«Regreso poco apasionado”
Reseña de Christian Dárchez
Los americanos oriundos de Long Island (Nueva York) Virgin Steele es de esas bandas que siempre me han agradado merced a su estilo muy bien marcado y personal dentro del Heavy Metal, pero que aún así quedaron muy relegados a la sombra de sus compatriotas y pares del estilo como Manowar o Armored Saint por citar algunos pocos ejemplos que gozaron de mucha mas estima en el público metalero. No por nada en mi informe de hace unos años de “Grandes perdedores del Rock y Metal” fueron incluidos. De todas formas en los 40 años de carrera la banda del cantante David DeFeis y su fiel escudero Edward Pursino se las han a arreglado para dejar un buen puñado de buenos discos como lo fueron el debut homonimo de 1982, “Guardian of the flame” (1983) “Noble savage” (1985) “Age of consent” (1988) de un metal de corte epico, agil, elegante y hasta romantico donde la principal caracteristica siempre fue la distintiva y muy emotiva voz de DeFeis. Los 90’ fue la epoca donde la composición se volvió mas compleja y a nivel lírico se fueron olvidando de las banalidades para escribir cosas mas elaboradas como lo fue en las 2 partes de “The marriage of heaven and hell” (1994 y 1995) y el esencial “Invictus” (1998) uno de los mejores y mas subestimados discos de aquella década. En el nuevo milenio la actividad en lo que respecta a lanzamientos se volvió mas espaciada y eso también se debió a los constantes cambios de formación que venían acarreando desde la década anterior, donde dejaron a “Visions of eden” (2006) como el ultimo disco en recibir la mas alta calificación y a “The black light bacchanalia” (2010) como quizas el punto mas bajo de su carrera. En el ultimo tiempo no estuvieron muy activos que digamos, dejando a “Nocturnes of hellfire & damnation” (2015) un disco mas oscuro y directo que no estuvo mal pero que era muy poco asociable al estilo del grupo y algún que otra colección de canciones propias y covers para rellenar espacios y ganar tiempo. Su periplo en el nuevo milenio me da para pensar que tanto para DeFeis como para Pursino la banda ya no es una prioridad vital, solo les queda componer y grabar cuando la inspiración lo amerita. Eso explicaría del por que se han tomado 8 años para ofrecer material nuevo, y lo cierto es que si van a grabar discos como este reciente “The passion of dionysus”, el largo ostracismo entre disco y disco es la mejor opción que pueden seguir tomando.
“The passion od Dionysus”, decimoctavo disco de los americanos Virgin Steele, es un disco que a la hora de adentrarse en el es menester separar bien los tantos. Por un lado tenemos el nivel de las canciones tanto a nivel lírico que en esta oportunidad tienen al Dios griego del vino Dionisio (Baco para los romanos) como protagonista como a nivel musical que retoma el aspecto romántico, épico, teatral y elegante que habían dejado de lado en “Nocturnes of hellfire & damnation”, logrando un disco mas acorde a su particular estilo de abordar el Metal. Por el otro lado y el mas decepcionante es como decidieron abordar las composiciones. Que se me entienda bien: DeFeis y Pursino siguen intactos a la hora redondear canciones con gancho y emotividad pero lo que tira abajo a disco no solo es la raquítica y desprolija producción sino la pésima decisión de incluir bases rítmicas programadas (Pocas veces escuché un sonido tan horrible de bajo como en este disco. En la Super Nintendo de los 90’ lo podía llegar a entender pero acá hace agua) con una batería artificial que no solo está mal encuadrada en la gran mayoría de las canciones sino que se limita a recrear el mismo recurso rítmico sincopado en la gran mayoría de las canciones. Y es una lástima porque el nivel de las canciones no es malo como se puede apreciar en el inicio con The Gethsemane Effect de onda constante con DeFeis que a sus 62 años que aunque le cuesten los agudos de antaño se lo escucha bastante bien como los riffs y melodías de la guitarra inventiva de Pursino pasando por You’ll Never See The Sun Again que intercala partes movidas con lentas. La aceleración power de A Song Of Possession es una de las afectadas por el tratamiento, entiendo la idea de la deconstrucción que Virgin Steele siempre mostró para con los elementos cliché del metal pero la horrible batería y el sonido le hizo un muy flaco favor. En la rápida Spiritual Warfare al menos esto no se nota tanto ya que la voz de DeFeis y la guitarras de Pursino y Josh Block están mas arriba que las bases. La canción homónima del disco no está mal y no me es difícil imaginármela con un ornamento mas acorde a lo que las canciones ameritaban. Para el final llegan Unio mystica una media marcha marcada por el piano y I Will Fear No Man For I Am A God de riff de clara cadencia metalera que luego desemboca en partes mas épicas y rápidas.
Mencionado ya el tema de la producción (o mejor dicho la desidia en ese campo, algo que también trasladaron a la desganada portada) y lo de las bases programadas no queda mucho por agregar, ya que tampoco tiene sentido quejarme de los 77 minutos de duración puesto que la banda siempre ha grabado discos de canciones extensas. Virgin Steele desperdicia así una oportunidad de oro para alzarse triunfante con su espada en alto y también para tomar la posta como leyendas del metal americano frente al presente bochornoso y triste que viven sus compatriotas Manowar. Veremos que pasa de acá a unos 5 u 8 años…
Virgin Steele
David DeFeis – voces, teclados, bajo, batería y orquestaciones
Edward Pursino – guitarra
Josh Block – guitarra
Canciones
The Gethsemane Effect
You’ll Never See the Sun Again
A Song of Possession
The Ritual of Descent
Spiritual Warfare
Black Earth and Blood
The Passion of Dionysus
To Bind and Kill a God
Unio Mystica
I Will Fear No Man for I Am a God