“Un reconfortante canto de la aurora”
Reseña de Christian Dárchez
Pasó un lustro del anterior “Spiritual instinct” (2019) sexto disco del dúo francés Alcest y justamente conformado por Neige (voz, guitarra, bajo y teclados) y Winterhalter (batería), quizás uno de los puntos altos de su ya larga carrera que empezó allá en 2007 con su forma experimental de combinar el Black metal con el Dream Pop y el Shoegaze que ellos mismos dan por llamar “Blackgaze”. Una propuesta no muy fácil de asimilar dicho sea de paso, pero que sin dudas se ha ganado el favor de la prensa más exigente y de los seguidores mas afín a bandas que salen de lo común en la que personalmente empecé a conectar un poco mas con “Kodama” (2016) disco conceptual basado en el film animado “La princesa mononoke” (1997) una de las grandes obras maestras de Hayao Miyazaki (que lamentablemente hoy atraviesa por un periodo de falta de creatividad) y con la que caí rendido en el fenomenal “Spiritual instinct”. Hace muy poco los franceses editaron este “Les chantes de l’aurore” y según tengo entendido el mismo dividió a la prensa puesto que hay una facción que asegura que se trata de una obra maestra digna de posicionar entre lo mejor del año y otros que han aflojado con la pluma creativa y parieron una obra aburrida. Después de degustarlo muy detenidamente debo verter mi opinión sobre él y decir que ambas opiniones son bastante exageradas ya que no es ni por asomo la obra maestra digna de lo mejor del año, pero tampoco es la obra aburrida y poco inspirada ya que se trata un buen disco dentro del catalogo del particular dúo francés.
“Les chantes de l’aurore”, séptimo disco de los franceses Alcest, no presenta ningún cambio en su andar experimental, de hecho, hasta puede sentirse como una continuación de sus 2 anteriores obras citadas arriba (el mismo caso que se dio con Borknagar en “Fall” de este año y que muchos catalogaron también de obra maestra) aun cuando las producciones correspondientes en cada disco se encargan elegantemente de disimularlo. Por eso me cuesta creer que se trata de una “obra maestra digna de lo mejor del año”; pero que aun así la banda sigue inspirada en eso de componer buenas canciones en las que sus principales armas no flaquean, por lo que tampoco coincido en quienes lo tildan de “blando y aburrido”. Esta bien, las 2 primeras instancias Komorebi y L’envol con ese andar medio y mas vital en las guitarras, voces etéreas dream poperas y pasajes de aceleración blacker se parecen mucho entre si y la extensa duración de ambas tampoco ayudan demasiado, pero lo mejor llega con canciones como la gancherisima Amethysté de guitarras mas estridentes y pasajes mas progresivos aunque su parecido con “Protection” incluida en aquella gema de 2019 le reste algunos puntos, los juegos rítmicos y las guitarras limpias de la muy agradable Flamme jumelle en las que si puedo llegar a creer que estamos en presencia ante uno de los temas del año. Reminiscence es una baladita a piano y efecto de orquesta que le da pie al recitado en japones de la movidita L’enfant de la lune que va desde el medio tiempo contemplativo y las aceleraciones puntuales y el final reposado de la balada melancólica L’adieu ideal para anunciar un amargo final, aunque en este caso finaliza el disco de muy buenas maneras.
Desde el lado de la producción tampoco hay ninguna sorpresa: nos encontramos con otro producto perfectamente cuidado y balanceado donde hasta los acoples adrede suenan estilizados y también cuenta con una bonita portada, muy propia y representativa del grupo. Bajándola a la tierra debo decir que no estamos ni por asomo ante “la obra maestra digna entre lo mejor del año” pero también haciéndole justicia tampoco es el bodrio que aseguraron por ahí; “Les chantes de l’aurore” es un disco 100% Alcest y por suerte es uno de los buenos.
Alcest
Neige: voz, guitarra, bajo y teclados
Winterhalter: batería
Canciones
01. Komorebi
02. L’Envol
03. Améthyste
04. Flamme Jumelle
05. Réminiscence
06. L’Enfant de la Lune
07. L’Adieu