“Gran debut con ideas propias mezcladas con influencias y un prometedor futuro”

El disco que hoy os presento pertenece a una nueva, joven y prometedora banda procedente de Hungría. Dreamgrave presumen de realizar una de las vertientes más complejas del género, Metal Progresivo Oscuro, conocido por ser el estilo que desarrollaron bandas, generalmente europeas, como Opeth o Katatonia, aunque también pueden incluirse algunas del nuevo continente como Tool.

Al ser este su primer disco de larga duración, lo normal es que se parezca a esas bandas, eso es inevitable. A lo largo del disco veremos influencias de todo tipo, no solo del estilo que practican.

La banda se formó en 2007 y dos años más tarde compusieron “Deadborn Dreams”, un demo de media hora de duración a modo de demostración para atraer público. Desde entonces la banda ha sufrido varios cambios en la formación, hasta que en 2013 volvieron al estudio para grabar su primer larga duración de su carrera. El 15 de octubre del pasado año “Presentiment” finalmente ve la luz. Se trata de un álbum conceptual, típico ya del estilo que abarca, compuesto de nueve cortes, de los cuales el primero y último son instrumentales a modo de introducción y final respectivamente.

Haciendo caso de la gacetilla de prensa, me dispongo a escuchar el disco y me doy cuenta que desde el comienzo cumple perfectamente con la descripción. Me llama la atención la portada, en la que aparece un hombre frente a un laberinto con muros enormes de piedra sin alcanzar a ver su final. Así es como me sentí al empezar el disco, sabía dónde me metía, pero no cuándo ni cómo iba a salir. Otro detalle que me ha llamado la atención es el logo de la banda, esa D inicial totalmente parecida al logo de Opeth (al principio los andorranos Persefone cayeron en esa “trampa”).

Ethereal Eternity” nos adentra en ese laberinto a la vez que nos introduce en la historia que comienza con “Black Spiral”. Pocas veces me encuentro un disco de estas características que me haya gustado desde el principio, este tema es atractivo, tiene todos los aspectos del metal progresivo, su propio toque personal (muy a su favor) e influencias de varios tipos. En la primera mitad del disco la voz que predomina es la masculina gutural, dejando la voz de la soprano en un segundo plano. Destacan las partes lentas y punteo y solo de guitarra típicos de los discos Blackwater Park y Deliverance de Opeth. Mientras que la interpretación de Mária recuerda a los últimos discos de Therion y por otro lado la voz gutural de Dömötör es característica del Black/Dark Metal al ser muy grave.

Memento Mori” continúa agregando más técnica y recursos musicales de otras épocas, como la integración de teclados tipo Hammond que ya usaban Boston o Kansas en los setenta. Esta vez la voz masculina toma las dos vertientes agregando situaciones de calma en las partes limpias y manteniendo la agresividad y oscuridad con la gutural.

The Last Drop Falls” es para mí la mejor del disco, es la más progresiva de todas, muy del estilo Evergrey pero más cercano al estilo americano. El final es de lo mejor, gran solo de guitarra manteniendo el estilo y el batería haciendo una demostración de técnica, destreza y calidad.

A partir de aquí disminuye un poco el nivel de los cortes, pero el grupo continúa agregando cambios para que no se haga repetitivo. Con “Presentiment”, de ocho minutos de duración, la voz femenina toma más protagonismo llegando al primer plano compartido con su compañero, que también cambia su voz oscura por una más típica, sin dejar de ser gutural. Esta es una canción lenta tipo Porcupine tree que desarrolla un ritmo en la segunda mitad totalmente parecido al estilo que llevó a Opeth a la fama. El siguiente corte es la segunda parte de ésta en la que la voz de Mária, la guitarra de Ádám y el teclado de János ocupan el centro de atención. Es lenta, como la anterior y muy bien interpretada, por el final se denotan los violines y chelo que acompañan de fondo de maravilla.

Nos acercamos al final con “False Sense Of Confidence”, en la que cambiamos de rumbo con respecto a la anterior volviendo a la esencia sinfónica de Therion (ahora más parecido al Gothic Kabbalah) por la voz femenina en conjugación con la música. Por la mitad hasta el final hacen un claro guiño al Watershed de Opeth en la música, aunque en la voz logran un aspecto personal, cambiando a la voz limpia y terminando el tema muy del estilo Threshold.

It’s Ubiquitous”, la más larga del disco, con casi nueve minutos totales se puede hacer larga de primeras al ser muy lenta. Se divide en dos partes claramente diferenciadas, la primera es muy melancólica, como si se tratara de un funeral en la que únicamente aparecen las dos voces limpias con el piano marcando el ritmo. La segunda, continúa la canción, pero va agregando los demás instrumentos progresivamente junto a los coros para terminar junto con la historia de forma grandiosa. Lo dicho, puede resultar pesada, pero si gusta, lo hará y mucho.

El final del disco llega con una canción que cuando la escuché pensé que no pegaba pero buscando parecidos me di cuenta que sirve muy bien para finiquitar el debut de esta banda. Se trata de una canción totalmente ambiental al estilo Ghost o Hummer del canadiense Devin Townsend o las Night Session de lo último de Riverside.

En definitiva, un álbum lleno de influencias pero que se conjugan con las abundantes ideas personales dentro de un estilo poco llamativo para la mayoría.

Sinceramente se lo recomiendo a todos aquellos que les gusta el Opeth antiguo hasta su cambio radical, verán en este disco nueva luz que iluminará sus caminos.

Nota: 7,8 sobre diez.

 

Canciones

1. Ethereal eternity

2. Black Spiral

3. Memento Mori

4. The Last Drop Falls

5. Presentiment

6. Presentiment (Part II)

7. False Sense Of Confidence

8. It’s Ubiquitous

9. Fusion Of Souls (alternative version)

 

Dreamgrave

Dömötör Gyimesi – Voz y guitarra

János Mayer – Teclados

Mária Molnár – Voz

Ádám Koväcs – Guitarras

Domonkos Altorjay – Batería

Krisztina Baranyi – Violín

Márton Attila Kovács – Bajo

 

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