“Un bluesrocker con mucho feeling”
Crónica y fotos by Crom
Elegí ir a este concierto de Blues aunque no conocía a Ben Poole… Ni a casi nadie dentro de este estilo. El principal reclamo fue leer que había algún tipo de similitud entre este gran guitarrista y Gary Moore, y a este irlandés, que nos dejó hace poco, le tengo un cariño enorme, tanto para ser uno de los dos “Dioses del Metal” que incluyo en la imagen completa de nuestro logo, el otro es Dio, claro. La otra razón de asistir a este evento es tener claro que el Heavy Metal bebe del blues, y sabía que esta mágica en vivo gana mucho, así que allí me dirigí, solo me gustaría que tuvierais en cuenta mis escasos conocimientos sobre el estilo, y que me limite más a hablar de las sensaciones que viví durante el concierto.
Otto es el primer plato de la noche y arranca a las 20:35 ante un público… escaso. Joven, solista, guitarra acústica y voz, desde Orihuela, con desparpajo, este chaval tiene música. Melódico y cálido. Tras algunos temas cambia de guitarra, sonido eléctrico, suben las revoluciones pero esa esencia personal de este músico sigue presente. Me es difícil hablar de una música tan desconocida para mi, pero como en lo humano, cuando hablan los corazones no hacen falta las palabras, y estas melodías me llegan. Despide con un blues con toques country en una actuación valiente y sincera, lo primero por enfrentarse tan solo con su guitarra a un público que espera a la estrella de la noche y quizás no lo conozca, y sincero porque su música es muy personal y le sale de dentro.
Son las 21:35h cuando hace acto de presencia Ben Poole sobre el escenario y todo cambia, no es un público numeroso pero sí activo, y conoce al artista. Voz susurrante en ocasiones, feeling en los dedos, guitarra excelsa y un regusto a Gary Moore que me emocion. No es que fuera un ferviente seguidor del prematuramente fallecido irlandés, pero siempre supo transmitir, y hay canciones que me calaron muy hondo.
El Segundo tema es más blues clásico, con ese ritmo facilón tan típico del estilo, que te hace partícipe, y no un simple espectador. Poole presenta a la banda, parece tímido pero para nada, conecta con el público de inmediato, sobretodo con el femenino; más cuando de quita la camiseta, se queda en tirantes y arranca algunas exclamaciones de lo más explícitas. Sobre el brazo derecho luce un tatuaje con notas musicales.
Puedo entender poco o nada de Blues, algo imperdonable porque pocos dudan que las raíces del Metal brotan de este árbol centenario, pero sé cuando un guitarrista consigue que una guitarra tenga corazón y eso lo he sentido muchas veces con esta música. Ben Poole tiene mucho talento para expresar emociones con su Gibson Les Paul, no me atrevo a mucho más sin riesgo a que un purista del género me flagele. Esta nos es una crónica al uso, de un entendido en la materia, sino de alguien que sabe (creía que no) disfrutar de otros estilos y, cámara en mano, quería compartir la experiencia con vosotros… y la magia del directo, el encanto de una sala, acogedora, cercana… debo decir que escuché su último disco y me dije «Uff! ¿Dónde te has metido Crom?», pero en vivo suena todo diferente, vibrante.
Hay un momento Hammond del teclista y su sombrero negro imperdible, está no es una banda de un solo hombre, y el resto de los músicos tienen peso y protagonismo. En este momento el público está totalmente entregado, hay mucho talento sobre el escenario, ellos lo saben y nosotros lo sabemos, es un placer poder contar con el británico en tierras murcianas. Es el turno de una de las canciones más pegadizas de su último trabajo, no me preguntes cuál, en un registro vocal apagado, tan característico de este frontman, que suena como cuando apagas el sonido de las cuerdas con la palma de la mano sobre el puente (vale, “Palm Mute”), contenido. Lo cierto es que me gustan más los sonidos que salen de su Gibson, qué le vamos a hacer, siento adoración por este instrumento!. Abuso de verborrea verdad? Es un intento de disimular mi falta de criterio al hablar de detalles más técnicos acerca de lo que estoy disfrutando sobre el escenario. Pero, oye, no mates al mensajero! Ben está girando por toda la geografía española y no te vi en ninguno de sus conciertos, si sólo consigo que lamentes no haber estado me daré por contento.
Hay otro momento imperdible, para degustar, suave, cuando interpreta casi un monólogo a las 6 cuerdas, guitarra protagonista con poco de exibirse pero contando mucho. El momento de alardear llega hacia el final, con el (para mí) mejor solo de la noche, más de dos minutos, excelso, brutal. De esos momentos que a Gary se le iba la olla y olvidaba que tocaba blues, ¿recordáis ese vídeo de «Pretty Woman» donde Alber King abanicaba al guitarrista?, pues tentado estuve de subir al escenario y recrearlo al estilo huertano (risas).
Otro momento especial de la noche es cuando sube al Austin Slack, británico residente en Caravaca, al que unen lazos familiares con Ben Pool según me dijo él mismo, y que protagonizó duelos guitarreros de altura sobre el escenario, no se puede tocar tan bien a esa edad, debería estar prohibido, ja ja, momentazo!!!
Protagonismo guitarrero también para el siguiente tema, me encanta cuando Poole da rienda suelta y explota su potencial que, créeme, es inmenso. El ritmo no decae aunque haya temas memos intensos, porque se compensan con sabor. A estas alturas, créeme, estoy muy contento de decidir no perderme este show. Duelo Gibson-Hammond, ¿lo dejamos en empate? El ganador es el público. Sabes que disfrutan tocando y eso le da un plus, nada de cubrir el expediente, conozco muchas bandas de Metal que se suben al escenario con ese único objetivo, no es este el caso, Ben no se guarda nada.
Abandonan el escenario pero ellos saben y nosotros sabemos (me reitero, lo sé) que volverán con un tema guitarrero de principio a fin, homenaje a Gary Moore, me encanta. Ben luce una tirita en su maltrecho anular izquierdo, que le molesta, pero no baja la intensidad en ningún momento, gajes del oficio y profesionalidad, se tiene o no se tiene. Casi dos horas de horas de monólogo en un idioma universal: la música, y créeme, en directo, la de verdad, la que se hace desde el corazón y se interpreta con talento, no conoce fronteras.
Más fotos en nuestro Facebook
Crónica y fotos by Crom