“Poesía y mestizaje musical”
Crítica escrita por Crom
Alhandal nunca van a dejar de sorprenderme. Los malagueños ya tenían una reputación con su anterior banda, Tyr, hasta que en 2008 deciden cambiar de rumbo y nombre para embarcarse en una nueva aventura. Su primer trabajo fue “Raíces” (2010), y me dije ¡vaya!, ya tenemos nueva banda de Rock andaluz, raíces le sobraban desde luego. Ya en una breve conversación que tuve con Yiyi en un concierto de la gira de presentación, me dio a entender que no se encasillaban en ese estilo, que tenían muchas ideas por explorar y que no cerraban puertas. La prueba fue “Rotta” (2012), un disco ambicioso de corte conceptual y que musicalmente tenía más que ver con el Rock progresivo. La banda ha estado muy activa estos años, y ha mostrado adaptarse al medio escénico como ninguna que conozca, porque igual centraba su setlist en las canciones de este último trabajo que lo mezclaba con algunas del anterior o se ceñía al pequeño formato íntimo del acústico. También ha sido banda de influencias y las ha exhibido tocando versiones de algunas de esas bandas que les han marcado, algunas de esas canciones las plasmó en el disco «Retales» (2014). Pero ya antes habían publicado un tema nuevo como «Azul y Sal», luego el single «Mentiras de Verdad», y esos vídeos junto a uno nuevo lo publicaron en forma del Dvd single «Jardín del Sur» (2015).
Esos tres temas forman parte del actual «Donde empieza el tiempo», que es el que nos ocupa. Un disco de Rock sin etiquetas, reposado en líneas generales, pero con muchas virtudes, que vas a conocer si te acercas a él sin prejuicios y con la mente abierta. Desde el principio te das cuenta de que es algo distinto, no tienes más que tener en tus manos el digipack al que tanto mimo le ha dedicado Nanderas, ¡qué voy a decir de este artista que los aficionados al Metal no sepan! Ha trabajado con los más grandes y siempre encuentra un diseño distinto y que encaje con lo que busca la banda, por distinta que sea la apuesta musical que los avale. La producción es exquisita, el tratamiento de la voz e instrumentos, todas esas texturas, no brillarían sin un trabajo tan bien hecho.
Hablando de los músicos, Yiyi interpreta como nunca, y no es cosa fácil porque los temas son de naturaleza diversa, igual encuentras un tema rockero que te sumerges en ritmos arabescos, o acompañas a una guitarra española en un estilo que roza el flamenco… En todas esas facetas se desenvuelve bien, con ese timbre personal que lo caracteriza. Juan Zagalaz hace un trabajo espléndido a las guitarras, tanto eléctrica como española, desplegando un crisol de recursos, ritmos cálidos o alegres, melodías con feeling y algunos solos imperdibles. La base rítmica tiene un bajo que destaca (escucha «Jardín del Sol» por ejemplo) y batería que proporciona un colchón sonoro adecuado en cada momento, los teclados bien presentes y con detalle.
El álbum está dividido en dos partes, la primera incluye esos tres singles de los que hablaba, Azul y Sal, que me transmite más por mi naturaleza mediterránea que por el aspecto musical, la citada Jardín del Sol es dinámica y tiene bastante de la esencia arábigo-andaluza donde tan bien se desenvuelve Alhandal, mientras que Mentiras de Verdad tiene un inicio con riffs bastante heavies, y una letra de denuncia social sin desperdicio: «Lobos que visten traje, hienas en la Banca, oscuros días de una Democracia enferma y ausente…» Atentos también al solo de guitarra, de los mejores del álbum. Este tipo de letras no es lo habitual que vas a encontrar en este trabajo, ya lo digo en el título, hay mucho de poesía en “Donde empieza el tiempo», como podrás comprobar si escuchas los nuevos temas como Ecos de un Tiempo (me encanta ese final tan arabesco), más patente incluso com las rimas que pueblan La Trampa del Ayer, tema con el que conectas a primera escucha, también está presente ese lenguaje alegórico en Perder el Norte, con un riff de apertura muy adictivo, y que abre este álbum tras la intro.
La segunda parte lleva por título «La Fábula de los tiempos», y nos cuenta la historia de la dueña de los despertares y las almas dormidas: La Bella, que se debate entre dos amores en forma de vientos: Terral, viento procedente de las corrientes del Norte y, desde el Sur, Sirocco. Es un derroche de imaginación y una bella fábula, aquí es donde te tengo que recomendar encarecidamente que te compres el disco, en lujosa edición digipack, para que disfrutes del trabajo que ha hecho mi paisano Nanderas y que puedas leer la historia al completo, incluido prólogo, y que puedas poner la voz que falta en los dos temas instrumentales, que solo se cuenta en el libreto, hazme caso, no te arrepentirás.
En el apartado musical, el rock arábigo andaluz está más presente, pero también algo de flamenco, como en Dueña de mi Despertar (Terral), con coros a cargo de Loly Lorenzo y palmas de Julia Rodríguez, también presentes en la gran instrumental Danza de los Vientos, repleta de ritmos arabescos y buen gusto, el tema más extenso pero nada aburrido, lleno de texturas y colores. Pero de los dos cortes instrumentales, y prefiriendo siempre la guitarra eléctrica, en este caso no puedo más que rendirme ante la guitarra española de Ritual de la Pena, no se pueden expresar más emociones con menos acompañamiento, el del teclado, hacedme caso, es memorable. Las dos últimas canciones son más reposadas: La Última Vez (Sirocco) y el broche de oro que supone Canción del Retorno, con un Yiyi susurrante y que transmite muy bien, pero aquí quiero destacar la parte instrumental de guitarras, con el feeling al estilo del Gary Moore más melódico de su etapa bluesera, y que es de lo mejor que he escuchado en mucho tiempo, un subidón para los que amamos y nos emocionamos con este instrumento.
En definitiva, si buscas Metal aquí no lo vas a encontrar, tienes que escuchar este disco sin prejuicios, con la mente abierta, déjate llevar, sumérgete en sus canciones, que la música te acune y te transporte, es un viaje que no olvidarás. Siempre hablamos de que se ha perdido la originalidad, que todo suena a ya oído… No es así, Alhandal crea, labra su propio camino, su música rompe clichés y huye de etiquetas, innova, arriesga, y pone mucho mimo en su trabajo; te pueden gustar más o menos, pero si sabes reconocer la belleza, «Donde empieza el tiempo» no te puede dejar indiferente. Nota: 8/10
Tracklist:
1. Conjura
2. Perder el norte
3. Azul y Sal
4. Jardín del Sur
5. Ecos de un tiempo
6. La trampa del ayer
7. Mentiras de verdad
— La fábula de los vientos —
8. Ritual de la pena
9. Dueña de mi despertar (Terral)
10. Danza de los vientos
11. La última vez (Sirocco)
12. Canción del retorno (Éxodo)
Componentes:
Yiyi Vega | Voz
Juan Zagalaz | Guitarras
Francisco Nieto | Bajo
Germán Villén| Teclados
Carlos Núñez| Batería