“Ídolos en alza”

Por José Meh

Australia – Heavy/Power Metal

Nuevo trabajo de los australianos Lord. Banda altamente desconocida para nuestro público, pero de una calidad tremenda, amigos. Hubo una época en Twitter, especialmente cuando empecé a dedicar mi tiempo a escribir sobre bandas en blogs o webs, en que me empezaron a seguir bandas por un tubo con el objetivo de que les devolviera el follow y así conocer su material, a más de uno os habrá pasado, siempre ha sido una práctica habitual, totalmente respetable por supuesto, en la red social del pajarillo. Y entre toda la morralla que se me juntó, hubo un puñado de bandas que destacaron y, entre ellos, se encontraba esta gente, Lord. Menudo descubrimiento, tronco. Formados en 2003 de las cenizas de Dungeon, banda con la que Lord Tim, voz, guitarra y alma mater del grupo, llevaba dieciséis años (vamos, que al final son unos veteranos de la escena australiana), presentan su quinto trabajo, el primero en seis años (si no contamos la regrabación de su LP debut, A Personal Journey, de hace tres años) desde aquel notable Digital Lies. Con una propuesta que conjuga el Heavy y el Power Metal, un poco a lo Helloween, y aires progresivos a lo Queensrÿche (la voz del Sr. Tim tiene un deje muy molón a Geoff Tate), siempre se han mantenido en un inmerecido underground y hoy, de una vez, voy a hablar de ellos.

Fallen Idols, editado a primeros de agosto y producido por el propio Lord Tim, es un discazo del copón. Uno más en su notable carrera. Poderío guitarrero, voces de alto rango, ritmos veloces… y un conjunto de himnos que al fan de Helloween, Queensrÿche, Iron Maiden o Primal Fear le van a poner aquello como la clavícula de un transformer. Además, el disco suena como un cañón, el trabajo del propio Tim a los mandos le da un cuerpo tremendo y está bien protegido por el portadón de Felipe Machado (Axel Rudi Pell, Blind Guardian, Iced Earth). Fallen Idols abre con dos himnos de primera categoría como United (Welcome Back) e Immortals, dos temas tremendamente coreables, con unas guitarras frenéticas y un aura épica muy bien lograda, siempre presente en la propuesta de estos hijos de la gran Australia. Les sigue el tema título, que arranca con unas cojonudas melodías de guitarra y luego agarra velocidad con una batería de Tim Yatras, primer batería del grupo que vuelve al menos como músico de sesión, que echa humo, pueden repescarlo tranquilamente, tronco, menudo bicho. Wilder Than The Wind, de estribillo pegadizo y un gustazo de melodías, Nod To The Old School, cabalgada, como reza el título, ultra-vieja escuela, estrofas épicas y, de nuevo, solazo de guitarra en uno de mis temas favoritos del invento, o Chaos Raining, oscurilla, con Tim usando un registro rasgado que rompe con el resto del álbum, nos muestran lo que vengo diciendo. Una banda guitarrera, tronco, adoradores de la vieja escuela del Heavy, el Power y el Speed Metal, llevando sus influencias y su propio sello a relucir. No inventan la rueda pero, claro, Lord Tim lleva en esto desde el 89 así que creció con los inventores, aprendió de ellos y le dio su toque a la movida clasicorra. No hay duda de que el tío supo buscarse los mejores maestros possibles.

El disco sigue con Counting Down The Hours, la baladita que relaja el ambiente, bien lograda, interpretada con sentimiento, como debe ser, pero sin destacar en exceso y dejando paso a un bonus track incluido en la edición deluxe, In Dreams. The Edge Of The World, por su parte, suena potentísima, con voces guturales (no es la primera vez que lo hacen) y rompiendo totalmente con la balada previa, como el día y la noche, tema poderoso, oscuro y que se torna épico en su estribillo, uno de los cortes estrella de Fallen Idols sin lugar a la más mínima duda. Para el final nos quedan Kill Or Be Killed, de la que acaban de estrenar videoclip y que queda pequeñita tras su predecesora, y Master Of Darkness, con esos aires progresivos que habían quedado algo escondidos en este álbum y que funciona muy bien para cerrar.

El disco es largo, incluso quitándole los ‘bonus track’ acaba rozando la hora de duración, arriesgado en tiempos del streaming donde te salen setecientos veintidós discos buenos cada semana y tienes que medir bien el tiempo que le dedicas a cada uno pero, tronco, este Fallen Idols es tan dinámico, tan entretenido y suena tan bien que pasa volando. Suena como un cañón, colega, con sus influencias al aire (Lord nunca las han escondido) pero fresco, directo y muy, muy disfrutable. Cargado de buenos temas, para que los fans de los guitarreos se vengan arriba, con estribillos coreables, un gusto exquisito por la melodía y… yo qué sé, joder, un trabajo enorme por parte de todos los músicos. Lord son un grupazo que, por los caprichos del Heavy Metal, que son ciertamente irónicos, apenas ha salido de Australia y, tronco, me parece injustísimo. Fallen Idols es otra muestra de que son una banda como una catedral, discazo del copón.

 

Formación:

Lord Tim – (voz/guitarra)
Andy Dowling (bajo)
Mark Furtner (guitarra)

Tim Yatras (batería)

Tracklist:

01. United (Welcome Back)
02. Immortal
03. Fallen Idols
04. Wilder Than the Wind
05. Nod to the Old School
06. Chaos Raining
07. Counting Down the Hours
08. In Dreams
09. The Edge of the World
10. Kill or Be Killed
11. Master of Darkness
12. Break the Ice (John Farnham cover)
13. Touch the Fire (Icehouse cover)

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