Blood Red Throne - Imperial Congregation (2021)

“El Death europeo vuelve a estar de enhorabuena en el mes de Octubre”

Crítica realizada por ElyAngelOfDeath

Death Metal – Noruega

A pesar de los momentos oscuros vividos en el año 2020, éstos le sirvieron a la formación noruega para llenarse de inspiración y componer el que se convierte ya en su décimo álbum de larga duración. En este 2021, llegan con “Imperial Congregation”, que ofrece un sonido de la vieja escuela de calidad que se funde con ideas como la parte moralista de la humanidad y su incesante necesidad de destruirse a sí misma mediante el poder, la ignorancia y la religión. Este disco vio la luz el 8 de Octubre con Nuclear Blast Records.

Empezamos muy fuerte con el tema homónimo, Imperial Congregation, que nos ofrece ritmos acelerados llevados a cabo por una monstruosa batería a la que de manera rápida y audaz se le unen las cuerdas destilando belicosidad a cada instante. Por otro lado, la partes más fuerte del corte la pone la voz gracias a su imponente gutural bien arraigado a las influencias más extremas del Death Metal. El conjunto crea, en general, una sonoridad y una ambientación arraigada a esa parte más oscura del Death pero donde el sonido más auténtico de este género musical está presente de principio a fin. No es un mal comienzo. Seguimos con Itika, que ha sido uno de los adelantos del nuevo trabajo de estudio de los noruegos, donde desde el primer momento, escucharemos unos riffs imponentes así como una sonoridad agresiva y poderosa a partes iguales. Veremos el lado más salvaje y frenético de Blood Red Throne en esta pista a reventar de adrenalina. Es una de las joyas del álbum. La potencia sigue subiendo con Conquered Malevolence, que a pesar de seguir por un camino bastante similar a la canción anterior, en algunos fragmentos se pueden vislumbrar algunas influencias de carácter más arrollador y acometedor que hacen su cenit en un estribillo redondo donde la personalidad de la agrupación aparece con una fuerza espectacular. Llega el turno de Transparent Existence, un tema de guitarras afiladas que por supuesto, se convierte en las verdaderas protagonistas del mismo. A rasgos generales, nos encontramos con constantes cambios de ritmos, que dan lugar a partes más sosegadas pero de sonoridad fuerte y de lo más exquisita, y a otras como por ejemplo el estribillo, que desprende una energía exquisita. Al frente de todo el conjunto, Bolt Christiansen vuelve a tomar las riendas de todo con su gélido gutural marca de la casa.

Llegamos a la mitad del disco con Inferior Elegance, donde la banda nos propone recorrer senderos de sonido más estremecedor que roza la línea del Brutal Death Metal, pero al que los noruegos no dudan en poner tanto lo mejor de su esencia como de su personalidad tan fresca en este álbum. En la misma línea escucharemos 6:7. En el sexto lugar nos encontramos con We All Bleed, donde la formación vuelve a poner en pie a los pilares fundamentales del Death Metal pero además los refuerza con esa esencia tan oscura y singular que traen de serie donde una vez más, es el frontman el que pone la guinda al pastel a través de sus cuerdas vocales tan fornidas. En cambio, en Consumed Illusion, la formación ha optado por una composición de lo más cuidada en el que todos los elementos fluyen entre sí dentro de la atmósfera combativa que se crea desde el principio. Los noruegos cuidan al máximo cada detalle sin olvidarse de su faceta tan explosiva y arrolladora la cual después queda impregnada en el ambiente hasta introducirnos de pleno en Hero-Antics, una pista soberbia de principio a fin por toda la adrenalina que la agrupación nos ofrece en cada una de las notas que la componen donde no solo ponen toda la carne en el asador, sino que además, nos dan una lección magistral de poder y vigor a partes iguales, especialmente por parte de la batería que en combinación con las cuerdas, se llevan la palma por completo. El broche final lo ponen con Zarathustra, siendo la canción en la que quizás Blood Red Throne, deja ver su personalidad por todo lo alto a través de una composición más dinámica y no tan arraigada a las influencias clásicas de Death como ya hemos escuchado en temas anteriores. A través de una sonoridad fulminante y unos instrumentos voraces, la formación pone fin a su nuevo trabajo de estudio.

Si algo hay que admitir, es que este año, las formaciones de Death Metal europeas están que se salen por la cantidad de álbumes de calidad que están lazando y, por supuesto, “Imperial Congregation”, no iba a ser la excepción. Es pura adrenalina de principio a fin.