“Liderando el progresivo europeo”
Texto y fotos por Moralabad
La banda británica de metal progresivo Haken, se acercaban por tercera vez por nuestra capital y para mí era la segunda que los veía, ya que tras la gira de “The Mountain”, dejaron muy buenas e increíbles sensaciones en directo.
Esta vez venían acompañados de dos jóvenes bandas que apenas están debutando. Los primeros en actuar fueron Arkentype, a los cuales no pude tener ocasión de ver y explico la razón. Probablemente se debiera a un error por parte de la sala o de los organizadores, no lo sé, pero el caso es que la apertura de puertas supuestamente era a las 20:00 h. Yo llegué a la sala diez minutos antes de esa hora y acababan de tocar. De camino a la sala veía gente que, siguiendo mi misma idea se acercaban para ver a los tres grupos y todos nos quedamos sorprendidos. No sé de quién fue el error pero al fin y al cabo somos humanos, nos podemos equivocar, pero lo siento por Arkentype, que al final, son los que más lo sufren.
45 minutos llenos de muy buena música instrumental se marcaron Special Providence, un grupo húngaro que no conocía y que desde su primera canción hasta la última fueron atrayendo al público a la sala a fuerza de temazos. Los aplausos de sus pocos seguidores terminaron siendo la ovación de una sala con bastante gente que reconoció su papel. Presentaban su cuarto disco de estudio con el que desarrollaban una música cercana al rock progresivo de bandas tipo Rush, Riverside, Russian Circles, mezclado con el metal más conocido de Liquid Tension Experiment, Dream Theater, en las partes shred e incluso partes de metal extremo de ritmos djent.
Ya digo, muy buen concierto de este cuarteto en el que cada uno desempeñó su papel con una soltura envidiable.
Y en tercer lugar y bajo la conocida puntualidad inglesa, a las 21:05 de la noche se apagaron las luces para dar la bienvenida a Haken, al unísono con su intro homónima al último disco. En la gira pasada, la sala fue distinta (Shokolive), en mi parecer esta vez hubiera sido mejor haber repetido, porque su aforo es mayor. El sonido de la guitarra de Richard en esa ocasión fue el aspecto negativo por estar demasiado baja. Sin embargo esta vez, en la renovada sala Caracol pasó lo contrario, la voz de su frontman comenzó siendo demasiado elevada, pero en la misma canción, “Initiate”, fueron ajustándola hasta ser perfecta, por lo demás todo muy bien, lo único, y esto es ya personal, el sonido del bombo te levantaba del suelo del volumen que tenía, pero sin embargo no eclipsaba otros elementos.
Para los que conocemos la banda desde su primer disco, e incluso de antes, desde su demo de 2008, podemos decir que el set elegido fue brutal, no se podía haber elegido mejor. Todo fueron temazos, claro está, desde el punto de vista del que escribe esta crítica. De su primer disco no hubo ninguna, del segundo, solo “Deathless”, que en directo impresiona y gusta cada vez más. Predominaron temas de su reciente trabajo, en total seis y de su anterior, entre las que estaban “Falling Back To Earth”, “Cockroach King” y “Pareidolia”, tres temazos cada uno con su personalidad y, en caso de la cucaracha, con una ocasión imperdible para disfrutar de la voz de su vocalista y los ajustados coros del resto de los cinco músicos a la vez.
Los tres momentos más destacables de la noche fueron con dos canciones del último disco, “1985” y las gafas que sacó Ross, una canción que nos transportaba a ese año como si fuera Regreso al Futuro. “The Architect”, con la que mucho público estuvo coreando su estribillo y haciendo headbanging en su parte final y la tercera fue con “Crystallised”, perteneciente al EP de 2014 “Restoration”. La tocaron como bis final, son veinte minutos de canción y fue realmente muy bien recibida, que muestra a la perfección la idea de metal progresivo y, a su vez, es de las que solo le gustarán a aquellos que realmente les guste el progresivo.
Otros temas como “The Endless Knot” también tuvieron buenos momentos, como en la parte central cuando emulan la música disco de los ochenta con ese sonido de teclado seguido de riff tipo djent de guitarra. Sonido de 10.
El agradecimiento al público estuvo constantemente presente en todos los miembros de la banda y culminó cuando Ross sacó nuestra bandera y se la puso sobre los hombros mientras cantaba, un gesto que sin duda dice mucho de ellos.
Y esto es todo, esperamos que vuelvan cuanto antes porque las ganas de más se quedaron en la sala esa noche del 3 de junio.
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