Aquí os dejo la reseña del último trabajo de Sphinx, de lo mejor de este año.

Cinco años de silencio discográfico después, exceptuando el EP de versiones del año pasado, vuelve Sphinx a primera línea de fuego con su quinto álbum de estudio, que lleva por título «Chronos». 

Muchas cosas han pasado en estos años, Manuel Rodríguez (el vocalista) se sometió a una operación de nódulos en la garganta que tuvo apartada a la banda de los escenarios un tiempo, pero este retiró temporal también ha traído cosas buenas a la formación, como la vuelta de sus guitarristas Justi Bala y Santi Suárez, y eso se nota mucho.  

El disco salió el uno de octubre y lo componen doce temas, el primero una intro, con una duración de 64 minutos. De forma genérica debo decir que el disco me ha sorprendido gratamente, composiciones sólidas y muy trabajadas, gran producción, muy cuidado el apartado instrumental, el trabajo de las guitarras es de altura, riffs potentes y rápidos solos; la base rítmica no se queda atrás, contundente y teniendo una presencia continúa, con  protagonismo destacable en algunos de sus cortes; Manuel quizá no llega a esos tonos estratosféricos de antaño, pero mantiene esa personalidad que hace de su voz una de las más reconocibles del territorio nacional. 

Como decía, es un disco sólido cuyas composiciones mantienen una calidad alta, pero quiero destacar sólo unas pocas que han llamado mi atención por distintos motivos: 

«Esperando absolución» es el perfecto single, rápida, estribillos pegadizos, una sección rítmica que no da tregua, buenos riffs y un par de solos de a cargo de Santi y Justi de lo mejorcito del disco. Si además es el elegido para rodar un video de lo más profesional con Making Off incluido, hacen de este tema que abre el disco un corte imprescindible.

Otro tema a destacar es «Dulce Veneno», porque suena distinta y es muy heavy, con un duelo de guitarras memorable.

«Insomnio» es un tema casi épico, tanto por la duración (9 minutos) como por lo variado del corte, que tiene muchos cambios de ritmo y distintas texturas. El comienzo recuerda a «Momentos de lucidez», parece respirar el mismo aire. Manuel hace un gran trabajo y experimenta con distintos registros, los teclados, de los que se encarga él mismo, son una pieza clave y la canción tiene un furioso y rápido sólo de guitarra, quizás el mejor del álbum. Para nada se hace largo a pesar de su metraje, una gran canción.  

La música comparte características con otras artes, como el cine, en el que hay películas que te hacen disfrutar mientras las ves y al poco olvidas, otras que te dejan un buen sabor de boca y unas pocas que se quedan instaladas en tu corazón y ocupan una parte de ese disco duro que es nuestra mente. Eso me ocurre con «Vuelve a caminar», una bella canción de desamor pero con mensaje positivo que alienta a rehacerse y seguir adelante. Grandes letras como esta son las que nos diferencian del Metal anglosajón, que no trabajan demasiado ese aspecto, os dejo una muestra: 

«No llores en tu soledad, no temas a la oscuridad, aparta tus lamentos, vuelve a caminar. 

El tiempo cura ese dolor, encontrarás otra ilusión, que nada es para siempre cuando no hay amor. 

Rompe con el triste pasado que nunca volverá, esa puerta se cerró para siempre no vuelvas a llamar, busca en tus mejores deseos un nuevo amanecer, cuando pienses que ya no hay solución, en cualquier momento vuelve la ilusión».  

Sin duda una canción que deja poso y que no te cansas de escuchar, cuando pases por un mal momento escúchalo a todo volumen, te ayudará.

Por último, destaco el tema que cierra el disco, «Oro negro», una buena composición que habla de ambición y desigualdades, pero que he elegido sobre todo por el gran trabajo de los músicos, esta vez el protagonismo es para José Pineda al bajo y Carlos Delgado a la batería, que junto a las omnipresentes guitarras ejecutan con acierto una sección instrumental que ocupa casi la mitad final de la canción.

Hay temas algo más flojos, como «Amanda», cuyo estribillo no acaba de convencerme. Es un disco para paladear, a cada escucha tenía una opinión distinta y cambiaban mis preferencias, os recomiendo que le deis tiempo y lo saboreéis.

La espera de cinco años ha merecido la pena, «Chronos» es un trabajo maduro, bien producido y con un montón de buenas composiciones de una banda que ha recuperado la formación que grabó «Mar de dioses», el que para mi es uno de los mejores discos de Heavy Metal que se han hecho en nuestro país.       

Ya sabéis que no me gusta puntuar, pero en este caso voy a mojarme: 8/10

Sphinx:

Carlos Delgado Drums (1995-present)

Manuel Rodríguez Keyboards (1995-present), Vocals (1995-present)

Justi Bala Guitars (1997-2006, 2012-present)

Santi Suárez Guitars (1998-2009, 2011-present)

José Pineda Bass (2002-present)

Tracklist:
1. Chronos [01:15]
2. Esperando absolución [05:15]
3. Tiempo [05:18]
4. Dulce veneno [04:22]
5. Cruce de caminos [04:16]
6. Insomnio [08:50]
7. Paseando por el cielo [03:48]
8. Volver a caminar [05:59]
9. La sangre del pueblo [05:24]
10. Amanda [04:38]
11. Infierno [04:47]
12. Oro Negro [07:59
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