“Delicia sonora”

Crítica escrita por Moralabad

Japón – Folk Rock

Apenas un año después de que “Shikisai” viera la luz, la banda japonesa saca este nuevo trabajo de estudio, una vez más y por tercera vez consecutiva con temas propios, alcanzando un nivel sonoro aún mayor de lo ya demostrado. Se nota que la producción mejora considerablemente, aportando al oyente un grado más de calidad como si fuera partícipe del proceso de grabación en primera persona.

Precisamente esto es lo que han querido mostrar con este nuevo disco, “Otonoe” significa algo así como “cuadro de sonidos”, y viendo la portada del disco nos hacemos a la idea de por dónde van los tiros. Es decir, quieren que el público perciba su música como si de un cuadro se tratara, con todo lujo de detalles.

Dejando la explicación filosófica (algo muy habitual en el país nipón), me enfoco en la música. Si bien, el grupo siempre ha fusionado mucho con el rock y metal y su música tradicional, de ahí el nombre de la banda. Bueno, pues aquí esa mezcla sufre una metamorfosis que muestra dos curiosas variantes:

  1. Los elementos rockeros aparecen menos que en los tres discos anteriores, aunque, cuando lo hacen dejan marca, como contaré más adelante.
  2. Sin embargo, al priorizar los elementos folk de corte tradicional con sus instrumentos locales, la voz se transforma en más melódica y suave, olvidando en gran parte el vibrato típico y por momentos exagerado en su música tradicional. Quizá es como si quisiera suavizar el cambio de la banda o que no suene tan japonés y que gente de otros países puedan asimilar su música más apropiadamente.

Doce cortes conforman “Otonoe” en su edición regular, juntando casi cincuenta minutos totales, una buena suma para tan corto lapso de tiempo desde el disco anterior, y lo mejor es que se ve que están en buen momento de forma, porque no se nota relleno en ningún tema. El single de adelanto “Sasameyuki” es también el encargado de abrir el disco, un corte marca de la casa, de los que mejor definen esta banda, una mezcla de ambos estilos musicales, así como instrumentos acústicos como eléctricos. Del mismo tipo tenemos la ligera “Yuki Kageboushi” y la que termina el disco, “Tenjou No Kanata”, algo más agresiva por parte de la guitarra y percusión, ambas con estribillo pegadizo.

Dentro del estilo más tradicional podemos escuchar la acústica y puramente folk moderno “Kimigainai Gai”, en la que Yuuko desarrolla su faceta vocal con maestría, la melancólica “Doppo” en la que desaparecen los elementos modernos, “Kazetachinu”, que, está más cercana a un medio tiempo popero, que, con su base de batería algo repetitiva, los instrumentos típicos japoneses rodean una voz muy melódica.

En el tercer grupo de canciones voy a incluir las que más cerca están del estilo que tratamos a diario en esta web. La puramente rockera “Hakanaku Mo Utsukushii No Wa” guiada por una guitarra muy ochentera, “World Domination” uniendo fuerzas todos los miembros por igual para crear este gran tema. La rara “Shizumanai Taiyou” sinceramente es para mí la mejor sorpresa, con la que se puede denotar futuras canciones, con elementos electrónicos, la mezcla de elementos dispares sube de nivel, consiguiendo que aquí el estribillo tenga fuerza, sea pegadizo y que la base rítmica tenga sentido. Un temazo sin lugar a dudas.

Paradigm Shift” es quizá la más rara para quien no esté acostumbrado a este estilo, por tener carácter rockero/metalero, solo que es interpretado por los instrumentos tradicionales. Y como es habitual, cosa que no ha cambiado y se agradece, siempre hay un corte que se desmarca por goleada del resto. En este caso, “Guren” vuelve a demostrar que estos músicos pueden hacer lo que quieran, porque el doble bombo que acompaña tanto al solo de guitarra como de shakuhachi al final denota que el nivel compositivo de este grupo es bastante elevado.

El disco también puede adquirirse en otras tres ediciones, una de ellas contiene un fragmento del directo que hicieron junto a una orquesta sinfónica, un proyecto que perseguían hace tiempo y que vio la luz tras la gira de 2017. El segundo disco contiene siete temas en los que la banda demuestra que su música también es compatible con una orquesta completa, su repertorio habitual suena distinto, con una voz más protagonista y los elementos eléctricos más distantes haciendo hincapié en la base rítmica del wadaiko y koto.

En definitiva, un disco que gana bastante con cada escucha, como es habitual, y que es una delicia para los amantes de retos auditivos, así como aquellos que gusten de músicas tradicionales. También, y no solo para este caso, decir que la calidad sonora gana bastante utilizando cascos con respecto de los altavoces.

Nota: 9/10.

Canciones

CD1 – Otonoe

1. Sasameyuki

2. Hakanaku Mo Utsukushii No Wa

3. Yuki Kageboushi

4. Kimigainai Gai

5. World Domination

6. Doppo

7. Shizumanai Taiyou

8. Paradigm Shift

9. Kazetachinu

10. Guren

11. Sabaku No Komoriuta

12. Tenjou No Kanata

CD2 – Live Symphonic Orchestra

1. Intro

2. Sasameyuki For Piano & Symphonic Orchestra (Instrumental)

3. Tori No You Ni

4. Hangeki No Yaiba

5. Ame Nochi Kanjouron

6. Okinotayuu

7. Ryuusei

Wagakki Band

Yuuko Suzuhana – Voz

Kiyoshi Ibukuro – Koto

Daisuke Kaminaga – Shakuhachi

Beni Ninagawa – Tsugaru Shamisen

Kurona – Wadaiko

Machiya – Guitarra

Asa – Bajo

Wasabi – Batería

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