«Aconsejado para noctámbulas fiestas hasta el amanecer entre amigos, destila pura diversión.»

Crítica escrita por Luishard

Amigos de Dioses del Metal, cómo se agradece que después de la complejidad manifestada por tantos grupos anteriormente reseñados, me encuentre con uno cuyo único objetivo sea el hacerme pasar un buen rato. Porque eso ha sido lo que he sentido, con mi adrenalina en columna de marcha hasta el amanecer. Y si encima se te ocurre añadir unas cuantas cervezas de alta graduación, de aquellas que cuando llegan a tu estómago ponen a danzar a las enzimas, llegando a entonar los cánticos de  Baco, esos de ¡¡oeh, oeh, oeeehhh!!, entonces el torrente de juerga es demoledor.

Helldorados es una banda joven, de Stuttgart, Alemania, y hace tan solo un par de años debutaron con un álbum homónimo. Este Lesson In Decay, bajo el sello de Massacre Records, saldrá en EEUU el próximo dieciocho de Octubre y en Europa ya lo tenemos disponible desde el diecinueve de Septiembre. Si queréis verlos en directo este año, tendréis que desplazaros a su tierra natal en los meses de Octubre y Noviembre.

Son once divertidos y desenfadados temas, de entre casi tres y cuatro minutos y medio,  con un tiempo total de cuarenta y uno. He de deciros que se me hizo corto. Este trabajo ha sido producido por la propia banda junto a James Herter y mezclado y masterizado por Sven Geiger, que ya trabajó junto a Scorpions o Saxon, en los Estudios Atlantis en Reutlingen, Alemania.

¿Qué es lo que he saboreado?. Pues un sonido descarado y lozano, muy real, más pulcro que en su debut, con melodías que casi te obligan a bailar, envolviéndote en un sabroso Hard Rock de antaño. Hay mucha Roca y Rollo en las composiciones, simples y con gancho, con riffs ligeros, distorsionados y estribillos facilones. En definitiva una música sumamente digestiva y que te levantará el ánimo. Curiosa es la ausencia de baladas.

Todos estos aspectos anteriores pueden ser negativas según quien los analice. Lo primero la voz, quizás lo más flojo, prácticamente cero en agudos y monótona, sin matices, aunque es cierto que una vez que Pierre conduce los temas, está en el digno aprobado. Esta monotonía se traslada al conjunto,  donde no hay ninguna canción “crack”, siendo difícil elegir la mejor sin que ninguna sea mala. Y que conste que me han gustado varias. Puestos a exigir, sin duda yo hubiera subido el golpeteo del Hard Rock para potenciar los temas. Por lo demás, estoy seguro que tendremos en el futuro más noticias de ellos y que serán de las buenas, porque recorrido para mejorar tienen.

La portada es inspiración de Timo Würz, con la banda retratada en plan cómic sobre una escalera, algunas botellas tiradas por ahí, desenfadada y acorde con lo que nos quieren trasmitir. Detrás, medio recostada en un trono, la típica chica vampira y amasijos de guitarras y espadas.

La reunión de amigos comienza con Seven Deadly Sins, que se inicia con frase tajante en la lejanía para que se desencadene la tempestad de sonido, con acordes de guitarra muy country, rápida y facilona en el estribillo (oh!, oh!, oh! me dicen). Sugerente esa guitarra deteniendo el ritmo en el 2´23”. Ansiosos, la primera ronda cae en In for the Hill, con buena entrada a la batería y una gustosa melodía de guitarra. El ambiente sigue siendo de desenfado y desenfreno, con un solo de guitarra simplón pero atractivo. Sacamos la segunda de la caja oyendo By the Progress, que me sorprende gratamente, mucho más seria y poderosa, con riffs de verdad y melodía de semicabeceo, el estribillo busca que lo sigas y el solo de seis cuerdas sube de categoría, es de las buenas. 

Espuma al viento en The Devil Takes the Hindmost, ¿estaré soñando? me pregunto, porque comienza con acordes y ritmo al más legendario estilo australiano, ¿acaso mis neuronas estén pensando en la reseña de mi disco 10?. Con estribillo de directo para hacerme sonreír cogemos otra, Anytime, Anywhere, que tiene una bonita melodía y estribillo muy fácil de recordar, agradable. Y otra más en Let Us Play, ¡ cómo me gustan esos primeros 30 segundos de acordes y batería!, con otro estribillo para el cachondeo, aquí hay mucho Rollo.

Ya con desenfreno por la quinta, entra Megalomaniac a saco, de formar serpiente con la panda y  tope de entusiasmo, vamos, en la tónica de la noche que estoy pasando. Menos mal que el ambiente se relaja en Wake up Dead, con melodía más “popera”, pero no por ello se para la fiesta, me gustó.

No puedo rechazar otra ronda. To Live Is to Die es muy ligera, con ritmo de estampida y largo estribillo, cantado Pierre una vez con los coros a capela y las seis cuerdas solitarias en lo mismo, simple y agradable. Ya me diréis las que llevo en Something Sweet, con este orden de entrada: platillos, bajo y guitarras y ritmo de puro Rock and Roll. Sigo olisqueando a solomillo de canguro, aunque sea de segunda. Y con la última, me retiro cuando llega We Won’t Back Down, que hubiera cambiado de posición con la anterior, muy simple, bonita pero más para reuniones del “cole”.

Estoy subiendo las escaleras del portal, ligeramente aturdido y cansado por la fiesta, pero tengo claro que lo he pasado de órdago así que este disco bien podría puntuarse con el mismo número de botellas de cerveza que me he bebido, un 7 sobre 10 puntos. Un saludo metálico a todos.


Tracklist 

  1. Seven Deadly Sins
  2. In for the Kill
  3. By the Progress
  4. The Devil Takes the Hindmost
  5. Anytime, Anywhere
  6. Let Us Play
  7. Megalomaniac
  8. Wake up Dead
  9. To Live Is to Die
  10. Something Sweet
  11. We Won’t Back Down 

Componentes

  • Pierre Seidel. Voz 
  • Stephan «Steve» Tadic. Guitarra
  • Gunnar Hofmann. Bajo
  • Chris Rusam. Batería

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