Graham Bonnet, el tipo que puso su voz en «Down to Earth» de Rainbow o «Assault Attack» de MSG, y uno de los mejores cantantes de la historia del rock pasea su arte por Madrid.

Crónica y fotos por Rockberto

El viernes 14 de noviembre fue un gran día para mí. Por primera vez asistía a un concierto de Graham Bonnet. En el pasado hubo oportunidades, pero, por unas cosas u otras, no pude asistir a ninguno de ellos. Y es que Graham Bonnet es mi cantante favorito.

Pero vayamos por partes. El grupo que abría la noche era Factor 19. No conocía nada del grupo, esa es la verdad, pero me causaron una muy grata impresión. Con un heavy metal bastante ochentero en cuanto a su origen, estuvieron a la altura con creces del acontecimiento que se nos venía encima. Repasaron su disco Campo de Sueños y gracias a la buena voz de su cantante y el buen sonido en general consiguieron una buena respuesta del personal. Un grupo a seguir.

Con una puntualidad casi inglesa, únicamente 5 minutos de retraso, saltó al escenario Graham Bonnet y su grupo acompañante. Mi primera impresión fue de sorpresa, ya que, a pesar de que Graham ya no es un chaval, mantiene un buen aspecto y está muy delgado. Vestía con un atuendo que ha sido habitual en él durante gran parte de su carrera, camisa y corbata fina, lo cual siempre le ha dado un aspecto elegante que ha contrastado en numerosas ocasiones con los músicos con los que ha compartido escenario.

La sala presentaba una buena entrada, pero no se llenó, cosa incomprensible siendo el protagonista de la noche el que ha puesto la voz en discos tan importantes como «Down to Earth» de Rainbow, «Assault Attack» de MSG, y «No Parole for Rock and Roll» o «Distubing the Peace» de Alcatrazz.

Comienza el show y primer tema del «Down to Earth» del que se celebra su 35º aniversario. Se trataba de «All night long» que suena como un tiro, impresionante y con un Bonnet dejándose la garganta en cada nota. El grupo suena bien, a Conrado Pesinato se le ve suelto, a gusto con el repertorio y demostrando que es un gran guitarrista. El batería Justin Lack se deja la piel en cada nota y demuestra un entusiasmo digno de loa y la bajista Beth-Ami Heavenstone simplemente cumple. Desde el primer riff del tema la gente ya está en el bolsillo y es que «All night long» es uno de los mejores temas de Rainbow.

Sigue desgranando temas del disco homenajeado y suenan «Makin´ Love» y «Love´s no friend» que también en los que el nivel sigue manteniéndose muy alto. Yo en este punto ya estoy en una nube y, por cierto, muy bien situado, apoyado en la parte izquierda del escenario con Pesinato a un metro escaso de mí.

Como ha sido norma en su carrera, Graham habla bastante entre canción y canción, lo cual no gusta mucho a algunas personas del público, pero, ya digo que esto lo ha hecho casi siempre. A partir de ese momento empiezan las sorpresas que Bonnet anunciaba en la entrevista que le hicieron para Popular 1, ya que después de una charla sobre lo importantes que fueron The Beatles para él, se cuelga una acústica y se desmarca con dos temas de los de Liverpool, entre los que destaca la versión de «Eight days a week», en la que nuestro protagonista hace gala de su versatilidad. La cara de estupefacción de algunos es palpable y le piden temas de MSG y de Alcatrazz, pero estaba claro que eso no estaba en el guión de la noche.

Yo, particularmente, tampoco salía de mi asombro, pero disfruté cada uno de los temas.

Seguidamente nueva sorpresa, tema de Alcatrazz. ¿Cuál? ¿«Hiroshima mon amour»?, ¿«God blessed video»?, ¿«Jet to jet»? No, no… «Witchwood» de su tercer disco, el menos conocido de todos, «Dangerous games». Un tema precioso que a mí me encantó que tocasen y que disfruté increíblemente.

«Night Games» también sonó potente en la noche, aunque no logro recordar en qué lugar.

A estas alturas ya se veía que Graham hacía verdaderos esfuerzos por llegar a las notas más altas como antaño, cosa que, a veces no se consigue, y que es normal ya que 66 abriles le contemplan al cantante. Aún así, lo que nadie puede negar es que se deja la piel en cada una de las estrofas de las canciones y eso se iba a notar en los temas que venían a continuación.

«Only one woman», de su primer grupo con su primo Trevor Gordon, The Marbles, sonó a gloria. Se trata de un tema de su etapa pre hard rock, y que fue promocionado  por los mismísimos Bee Gees, como bien nos recordó Graham sobre el escenario.

Lo que sí sobraron fueron los solos de guitarra y batería. No es que estuviesen mal, para nada, pero los que allí nos habíamos concentrado ibamos a ver al verdadero protagonista de la noche.

Para el final dejó uno de los mayores éxitos de Rainbow, nada más y nada menos que «Since You´ve been gone», que sonó de muerte y en el que los que le estaban reprochando los anteriores temas, tuvieron que claudicar ante semejante demostración de poderío vocal.

Todos se retiran y ante la insistencia del público vuelven a salir a escena para regalarnos a todos «Lost in Hollywood» que suena como un cañón, potente y poderosa, con un Pesinato entregado a la causa, un batería aporreando como un poseso y Bonnet desgañitándose en cada estrofa, ¡¡¡¡increíble!!!!

Se vuelven a retirar del escenario, pero, de nuevo, la insistencia del público les hace salir. Graham pregunta a la concurrencia qué tema prefieren repetir, «Since You´ve been gone» o «All night long», y, al final, nos vuelven a tocar la segunda de ellas que suena también de maravilla.

En definitiva, aún siendo consciente de que a gente de mi alrededor les decepcionó el concierto, por no incluir alguno de sus grandes éxitos de MSG o Alcatrazz, yo no puedo decir lo mismo. Me lo pasé en grande, disfruté cada uno de los temas y agradecí los esfuerzos de Bonnet por llegar a cada nota de las canciones, siendo consciente de que estaba ante una leyenda del rock and roll.

Y para mayor satisfacción, unos minutos después de concluir el show, unos cuantos fans, entre los que me incluyo, pudimos disfrutar de la compañía de Graham y el resto del grupo para firmarnos todos los discos y CD´s que los que allí estábamos habíamos llevado, y para hacerse fotos con cada uno de nosotros, mostrando una amabilidad y una paciencia dignas de elogio. No todas las estrellas de rock hacen esto.

 

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