Un rodillo vibrante paseando por la autopista de tus oídos

Amigos de Dioses del Metal, Somas Cure vuelve de nuevo a poner en marcha su potente rodillo de guitarras y melodías para hacernos saborear su nuevo álbum, Mitos. Trabajo de recursos musicales variados, donde encontramos sonidos de Metal clásico entremezclados junto a otros más propios del Metalcore, toques del Thrash y el apoyo de voces guturales del Death, curiosamente realizadas por el mismo vocalista.

Por la calidad de este disco, podríamos imaginarnos que llevan muchos años en la brecha, pero no es así, 2008 los vio nacer y en su discografía se incluye los LP Parseval (2011), Equilibrium (2013) y el que estamos comentando ahora. Mitos, disponible desde el pasado 13 de Enero, es, como los dos anteriores, autoproducido, lo que les da una libertad total a la hora de componer e incluir las canciones. Grabado y mezclado por Carlos Santos en Sadman Studios (Madrid), en el verano de 2014, ha sido masterizado en Finlandia por Mika Jussila (Finnvox, Helsinki).

El resultado global del sonido se resume en una palabra, calidad. El bajo y parches suenan reales, estos últimos de manera sorprendente, formando una contundente base rítmica, con intenso brillo en un riffeo continuo en afinación grave. La voz está bien superpuesta, entendible y demostrando múltiples registros, con la gutural rompiendo el ambiente en los momentos precisos, aportando la necesaria variedad y los coros están ejecutados con acierto. Las letras, a cargo de Txema Fonz, son muy complejas, conceptuales, de esas que hablan de pasiones y sentimientos, es difícil recordarlas cuando finalizan. En conjunto me sonaron influencias de Hamlet, pero está claro que tienen a estas alturas un estilo propio.

A título personal, lo que hubiera mejorado es mayor diversidad a la hora de componer, porque todo rueda muy monolítico, las canciones se asemejan mucho entre sí en el momento que llega el silencio y te quedas pensando. Quizás, rompiendo el ritmo de forma diferente más a menudo o añadiendo más solos de guitarra, se hubiera  logrado disminuir este efecto.

Moviéndose en medios tiempos, tendiendo a profundos por esos riffs que lastran, hay muchos detalles que dan un plus a este disco. Son 10 pistas de música y otra al final, en donde se incluye un DVD con entrevistas y cuatro videos oficiales, de los cortes Llueve, Equilibrium, Bitácora y Helios. Además, en su página web (www.somascure.com) podéis descargarlo de manera gratuita, incluyendo portada y letras, a todo lujo, y por supuesto, adquirirlo en formato físico. En suma, no hay motivos para no darle una oída.

La portada, diseño de Jorge Longarel, me es demasiado conceptual, destacando sobremanera el nombre de la banda en blanco. Sinceramente, ese rosetón de negros o rojos, según se mire, sobre fondo de color sangre no me dice gran cosa. Cuando los entreviste, si acceden, ya me dirán, porque me intriga el diseño.

Belial es una magnífica carta de presentación, cadenciosa, muestra unas guitarras cargadas de melodía en una línea sencilla pero potente, con el cantante simulando ser tres voces distintas. La huida se inicia a vorágine total con voz Death sin prisioneros, es más rápida que la anterior, destacando por un corto punteo para sentirlo.

Suena bien el riffeo de Llueve, de los que hacen saltar esquirlas. La voz de Txema te acaricia por momentos, con adictivos coros que la harán funcionar bien directo. Después de la tempestad, Despierto llega con segundos de acústico, explorando más el Rock en esos acordes de guitarra, con melodía y estribillos muy pegadizos. El reino del lobo supone un pequeño bajón en el pistón, corte calmado donde Txema se exhibe, el principio roza la balada típica pero va ganado fuerza como un volcán en erupción para explotar al final.

Batería y guitarras forman un cocktail demoledor en esta pista, Uno de cientos, muy variada en ritmo y melodía, con una interesante contención del ritmo en el estribillo. El buen soldado tiene una letra interesante sobre los protagonistas del título, con mucha intensidad en las cuerdas, es un buen tema con aromas de Metalcore. El sonido de las guitarras parece que se me repite con Di mi nombre, pausada y apasionada, el estribillo destaca, muy coreable.

Helios ya la conocimos el año pasado, sobresale por voces agresivas y trazas de Thrash, muy cañera. Y finalizamos con una balada para relajarte, Nunca jamás, que cumple dignamente el cierre, conjuntando bien ese piano con la voz.

Buena progresión desde sus inicios, no se han apartado de la senda ascendente del Metal. Hay aspectos que puliría, detalles, pero el conjunto es notable, de 7,3 puntos sobre diez. Un saludo metálico a todos.

 

Canciones

1. Belial

2. La huida

3. Llueve

4. Despierto

5. El reino del lobo

6. Uno de cientos

7. El buen soldado

8. Di mi nombre

9. Helios

10. Nunca jamás

 

Componentes

Txema Fonz. Vocalista

Borja Iglesias. Guitarra

Alvaro Longarela. Guitarra

Víctor Pérez. Bajo y coros

Darío Gómez. Batería

 

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