“Solo para mentes abiertas”
Crítica escrita por José Meh
Quédense con esta reseña, porque pocas veces me verán comentando algo así. Me considero un tipo con la mente bastante abierta en lo musical, pero siempre me ha costado horrores admitir la música electrónica dentro del género. Aún pese a ello, me quise adentrar en el mundo de esta panda de locos formados en Huelva llamados Bolu2 Death. Su estilo se basa en el Metalcore, pero introduciendo bastante electrónica y mezclando su sonido con influencias de todo tipo, incluyendo flamenco, sí, con un par de narices. Y la verdad, una vez abres tu mente y exploras lo que contiene este disco, es bastante probable que salgas satisfecho.
La producción del disco es tremenda. Sacándole el máximo partido posible a cada recurso y acoplando la parte electrónica de forma muy adecuada. Además, destaca la enorme presencia del bajo, que se aprecia de auténtico lujo y le aporta mucha pesadez al sonido de Bolu2 Death que ya de por sí es atronador.
El disco abre con una intro de marcada pose electrónica, acercándose al flamenco en la parte central, para terminar atronando y luciendo el potencial de la sección rítmica del grupo y conectándola con el arranque del primer tema, This World. Un tema realmente potente, con claro protagonismo del bajo y la electrónica, que entra al grito de un “wake the fuck up!” de parte de Mario y ya te mete de lleno en el disco. El estribillo melódico le aporta cierto dinamismo al tema, que contiene pequeños cambios de ritmo bastante interesantes. La siguiente, Ahora Mando Yo, es uno de mis cortes favoritos, me resulta curioso lo que hace Mario de cantar partes en inglés y partes en castellano, pero es un detalle, lo importante es que es un pepinazo total, potente, que te agarra y te obliga a mover el cabezón irremediablemente. Seguimos con Dualitas, un tema de esos cortitos y directos, dos minutos en los que muestran agresividad por un tubo, pero la frenan a mitad de canción para pasar a un riff pesadote, que cierra el tema cual apisonadora. #Shit, que mezcla el metalcore de toda la vida con ciertos ramalazos a lo Slipknot, y Eternidad, que tras una suave intro, destaca por ser el tema más melódico del disco, nos dejan frente al single del cual rodaron videoclip. Se trata de Jugando a Ser Dios, el tema más directo del disco, sin duda, en este juguetean algo menos con la electrónica, aunque aparece en las estrofas para darle una atmósfera muy agresiva que lo convierte en uno de mis temas favoritos del disco. Y tras el tema más directo e intenso, viene la parte que pone a prueba mi mente y la de cualquier ‘pureta’, pues en Dance-Core Party (se puede intuir por el título) y el interludio Ups & Downs es donde sacan la artillería pesada en cuanto a electrónica, siendo esta la clara protagonista de ambos cortes. Pero se puede superar, no os preocupéis, si yo he podido, vosotros también.
Llegados a este punto, deseo detenerme un instante para destacar la brutal labor de Mario Lérida, el vocalista, que muestra una habilidad brutal y un montón de registros tanto en las voces melódicas como en las guturales o incluso cuando simplemente rasga un poco, hace lo que quiere y lo hace bien. No es el típico que se dedica a berrear cual gorrino en matanzas, este tío sabe jugar con su voz y eso mola mucho, colegas.
Bueno, hecho mi propio interludio, sigo. Nos acercamos al final del disco. La trilogía final abre con Hasta Fallecer que es, directamente, una burrada de tema. Empieza aplastante y con Mario luciendo lo que ponía en el párrafo anterior, y para seguir poniéndome a prueba, aparece un pasaje a mitad de canción en la que muestran esa mencionada influencia del flamenco, no lo negaré, queda raro, incluso algo bizarro (en el sentido inglés de la palabra) pero oye, me mola. En serio. Para finalizar, dos temas con títulos contrapuestos, Love Song, que es como una apisonadora, avasalladora desde la primera estrofa y Hate Song, pura rabia, odio, cólera, todo eso escupido en tu cara y dejándotela como un poema. Tremendo final para un disco cojonudo.
Es de valorar las agallas que han tenido estos onubenses para apostar por una propuesta así en un país como el nuestro, en el que cuesta mucho salir de “lo de siempre”, pero oye, hay que abrir la mente y darle una oportunidad a la propuesta de esta gente, que se lo merece por creer en lo que hacen y encima hacerlo bien. Al final, te presentan 40 minutos de potencia sonora, con una producción atronadora total y con una propuesta realmente fresca y diferente.
Tracklist:
- Rebirth (intro)
- This World
- Ahora Mando Yo
- Dualitas
- #Shit
- Eternidad
- Jugando a Ser Dios
- Dance-core Party
- Ups & Downs
- Hasta Fallecer
- Love Song
- Hate Song
Formación:
Mario Lérida: voz
José Luis Corrales: guitarra
Juan Miguel Ramírez: bajo
Francisco Llévenes: batería