Crónica y fotos Floopy

Hemos estado en el ARF 2016, uno de los festivales más importantes de rock a nivel nacional.
De el viernes poco voy a contaros, la lluvia estuvo presente durante gran parte de la tarde y por ello decidí ausentarme hasta que calmase. La lluvia cesaba para escuchar a Blackberry Smoke, sonaba un rock sureño con una guitarra que parecía estar siendo bien acariciada. Estuvieron genial en calidad musical.
Llegaron los más esperados del viernes, The Hellacopters, que fueron puro derroche de energía con increíbles riffs, solos de guitarra por doquier, una voz con fuerza, adornos de bajo, una batería contundente (al que se le dedicó una de las canciones). Todos los componentes dieron el 150%, calidad plena en todos los instrumentos, incluso llegaron  a dar las gracias a Primal Scream, ya que sin su caída del cartel, este concierto no abría sido posible.

Ya había tenido la oportunidad de ver a Danzig en Hellfest 2013, y me gustaron lo suficiente como para volver a verles, mi sorpresa fue que este concierto nada tuvo que ver con aquel. Parece que no pasan muy bien los años para esta banda.
Un viernes que dejó un sabor un poco malo por culpa el agua.

El sábado en cambio fue un gran día, solo cayeron cuatro gotas, el sonido fue excelente y el  listado de bandas era muy apetitoso.
Llegué a las seis de la tarde por lo que ya me había perdido Sumision City Blues y estaban sonando los sevillanos The Milkway Express en el escenario Scott Weiland que se situaba justo a la entrada. Mi intención era ver Cobra pero me quede impactado por la música de estos chavales así que decidí quedarme.
Un sonido rockero con toque texano, con armónica, banjo, guitarra acústica, guitarra eléctrica y batería consiguieron no moverme del sitio. Un conjunto al que tendré en cuenta para próximos conciertos.

Puse rumbo al escenario Lemmy Kilmister, de camino me encontré con un pequeño altar donde podías celebrar tu boda al más puro estilo de las vegas, disfrazado y con Iñigo Salinero (actor) como cura. Estaba bastante divertido pero tenía más citas con la música, ahora le tocaba el turno a Raveneye. Tres componentes sobre el escenario eran más que suficientes para hacer vibrar al público: Oli Brown (guitarra y voz), Aaron Spiers (bajo) y Kev Hickman (batería) haciendo sonar un power-rock  con una buena voz, punteos, buenos riffs y una gran presencia sobre el escenario, disfrutando mucho de lo que hacían.

El siguiente paso fue ir al escenario David Bowie para ver a los australianos Radio Birdman, dejando de lado a The Vintage Caravan y a The Scientists. Rob Younger (voz) subió con un vaso al escenario y su forma de actuar daba la impresión de que desde luego no era agua. Aun así estuvo con ese puntillo alegre durante todo el concierto. Punk y rock de los 70´es lo que nos muestran estos veteranos que llevan desde 1974 dando guerra, personalmente me encanta ver músicos ya de una edad, con ganas, recordando a los que por diferentes motivos ya no pueden estar y nos dieron tan buena música en su época.  Todos los componentes salieron dándolo todo en el escenario (no se movieron de su metro cuadrado pero no estuvieron quietos en ningún momento y mejoraron con creces el directo que dieron en Azkena en el 2004). Cada vez se notaba más ambiente en el recinto. Sonaron canciones como “Aloha Steve & Danno”y “Murder City Nights”.

Me escape un poco antes quería coger sitio para la irlandesa Imelda May, algo que aun era fácil. Una Imeda May que pudimos ver anteriormente en el ARF y que ya me había cautivado, pero esta vez sin su tupé, subió al escenario con su pelo liso, algo más natural. Consiguió volverme a enamorar con su voz, su manera de moverse por el escenario, esas tiernas miradas al público…..para mi fue un completo. Con unos músicos de mucho potencial nos hizo cantar y bailar sus conocidos temas:

Mi siguiente propósito era ver a Fields of the Nephilim, así que me planté allí.

Poca gente, eso me dio la posibilidad de volver a ponerme en buena zona. El sonido era bueno, aun así a mí personalmente no me terminaban de convencer y al rato me acerqué a ver qué ocurría en el escenario de la entrada donde estaban tocando 091. De camino paré a comer algo en uno de los “Food Trucks”, me costó decidirme entre las variantes, desde perritos calientes hasta tallarines…Era mala hora para ello así que había que esperar un rato en la cola. La gente que faltaba en Fields of the Nephilim estaba coreando las canciones de 091.

A mi parecer era un rock bastante comercial por lo que no terminaban de convencerme pero ahí era yo el raro, el resto de la gente estaba a gusto disfrutando de una banda que regresa a los ruedos después de 20 años, vestidos de negro con mucha clase y experiencia supieron alegrar a la gente antes de los más esperados, los ingleses The Who.

También fui un poco antes para coger un buen sitio, no me puedo quejar ya que conseguí ponerme cerquita y estuvo bastante entretenida la espera, en la pantalla grande del escenario un poco de historia de la banda, agradecimientos a los técnicos, adentrándose incluso en cosas más personales, todo esto con fotos incluidas. Al momento llego el resto del gentío (unas 18000 personas) y con ellos lo más esperado de la noche para muchos. Pelos de punta, melancolía, se sentía algo especial en ese momento, ellos de manera idéntica salieron con la misma emoción a celebrar esos 50 años de The Who. Boquiabierto todo el espectáculo, no soy de los que piden que toquen como lo hacían en su época, me basta con que den todo lo que puedan de sí mismos y cumplieron más que de sobra, con más de setenta años Daltrey y Townshend, unas voces aun increíbles y esa manera de tocar. Fue admirable ver a Daltrey lanzando el micro y moviéndose por el escenario como si de un chaval se tratase. Una batería que se iluminaba a golpes de bombo y ayuda de más componentes para darle más adornos a cada tema. Un setlist pensado para nosotros, con 18 de las mejores canciones de su historia entre ellas: “I can’t explain”, “Substitute”, “Who are you”, “The kids are alright”, “My generation”, “Behind blue eyes”, “Baba O’Riley” y “Won’t get fooled again”.

Por último (para mí) tenía ganas de ver a Refused ya que me habían hablado genial de ellos, y nada más lejos de la realidad, caldearon el ambiente con algo más duro de lo que hemos tenido durante este día. Esto parecía una competición de malabares con el micrófono, mejorando en esto a Daltrey.
Dennis Lyxzen es puro nervio sobre el escenario, de un lado para otro muy simpático, se bajó incluso a cantar con el público. Sonaron temas como: “New noise”, “Rather be dead” o “Reign in Blood” (Slayer cover).
Tenia que irme, había quedado para ver otro par de conciertos fuera del Azkena, pero para salir había que pasar por el escenario donde estaba Marky Ramone´s y sonaban esos grandes himnos el rock de los Ramones “Rock ‘n’ roll high school”, “I wanna be sedated”, “Do you remember Rock ‘n’ roll radio?” o “Blitzkrieg bop”, todos cantaban y disfrutaban con sus ya conocidos temas, así que fue inevitable quedarme. Un Marky sin ninguna  intención de destacar, solo de poder seguir disfrutando sobre los escenarios de sus grandes canciones y de que lo hagamos con él.  Se bajó también con el micro al público, un tío sin escrúpulos.

Volvían a caer algunas gotas pero ya todo daba igual, el ambiente era una pasada…  Aun quedaban Supersuckers pero ya llegaba tarde y fue un final genial, muy divertido, no era necesario más. 

Un Azkena Rock que abría sido perfecto de no ser por la lluvia del viernes (de la que desde luego no tiene culpa nadie). Un sábado con un sonido bastante bueno, rock de diferentes estilos y partes del mundo y una buena organización hacen que este festival siga estando entre mis favoritos. Nos vemos seguro en el ARF 2017 -23 y 24 de junio- (entradas ya a la venta), año para el que los de Last Tour nos tienen otra sorpresa en Bilbao de la que aun no sabemos ni fecha exacta, ni bandas…

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