Centinela - El Lamento del Diablo (2015)

«Corazón sangrante de Heavy Metal»

Crítica escrita por Crom

Sigo a Centinela desde hace 13 años, me gustaron mucho sus tres primeros trabajos, con la apuesta por un Heavy Metal clásico que tantos comparamos con lo que hacían Ángeles del Infierno en los ’80. Después, hubo cambios en la formación y en el estilo, la banda apostó por un sonido más agresivo. Es importante no estancarse, evolucionar es tener personalidad, buscar tu propio sonido y madurar como músico, pero lo cierto es que esos cambios alejaron un tanto los siguientes trabajos de los los de Albacete de mis preferidos, sin querer con esto decir que no editaran buenos discos.

Ahora presentan su 8º trabajo, que lleva por título «El Lamento del Diablo», y buscado o no es una vuelta a sus raíces, suenan menos Thrash, más clásicos, José Cano canta con unos registros más limpios que le permiten, a mi juicio, sacar más provecho de esa privilegiada voz que nos cautivó en su debut, y brillar con esos altos registros a los que llega nadie en este país. Si a eso añadimos una distorsión de guitarras menos saturada, sólidos y variados riffs, buenos solos, machacona y poderosa base rítmica, letras directas, que no simples, y estribillos con garra marca de la casa, tenemos el mejor disco de la formación de los últimos años, desde el «Pánico» del 2006.

La producción corre a cargo del propio Cano y la masterización recae en las manos de Alberto Sales. La portada, pedazo de trabajo, una vez más obra de Nanderas. Centinela sigue con la misma sólida formación desde hace 16 años, con la única novedad de Fernando Moya, que se hizo cargo de las guitarras a partir de 2007.

Ya desde el inicio, con un riff adictivo muy heavy, podemos escuchar al Cano de siempre, apreciar con claridad sus letras, con un sonido más limpio, variedad de ritmos de guitarra, la batería contundente, suenan como un bloque, poderosos pero contenidos, contundentes pero menos agresivos. Seguro que con un corazón así ésta no es La Última Canción de la banda.

La batería hace un gran trabajo en Valor, apenas da un momento de respiro, como un martillo pilón. El estribillo ganador lo tiene Me verás, mi tema favorito, con ese mismo combo rítmico acelerado, riffs galopantes y un Cano que destapa el tarro de las esencias combinando variados registros, la canción despide una energía que sin duda alimentará el animal que llevas dentro.

Mi Ruta Secreta es un corte veloz con buenos cambios de ritmo, aunque peca de un estribillo algo repetitivo, buscando un camino donde no esté Dios, quizás a otra dimensión, pero no temas, las luces te guiarán. También encontramos medios tiempos como Arde el Tiempo, que había de tracción, corrupción… Él día a día de un país como el nuestro. Buen solo de guitarra.

Mi segundo corte favorito es 3 Diablos, composición con interesantes cambios de ritmo y otro estribillo bien construido, con Cano modulando la voz como si de un instrumento se tratara. Lo mejor de mí no es lo mejor del disco, pero tiene un interesante juego de guitarras y ciertos aires hardrockeros que le dan un aire comercial.

La luz de Este Lugar respira el mismo aire que la gran «Frío» de La Nueva Ira, acústica, protagonismo vocal pero con un perfil muy distinto al habitual, melódico, transmitiendo sentimientos con ricos y variados matices al cantar, demostrando lo versátil que es este frontman. He comparado ambos temas, con la distancia que da el tiempo, y ahora Cano suena más maduro, más profundo, más completo, transmite mejor… una voz que ha madurado y mejorado con los años. La letra tampoco tiene desperdicio: «Aprendí a caer y empecé a crecer, aprendí a creer y empecé a vencer…». Escucha el tema, apenas una guitarra acústica, algo de violín, y voz, pero qué voz!

Buenas sensaciones me deja este nuevo álbum, un paso firme en la buena dirección, aunque se me queda algo corto, poco más de 35 minutos; pero bueno, dicen que lo bueno si breve… Por eso le voy a dar un 7,75/10 a «El Lamento del Diablo», recomendado!