«La máquina está engrasada y funciona»

Escrita por José Meh

España – Heavy Metal.

Vamos con una de currantes y amantes de la escena, colega. Hoy tengo entre manos el segundo y ambicioso trabajo de BajopresióN, una banda nacida hace poco, en 2015, por unos fulanos con el trasero pelado dentro de nuestra escena, como un proyecto puramente discográfico de Rodrigo Álvarez-Martín a la guitarra y Javier Canseco al bajo (Cuatro Gatos, Asfáltika). Así como se forman, ese mismo año lanzan su primer trabajo, en el que cuentan con colaboraciones de gente como Óscar Sancho (Lujuria), Chino (Banzai), Leonor Marchesi (Santa) o Kake (Caskarrabias) entre otros. Tras la buena acogida que tuvo ese primer trabajo, BajopresióN se reforma como una banda con todas las de la ley y se ponen a currar en La Máquina de Sueños, el disco que nos trae hoy aquí.

¿Y qué encontramos aquí? Pues once cortes de Heavy Metal claro y directo, con momentos más Hard rockeros en sus cortes más melódicos, jugando siempre con los sonidos clásicos y dotando al disco de cierto aire ochentero, el rollete clásico que nos mola. Sin florituras, sin inventar la rueda, pero rodando que da gusto. Buen conjunto instrumental y buenas voces que dan forma a unos temas directos, generalmente coronados por un buen trabajo en la creación de estribillos, pegadizos y claros y que en su conjunto entretienen fácilmente al oyente. Un importante punto a destacar es el tema de las letras, bien elaboradas y con un mensaje de superación, motivación y que animan a hacer frente a las adversidades. También hay algunas colaboraciones de relumbrón en su interior, como pueden ser Victor de Andrés de Zenobia o el pluriempleado y archiconocido Leo Jimenez, però de eso hablaremos más adelante. Además han contado con Andy C. (Cadillac Blood Studios), Jorge Salán (The Utopian Sea) y Dani Blanco (La Casa del Ruido) en la grabación de baterías, guitarras y voces respectivamente. Por su parte, la mezcla y masterización han sido cosa de Pepe Herrero.

El disco arranca con dos buenos golpes de Heavy cañero como son El Alquimista (con la colaboración de Fernando Ponce de León, que le aporta un aire más épico) y Delirios (de la que hicieron videoclip), dos cortes potentes, con unos estribillos bien currados y una buena primera muestra del potencial de la banda. A partir de ahí va jugando con cortes más melódicos como Cambiando el Destino o la emotiva y americanizada Último Adiós (que no llega a ser una balada pese a su tristona letra) y momentos diferentes como Condenado a Divagar, que abre con un aire groovero acompañado de un teclado que, lejos de sumarle pomposidad, le otorga una atmósfera oscura al tema. Mientras tanto vamos viendo a un Antonio Robledillo (voz de la banda y al que aún no había mencionado) adaptarse a cada cambio con un chorro de voz muy destacable.

Falsedad retoma el aire Heavy del inicio del disco en otro tema pegadizo (me he sorprendido a mi mismo cantando el estribillo en la primera escucha) y le sigue, ahora sí, la épica (aunque algo tópica) balada Cien Años Más, bien interpretada por la banda. Tú Mismo se muestra como un tema más complejo, técnicamente muy currado y con el aliciente de contar con Leo Jiménez a la voz, formando un gran dúo con Robledillo. Parásitos, un tema melódico, con un importante protagonismo para el teclado, nos deja ante el dúo final del disco, que llega con Hermanos de Sangre (con Manuel Escudero, voz de Ago), un tema de los que te hacen levantar el puño pese al topicazo de la letra (hay mil temas así, en plan el Rock es nuestra pasión y nuestra forma de ser, pero siempre nos tocan la patatita, ¿verdad?) y cerramos con Juicio Final (con Víctor de Andrés, guitarra de Zenobia), que suena épico y con fuerza, echando el resto para cerrar el disco por todo lo alto.

Un buen disco, amigos. BajopresióN muestran una fuerte ambición y ganas de cumplir sus sueños (refiriéndome al título del álbum) con este nuevo trabajo. El conjunto fluye con armonía, varía entre caña, epicidad y calma sin armar un batiburrillo raro y formando un disco dinámico y variado. Lo primero, y fundamental, que se les ve a estos tíos es que adoran lo que hacen (si no, no lo harían y se dedicarían al Tecno-pop, que seguro que sale más rentable) y eso llega al oyente, que rápidamente genera una sensación de complicidad con la banda porque te transmiten esa pasión y esas ganas de hacer la música que les apasiona. Solo por eso, y porque, qué cojones, el disco es cojonudo valga la redundancia, ya merece la pena que le pongas atención a esta Máquina de Sueños.

Tracklist
01. El Alquimista
02. Delirios
03. Cambiando el Destino
04. Condenado a Divagar
05. Útimo Adiós
06. Falsedad
07. Cien Años Más
08. Tú Mismo
09. Parásitos
10. Hermanos de Sangre
11. Juicio Final

Formación:

Rodrigo Álvarez-Martín: guitarra.

Antonio J. Robledillo: voz.

Javier Canseco: bajo.

Nacho Ortiz: batería.

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