Manilla Road - To kill a king (2017)

»El rey ha muerto…larga vida a Manilla Road!»

Crítica escrita por Christian Darchez

Los legendarios guerreros americanos oriundos de Kansas y artífices (junto a Cirith Ungol) del denominado »metal épico» están de vuelta con su décimo octavo disco de su ya larga carrera, esa que empezó a ser algo tenida en cuenta (aunque en los sectores under) tras la edición del imprescindible »Crystal logic» (1983); y lo que es buena señal es que quieren seguir en esta línea de asiduidad de los discos cada 2 años; y pese a ello se los escucha en muy buena forma.

¨To kill a Kill», sucesor del disco doble »The blessed curse» del 2015, mantiene ese pulso de metal épico y proto power que durante más de 30 años siguen enarbolando. Desde el arranque a media marcha con el riff casi sabbathico de To kill a kill una pieza extensa que no se hace aburrida dado los cambios de pasajes. Piezas a puro heavy metal como Conqueror y The arena en los que el cantante y guitarrista Mark Shelton a pesar del paso del tiempo se lo oye en muy buena aptitudes. Mientras que en canciones casi baladisticas como Never again y In the wake se reservan sus buenas dosis de poderío para que nadie los acuse de blandos; cosa que no dejan lugar a dudas en las instancias finales como en el sencillo instrumental Ghost warriors y el oscurito y pesado final de Blood island.

Si bien a nivel producción las guitarras y las voces suenan decentes, las bases rítmicas no salieron del todo favorecidas y en especial las baterías que se la oye demasiado latosa, tal vez para darle un toque más nostálgico y alejado de la modernidad decidieron hacerlo de esa manera. Sin ser el discazo que la prensa asegura y estando unos pasos atrás de su anterior, Manilla Road sigue su marcha en el metal con un buen disco que agradara a los seguidores del metal más épico y guerrero.