“Hard-Rock Party”
Escrita por Pol Metalhead
Quinta edición del festival de Hard-rock & Blues que se celebra en la costera localidad barcelonesa de Calella, en esta ocasión el festival contaba con un elenco de grandes nombres: Phil Campbell & the Bastard Sons, D-A-D, Crazy Lixx , Uli Jon Roth….En definitiva un cartel que no podía perderme al ser un gran aficionado a este increíble estilo musical.
El festival se celebraba los días 13 y 14 de Octubre y para el primer día el cartel estaba compuesto por los gerundenses Slavedown abriendo la velada, los norteamericanos The Voodoo Fix y su funky rock, Phil Campbell & the Bastard Sons como gran cabezera de cartel, interpretando tanto temas propios como algún hit de su antigua banda Mötorhead, y para cerrar los hardrockeros daneses D-A-D. Por problemas de tiempo por culpa del trabajo y lo que nos costó encontrar aparcamiento cerca del hotel no pudimos ver las dos primeras actuaciones del cartel, lo siento en el alma pero todo no se puede…
Sobre las 23:00 hacía su aparición la banda del ex guitarrista de Mötorhead y fiel compañero de Lemmy desde el año 1984: Phil Campbell y sus Bastard Sons. Y lo que os puedo decir es que estuvieron simplemente espectaculares, comenzaron con dos temas de su nuevo disco “Big Mouth” y “Spiders” y ya la energía que desprendía la banda era totalmente contagiosa, el sonido impresionante, y el grupo dándolo todo encima del escenario. Siguieron con dos temazos de Mötorhead, “Rock Out” y una de mis preferidas, en la cual literalmente me volví loco con ella, “Deaf Forever” (este riff se te mete dentro). Seguíamos con dos canciones de Bastard Sons, “Take Aim” y “Straight Up”, que realmente no nos adormecieron ni mucho menos (aunque la mayoría querían temas de la ex banda de Phil ). “Born to Raise Hell” nos hizo botar, cantar… Volvían con “No Turning Back” de cosecha propia, y lo que venía a partir de aquí fue inolvidable. Primero el tema homenaje de Mötorhead a los punks neoyorkinos “R.A.M.O.N.E.S.”, con la que arrancaron algún mosh pit, seguida de “Children Of The Grave” de Black Sabbath, la mejor canción que sonó esa noche, Heavy Metal en estado puro (¡Cómo sonaban esas guitarras!), “Ace Of Spades”, el tema más esperado y ya os podéis imaginar la reacción del respetable, empalmada con “Eat The Rich”, que hizo que este conjunto de temas fuera sobresaliente. Con “Silver Machine” la banda se retiró para los bises, que comenzaban con “Going To Brazil”, seguían con Heroes, la versión de David Bowie que fue lo último que grabó Lemmy con sus Mötorhead y finalizaba con “(We Are) The Road Crew. Increíble concierto y gran manera para nosotros de empezar el festival, este show lo cogí con ganas y fue aún mejor de lo que esperaba.
La siguiente banda y la que cerraba cartel este viernes 13 de Octubre eran los daneses D-A-D , un gran grupo con un directo enorme y que tiene enormes éxitos de finales de los 80 y principios de los 90 como “Jihad”, ”Girl Nation” o “Sleeping My Day Away”. Sobre la 1 de la mañana se escuchaba la típica introducción y la banda fue saliendo poco a poco para atacarnos con “Riskin’ It All”, destacando la forma de vestir y los distintos bajos que llevaba Stig Pedersen, ¡Iba vestido de astronauta! El primer bajo que saco era transparente, con unas luces azules que adornaban todo el instrumento y que por cierto solo tenía dos cuerdas. Siguieron con uno de sus grandes éxitos “Jihad”, un tema enormemente recibido por el respetable. “Scare Yourself” y “A New Age Moving In” fueron las siguientes, el concierto se estaba haciendo muy ameno con un gran setlist elegido para la velada de un grandes éxitos del grupo. Los dos guitarras de la banda, los hermanos Binzer Jacob y el también cantante Jesper daban la introducción para “Girl Nation”, una enorme canción muy conocida por su video-clip y que se notaba que la gente la disfrutaba, por cierto el estado de voz de Jesper era muy bueno. “Everything Glows” continuó transportándonos a los años 90, la época en la que la banda fue realmente grande. “The Road Below Me”, “Monster Philosophy” , “I Want What She’s Got” y “Grow Or Pay” fueron las últimas antes de los bises y por cierto los temas que más esperaban sus fans. El primero de los bises fue “Bad Craziness” fuertemente recibida y muy aplaudida, pero nada que ver con “Sleeping my Day Away”, que dejó claro cuál es el tema estandarte del grupo, todos la cantamos como si fuera nuestra, una de esas canciones que si tienes que hablar de un grupo y que se hacía a finales de los 80 en el hard-rock europeo no puede faltar. Acabaron con “It´s After Dark” y nos dejaron con un enorme sabor de boca, hasta siempre D-A-D, estuvisteis enormes.
Llegaba el segundo día de festival y de aquí no me perdí ninguna de las bandas, simplemente algún tema por tiempo o descanso, puesto que los conciertos de este festival son íntegros, una hora y media por grupo, y eso pasa factura en algunos momentos, eso sí, vi prácticamente todos los conciertos, exceptuando el principio de Simon Mcbride y el de Uli Jon Roth. Sobre las 19:40 llegamos a la Fabríca Llobet (el recinto de los conciertos) y entramos para ver a la gran revelación de este Calella Rockfest 2017 sin lugar a dudas, Simon Mcbride ¡Se comió el escenario literalmente! Espectacular, su mezcla de Blues con hard-rock fue electrizante, posiblemente de los mejores guitarristas que he visto en mucho tiempo. Entramos con “Heartbreaker”, para continuar con “Fat Pockets” y los cambios de ritmo que iban acompañando a los temas eran simplemente para enmarcar, la banda que acompaña al bueno de Simon no estaba coja ni mucho menos, no puedo decir los nombres porque no los he encontrado (mil disculpas) pero tanto el batería como el bajista eran impresionantes. “Little Wings” de Jimi Hendrix fue el tema que hizo que a más de uno se nos pusiera la piel de gallina y nos dejara con la boca abierta, seguía deleitándonos con otra versión de Jimi Hendrix, “Spanish Casttle Magic”, mientras que ” So Much Love to Give” nos devolvía a sus temas propios, magistralmente interpretados, cogía la guitarra, se ponía a moverla de un lado para orto al mismo tiempo que hacía un solo… sobran las palabras. Llegábamos a la recta final con “Don’t be a Fool”, canción muy del estilo de la mejor época de Eric Clapton, muy setentera pero muy moderna al mismo tiempo, y acabamos el concierto con “Power of Soul” con inimaginables cambios de ritmo, enlazada con “Iron Man” de Black Sabbath, muy aplaudida por el público. No conocía mucho de este enorme guitarrista pero desde hoy tiene un nuevo fan, sin duda de lo mejor de este Calella Rockfest. Y esto era solo el principio, lo que vendría a continuación es simplemente para guardarlo en la retina y en el recuerdo para siempre.
Llegaba una de las bandas que más ganas tenía de disfrutar de este festival, el Hard-rock sueco de Crazy Lixx, y no defraudaron para nada ¡Alucinantes! Sobre las 20:50 de la noche se apagaban las luces y comenzaba la introducción (por cierto larguísima) e iban saliendo uno a uno los componentes de la banda a dar el pistoletzo de salida con “Wild Child”, de su nuevo álbum “Ruff Justice” y, sin parar, empalmaron con “Hell Raising Woman” y “XIII” tal como terminaron de interpretar estas canciones pararon y el aplauso fue impresionante, a la banda se la veía muy metida en el concierto y muy concentrada, al mismo tiempo los impresionantes solos de los guitarristas que se iban alternando y haciendo grandes cambios entre ellos, que conectaban en unos finales totalmente emotivos y destacar la voz de Danny Rexon que estuvo impecable durante todo el show. Siguieron con el tema “Children of the Cross”, un medio tiempo para calmar un poco a los presentes y volver con “Girls of the 80’s”, “Lock Up Your Daughter” y “Riot Avenue” dando caña a los presentes con algunos de sus temas más heavies. Llegaba el momento más melódico del concierto con el primer single de su último disco, “Walk the Wire”, que engancharon con “Blame It On Love” canción que nos hizo saltar, y cantar al unísono, tenían al público en el bolsillo , donde querían. Antes de los bises llegaba el momento de “Whiskey Tango Foxtrot”, tema muy hard-rock americano del estilo Ratt o Slaughter entre tantas y tantas bandas que podríamos mencionar. Era el momento de los bises y una pequeña introducción nos metía de lleno en “Rock And A Hard Place”, en la cual salió parte de la banda sin camisetas para la interpretación del tema. Le seguía “Killer”, posiblemente la mejor canción de su reciente “Ruff Justice”, uno de esos medio tiempos que comienzan muy lento para desembocar en un estallido de fuerza y enorme melodía que contagia al público y hace el tema algo mágico. Desgraciadamente y después de casi hora y media de concierto, la banda se despedía con su himno ochentero “21 Til I Die”, en la que todos saltamos y vivimos el tema como si en Los Ángeles año ’85 estuviésemos, los típicos gritos de Oe, Oe, se empezaron a escuchar y el aplauso bien merecido al que, para mi, fue el mejor grupo del festival sin lugar a dudas.
Llegaba el momento más esperado del día, el concierto del ex-guitarrista de Scorpions, Uli Jon Roth, tocando el mítico disco de su antigua banda, el Tokyo Tapes, en la gira llamada “Tokyo Tapes Revisited”. El alemán venía acompañado de gente bastante conocida, como el vocalista de Stingers, Panchi, y el batería de Gamma Ray Michael Ehré. Por cuestiones de descanso, son demasiadas horas en un festival en sala cubierta, nos perdimos los tres primeros temas del concierto, pero aún así vimos más de hora y cuarto de show.
Sobre las 23:15 volví a la Fábrica Llobet para un concierto al que tenía muchas ganas, jamás había visto al gran Uli en directo y su época en Scorpions es sobresaliente, y la verdad es que no defraudó para nada. En todo caso, los interminables solos de guitarra en algunos temas se pudieron hacer pesados, pero quitando eso, estuvo excelente. El primer tema que pude ver fue “Sun In My Hand”, con Uli a la voz como si estuviésemos escuchando el Tokyo Tapes en el tocata de nuestra casa. Le acompaña, y mucho, el sonido de la sala. Tras este tena llegaba uno de los momentos más esperados para mi desde que se anunció este concierto para el festival, una de mis canciones favoritas, “We’ll Burn The Sky”, con un enorme Panchi a la voz, quién no lo haya escuchado no lo entenderá, pero su voz es un calco a la de Klaus Meine. En este tema me dejé mi voz, además de saltar y brincar… sin palabras. Seguíamos con otro gran clásico, una canción llena de cambios de ritmo y que da nombre a uno de los mejores discos de los escorpiones en su época setentera, “In Trance”, uno de los temas más conocidos por el respetable, que la cantó al completo, quedando muy bien la conexión público-banda. Llegaba uno de esos momentos que he comentado, “Fly To The Rainbow” fue la siguiente, enorme tema pero con un solo que se hizo bastante largo y un poco pesado, aunque fue digno de ver como toda la banda se quedaba mirando al ‘jefe’ a ver qué hacía para ellos acompañarlo.
Volvía otro de los mejores clásicos de la banda con “Pictured Life” que, junto a la siguiente, “Cath Your Train”, parecía que estábamos frente a la famosa banda de Hannover, de lo mejor del show sin duda. Una introducción bastante larga de distorsión de guitarra hizo de introducción para otro temazo, Dark Lady, en la cual Panchi Cantó y gritó como nunca, se notaba que este tema es de sus preferidos.
La banda se retiraba y volvía para los bises con dos versiones, la primera de Bob Dylan, “All Along the Watchtower”, canción que Uli hizo propia y muy psicodélica, más que la original, y cerraba el concierto con “Little Wings” de Jimi Hendrix, también cantada con él. Por cierto, era la segunda vez que se interpretaba esta canción en un mismo día, pues Simon McBride también la había tocado. En definitiva, un enorme concierto de un guitarrista muy grande, acompañado de una enorme banda que no desentonó para nada. La verdad es que iba con un poco de miedo de ver lo que hacía este hombre, porque las críticas que recibió su anterior gira por nuestras tierras no fueron muy favorables, pero esta vez se salió.
The Quireboys es una banda que te garantiza espectáculo y buen rollo en todos los conciertos que hace, ha sido la única banda que ha repetido festival (la anterior fue en el 2015) en las cinco ediciones hechas hasta el momento y por ello se recibieron algunas críticas, pero por mi… ¡Como si vienen cada año! Era la tercera vez que veía a la banda de Londres, liderada por el gran vocalista Spike, en dos años y si volvieran el mes que viene volvería a ir sin dudarlo, esta banda una vez que los ves te enamoras de ella de por vida, lo suyo es puro Rock’n’roll y lo viven como tal.
A la 1 de la mañana se apagaban las luces y una pequeña introducción hizo de opertura para enlazar con “Going Down”, de su nuevo trabajo “White Thrash Blues”, aquí ya se veía a un enorme Spike dándolo todo desde el comienzo, lanzando el micro al aire y bailando como solo él sabe hacerlo. “Leaving Truck“, también de su disco del 2017, fue la siguiente, esto adormeció un poco al público que lo que esperaba eran sus clásicos. La siguiente fue “Too Much of a Good Thing” y aunque la banda lo estaba dando todo en el escenario no era ni mucho menos de sus canciones preferidas, para mí se equivocaron un poco al elegir estos temas para abrir el concierto, aunque realmente el estribillo era pegadizo y la gente acompañaba. Llegaba “Misled”, un temazo de su primer disco, seguida de “A Bit of What Your Fancy” para mí una verdadera joya del rock´n’roll contemporáneo, aunque salió en el año 1990. Esto ya se iba animando y, con la siguiente, “There She Goes Again”, la sala de Calella se venía abajo, todos cantamos su enorme y pegadizo estribillo, siendo una de esas canciones que enganchan como ninguna en directo. Una vez que tenían al público en el bolsillo, metían otro tema de su nuevo disco, que realmente es muy bueno (aunque para mi metieron demasiadas para ser un festival) el tema en cuestión era “I Wish You Would”. Después de esto, The Quireboys nos invitaban a sentir la música y el rock como ninguna banda hace, “Mona Lisa Smiled” fue interpretada con un sentimiento inusual, para mi es uno de sus mejores temas y de los que más brillaron esta noche, ¿Qué es The Quireboys? Rock’n’roll ¿No? Pues eso hicieron con la siguiente canción “This Is Rock’n’roll”, aunque no sea de su primera época ni mucho menos ya se ha convertido en todo un clásico de la banda. Ahora llegaba uno de los momentos más esperados por todo el público y todos los fans de la banda, la balada y uno de sus grandes hits, “I Don’t Love You Anymore” en la cual se notó una increíble conexión banda público difícil de olvidar, todos cantamos el tema como si los hiciésemos a un amor que siempre tendremos con nosotros, aquí o en cualquier lugar.
Seguíamos rockeando con una canción de su segundo disco, “Tramps & Thieves”, que nos hacía cantar y bailar al unísono. Y si hay un tema que la gente conoce de la banda y les hizo famosos a principios de los 90 este es sin duda “Hey You”, y eso se notó mucho en el ambiente, todo el mundo levantamos los puños y la cantamos lo que es un enorme himno del hard-rock’n’roll, después de volver a engancharnos con todos sus clásicos, volvían con otro tema de su “White Thrash Blues”, “Walking the Dog”, en la que todos escuchamos más que cantamos.
Llegaba el momento de los bises, y para ello una de mis canciones preferidas de la banda, como es “Sweet Mary Ann” su estribillo y el buen rollo que transmite el tema hace de él una joya y un tema que jamás deben de dejar de tocar. Para el siguiente tema, Spike cogió su harmónica y una pequeña intro nos metía de lleno en “7 O’Clock” ni que decir tiene cómo fue recibida, si el tema en sí es bueno, en directo gana muchísimo. Esto se estaba acabando pero faltaban dos grandes piezas, la primera “I Love This Dirty Town”, que aunque no es tan conocida como las anteriores si es verdad que en directo transmite un buen rollo enorme, y The Quireboys siempre acaban sus conciertos con una canción de su primer disco y posiblemente de las mas hard y rockanroleras que tienen, aunque no sea de mis preferidas y que es verdad que en directo es una pasada, “Sex Party”. Y hasta aquí el concierto de The Quireboys y también de una nueva edición del Calella Rockfest, un festival al que animo a todo el mundo fan del Hard y del Blues a venir, seguro que no os arrepentiréis para nada, un gran cartel con grandes bandas a la vez con una sala con un sonido de auténtico lujo.