«Un disco muy personal de David DeFeis»
Reseña de Sikanda
América – heavy metal
Toda una sorpresa cuando el jefe Crom nos comentó que había llegado hasta nuestro depósito musical un nuevo trabajo de Virgin Steele. Y es que su último lanzamiento se produjo en 2015. Pero con las curradas que se mete para componer David DeFeis no me extraña que tarde 8 años en sacar un disco. Si tuviera que encargarle a alguien que transformara la historia de mi vida en canciones…sin duda él sería el elegido para tal misión. Porque sabe bucear en los mitos, en las leyendas y convertirlos en temas que podemos cantar y bailar en un concierto. Un verdadero juglar de nuestro tiempo, una persona con la capacidad de llevar a nuestro estilo esas mitologías griegas que, gracias a él no resultan tan enrevesadas.
Para este disco, ha elegido la figura de Dionisio, Dios de la fertilidad y el vino para los griegos. Hijo de Zeus y de la mortal Sémele, a su vez descendiente de Cadmo, rey de Tebas. Fue gestado en el muslo de su padre y criado en una cueva por la ninfa Nisa. Cuando creció, fue a Tebas a vengarse de la familia de su madre, sus tías y su primo Penteo, ahora rey, en particular. Todos ellos habían negado su divinidad con lo cual no admitían su culto y además habían despreciado a su madre… Un día cualquiera en la Grecia antigua…
Con estos mimbres y siendo Dionisio inspirador del éxtasis y la locura…los americanos nos ofrecen 10 temas en un disco con 77 minutos de duración: “The passion of Dionysus”. Es un trabajo de los que conviene escuchar libreto en mano pues en cada canción intervienen diferentes personajes y las letras son extensas, algunas con varias partes dentro del propio corte.
Sorprende que David DeFeis a parte de hacerse cargo de las voces, lo haga también de la batería, del bajo, teclado y de las orquestaciones… vamos, que a poco bien que se le diera tocar la guitarra, no le hacía falta nadie más. Para esta labor le acompañan Edward Pursino, escudero fiel casi desde los inicios de la banda y Josh Block, también con la guitarra.
Y ¿qué encontramos en este trabajo? Temas larguísimos, elaborados, llenos de un heavy metal clásico adornados con muchas orquestaciones, efectos, voces en diferentes tonalidades, el piano característico de DeFeis… Se inicia con “The Gethsemane Effect” de riff pesado de guitarra, que destaca durante todo el corte, el piano acompañando y una gran labor vocal de David, que interpreta varios personajes. Encadenándose con el anterior aparece “You’ll Never See The Sun Again” con un arranque lento, una canción más narrada que cantada en algunas partes. Se podría decir que tiene tres tramos: uno más lento, con el piano como fuente musical principal, de tono melancólico, otro más ampuloso y otro más heavy. David oscila entre los agudos más sorprendentes y los susurros y los graves.
Mucho más heavy metal de corte clásico llega “A Song Of Possession”, sin duda una canción pensada para el directo. Quizás la batería suena un poco redundante y opacada, pero resulta un buen tema al más puro estilo Virgin Steele. Le sigue “The Ritual Of Descent” un sencillo de casi 13 minutos de duración, el más largo de todo el disco. Con un inicio agobiante, opresivo, que representa perfectamente el significado del trabajo, el éxtasis, la pasión de Dionisio, se divide en cuatro partes en función de los personajes que intervienen. El riff principal me recuerda a la melodía de la serie Strangers Things. “Spiritual Warfare” llega a continuación. Arranca pesado, muy potente y veloz, con el juego entre las voces para darle la sensación de diálogo. Hacia la mitad tiene una especie de interludio más lento, con la voz casi hablando y el piano dándole el toque teatral.
El siguiente en aparecer es el tema más corto de todo el disco “Black Earth & Blood”, no llega a los dos minutos y medio. Aún así, es uno de los que más destacan por su velocidad, con una batería espídica, voces dobladas y ciertas reminiscencias árabes. La voz es más aguda e incluso suave en algunos momentos. Después llega el corte que le da título al disco “The Passion Of Dionysus” que se inicia lenta, pausada con el piano llevando el peso musical. Es una canción sosegada, tranquila, pero a pesar de eso también transmite fuerza, desgarro, sufrimiento… Mas melódica llega “To Bind & Kill A God” un tema heavy, con toques de power y las guitarras llevando el peso del tema. Quizás con un pelín más de velocidad hubiera sido un trallazo.
“Unio Mystica” nos lleva casi hasta el final del disco y tiene más de 9 minutos de duración. He de reconocer que a mi este tema se me hace pesado, es demasiado lento. Comienza con unos gritos desgarradores, y no le faltan el piano, las orquestaciones y los agudos de David DeFeis. También ronda los 9 minutos la siguiente: “I Will Fear No Man For I Am A God” pero supone un buen broche final para el disco. Las voces son más oscuras, el solo de guitarra es limpio y afilado, el estilo es un heavy metal muy clásico. Y aunque tiene partes más lentas y otras más duras, con momentos más melódicos deja un gran sabor de boca.
La portada es curiosa, pues aparece el propio cantante como crucificado. No es una de sus mejores diseños, aunque es verdad que Virgin Steele no se ha caracterizado nunca por tener grandes portadas.
En resumen, un disco muy personal de David DeFeis, muy trabajado, pero con algún altibajo en los temas. Aún así se agradece que la banda siga en funcionamiento y lanzando nuevas propuestas.
Virgin Steele
David DeFeis – voces, teclados, bajo, batería y orquestaciones
Edward Pursino – guitarra
Josh Block – guitarra
Canciones
The Gethsemane Effect
You’ll Never See The Sun Again
A Song Of Possession
The Ritual Of Descent
Spiritual Warfare
Black Earth & Blood
The Passion Of Dionysus
To Bind & Kill A God
Unio Mystica
I Will Fear No Man For I Am A God