like These trajeron un momento más melódico, con un Grohl visiblemente emocionado mientras conectaba con el público a través de letras que resonaron profundamente. Sin embargo, el frenesí regresó con las potentes White Limo y Stacked Actors, donde los solos de guitarra y la interacción con el público alcanzaron momentos brillantes.

El zenit del concierto incluyó clásicos como “Breakout” y My Hero, este último acompañado por miles de voces coreando al unísono, creando una atmósfera mágica. Momentos más recientes como The Sky Is a Neighborhood demostraron que la banda sigue renovándose sin perder su esencia.

El tramo final fue un desfile de himnos:Learn to Fly levantó a todos del suelo, Monkey Wrench desató la locura y Best of You marcó uno de los puntos álgidos, con el público entregado en cada palabra del estribillo. 

La emotiva The Teacher, una de sus composiciones más recientes, ofreció un momento increíble antes de cerrar con Everlong, el himno eterno de la banda. Mientras Grohl cantaba los últimos acordes, los fuegos artificiales iluminaban el cielo, poniendo el broche final a una edición inolvidable del Hellfest.

Foo Fighters cerraron el Hellfest con un concierto épico que quedará grabado en la memoria de todos los asistentes. Dave Grohl y su banda ofrecieron un espectáculo lleno de emoción, energía y canciones icónicas, siendo el broche perfecto para el festival.

Deja una respuesta