¨Dioses del copiar y pegar¨

Crítica escrita por Christian Darchez

Dicen que la línea que separa al homenaje respetuoso del plagio descarado es muy delgada. Y con bandas como estas hacen dudar a uno de la verdadera dimensión de esa línea. Lo mas increíble del asunto es que el trío ingles conformado por el bajista y cantante Nick Beggs (ex Steve Hackett), el tecladista Roger King y el baterista Marco Minnemann, vienen apadrinados artísticamente por el vanidoso Steve Wilson que aparentemente creyó que serian el relevo ideal para Porcupine Tree; dado que ya no quiere hacer nada mas bajo ese nombre. ¡Y lo cierto es que como descubridor y artífice de nuevos valores progresivos es un excelente cantante y guitarrista!.

Para dejar de dar vueltas al tema y por lo que han leído, el trío ingles en su segundo disco (el primero del año pasado) pese a ser muy buenos instrumentistas, no escupen una sola idea fresca ni aunque les expriman el cerebro ni tampoco buscan aunque sea darle un poco de personalidad a sus composiciones, es que parece que su mentor también se esforzó en que así sea todo. Todo acá suena idéntico a Porcupine Tree, por más que Beggs en su tarea vocal se esfuerce por no imitar a su mentor.

Las guitarras ya se las imaginan y van en la onda de Deadwing (2005) de Porcupine Tree con momentos puntuales de pesadez heavy y creando climas y pasajes, las bases rítmicas son virtuosas, intrincadas… y también bastante aburridas y las composiciones oscilan justamente entre el disco mencionado y algunas de las canciones de discos como Stupid Dream (1999) e In absentia (2002). Claro que la cosa así no tiene gracia y se hace difícil de disfrutar de piezas como “Animal army”, “The dumbing of the stupid” o “The Andrómeda strain”, donde ni sus grandes habilidades para crear climas y pasajes intrincados son tenidos en cuenta para evitar ponerlos en el banquillo de los acusados por plagio. Y menos en instancias calmas y casi poperas como “Early warning”, la horrible “We Carry on” y sus baterías casi programadas, la extensísima y aburrida “The singing fish of batticaloa” donde la banda podía aunque sea buscar otras vías artísticas y de experimentación terminan derrapando hasta estrellarse y perder pista.

Si me preguntan si esta bien producido les diría que sí, y además tienen a Steve Wilson como asesor y dudo mucho hacer algo flojo en ese campo. Pero lo cierto es que antes de escuchar a este trío mejor decántense por Porcupine Tree, Steve Wilson, Riverside o los enormes Haken; por que de verdad no valen la pena. Con Blackfield al menos en los primeros discos Steve Wilson (no me jodan acá, Tel Aviv estuvo pintado al óleo todo el tiempo), mostró gran inteligencia para camuflarse artísticamente para que nadie sospechara de que se tratara de otra prolongación de Porcupine Tree porque de verdad no era así. Acá la pifió bastante feo y terminó quemando a muy buenos músicos que pueden dar lo mejor de sí, si se dan cuenta que son humanos y no clones programados para imitar a su creador. Son tiempos oscuros para el Rock Progresivo y hay pocos héroes…

Formación

Nick Beggs: bajo y voz

Track List

1 Saltatio mortis

2 Animal army

3 We can’t carry on

4 The dumbing of the stupid

5 Early warning

6 Tardigrades will inherit the earth

7 Window onto the sun

8 Lament

9 The singing fish of batticaloa

10 The andromeda strain

11 Stranger than fiction

Escrito por christian darchez

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